miércoles, 8 de mayo de 2024

9 de mayo de 2024 DÍA MUNDIAL DE LA EDUCACIÓN CATÓLICA

#DiaInternacionalDeLaEducacionCatolica
#JuntosSomosLuz

Hace tres años que el papa Francisco, para resaltar aún más el Pacto Educativo Global, solicitó a las instituciones educativas promoción del Día Mundial de la Educación Católica, celebrándolo cada año a los cuarenta días de la Pascua, el antiguo jueves de la Ascensión, día en que recordamos que la misión de Jesús se hace misión de la Iglesia (“Id y haced discípulos…” Mt 28). Además, pidió a todas las organizaciones que promueven la educación, una atención especial por esta celebración, como medio para hacer realidad su compromiso educativo y evangelizador.

Este año, la celebración será el 9 de mayo. Desde Escuelas Católicas os invitamos a participar activamente, con objeto de reconocer y celebrar la educación católica, al tiempo que nos unimos así a la petición del Papa de trabajar por un Pacto Global por la Educación.

En la celebración del año 2021, nos centramos en comunicar el valor que, como escuela católica, aportamos a nuestro entorno. En la del año 2022, propusimos compartir los gestos y el trabajo en red que hacen visible el Pacto Educativo Global; el pasado año, quisimos celebrar la escuela católica que sale al encuentro en situaciones difíciles, concienciando a la sociedad y a nuestros alumnos sobre el trabajo que las instituciones de Iglesia realizan en algunos entornos donde se viven situaciones de guerra y de emergencia, específicamente en Siria.
La idea de un Día Mundial de la Educación Católica fue adoptada en 2002 en el Congreso de la Organización Internacional de la Educación Católica (OIEC) en Brasilia. El Día fue relanzado por la OIEC y otras organizaciones el año 2021 con motivo de su vigésimo aniversario. Este año, la celebración tendrá lugar el 9 de mayo.
Os invitamos a hacer este día 9 de mayo de 2024 un día festivo, recordar a Jesús Maestro y celebrar la alegría de educar en su nombre y enseñar a los mas pequeños a poner por obra , todo lo que El nos ha mandado, reflejando que la educación católica es alegría, es compartir, es unión, porque “Juntos somos Luz. Juntos somos más”. 
Educar es ofrecer un futuro. En la educación se prepara el camino que hace de cada ser humano un mejor humano.

Por eso, todo el esfuerzo que se haga en la educación es un esfuerzo necesario que contribuye al beneficio de todos. Al beneficio de cada pueblo, de cada ciudad, de cada sociedad.

La Iglesia se empeña en la educación desde sus orígenes: los maestros con sus discípulos en el tiempo apostólico, las escuelas monásticas y también estuvo presente en el nacimiento de las universidades.
Más cercana en el tiempo está la educación escolar de niños en situación de pobreza y abandono que encabezan carismas como los de S. José de Calasanz, S. Juan Bosco o S. Juan Bautista de La Salle.

En nuestro país, la Iglesia sigue realizando hoy una importante contribución a la educación de niños, jóvenes y universitarios. Innumerables instituciones educativas, concertadas o privadas, ofrecen la mejor educación con el modelo de Jesús como referencia concreta. Una educación que alcanza a millones de alumnos y redunda en un beneficio para toda la sociedad.

MOMENTO DE ORACIÓN 
Parémonos un momento, traigamos a la memoria a las personas que nos acompañan cada día: nuestras familias, los compañeros, los profesores y profesoras, las personas que nos cuidan en el colegio o camino a él… Hagámosles presentes en el corazón a través de la memoria. 
Breve momento de silencio 
Hoy nos sentimos que somos más, que lo que celebramos nos une a muchos otros colegios. Somos más haciendo llegar a nuestros barrios, a nuestras ciudades, a nuestras familias la Vida que Jesús Resucitado nos ha regalado en la Pascua. Sintámonos en comunidad con los demás centros de escuelas católicas. 
Breve momento de silencio 
Os invitamos a escuchar la experiencia de Pascua y envío de los primeros discípulos. 
La Palabra Hechos de los Apóstoles 1, 1-11 
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Y ascendió al cielo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días, hablándoles del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?». Les dijo: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y los momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y “hasta los confines del mundo”». Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo». Palabra de Dios Breve momento de silencio Gracias a tantas personas y comunidades cristianas, también nosotros hemos recibido lo que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Al igual que a los apóstoles, también se nos promete que “recibiremos la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre nosotros y seremos sus testigos hasta los confines del mundo”. 

Oración de acción de gracias 
Gracias Dios Padre/Madre, por estar presente en cada uno de nosotros y nosotras, en nuestros colegios, en nuestra sociedad y en nuestro mundo. Gracias porque estamos llamados y llamadas a hacer presente tu Reino. 
Gracias Jesús, porque nos invitas a caminar junto con otros, siempre en comunidad; porque nos animas a caminar en unión hacia cualquier dirección acompañándonos en la adversidad; por impulsarnos a encontrarte y celebrarte en la vida, la Vida con mayúsculas. 
Gracias Espíritu Santo, por acompañarnos en esta llamada que hemos recibido a través de nuestros fundadores, que como ellos, seamos semillas que van creciendo y haciendo presente el carisma en nuestra realidad actual, para seguir dando Vida y construyendo tu Reino.


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