viernes, 14 de febrero de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: Cumplimiento de la ley (Mt. 5, 17-37)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Os lo aseguro si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano. Habéis oído el mandamiento: "No cometerás adulterio". Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Sabéis que se mandó a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor". Pues yo os digo que no juréis en absoluto. A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del maligno.

Dios no quiere que vivamos como esclavos, haciendo la voluntad del amo por miedo a lo que pueda pasar... Nos quiere felices, sonrientes... Y para eso tenemos que hacer las cosas libremente, saboreando cada momento... ¿A que ningún padre os obliga a jugar o ver vuestros dibujos animados favoritos? Somos nosotros los que vamos a la tele y ya sabemos el canal, nuestros dibujos, sus personajes... Sale desde dentro el ver esos dibujos, esa serie... Nadie nos tiene que decir nada.
Pues eso es lo que nos quiere decir Jesús también en el Evangelio de hoy. Quiere que hagamos las cosas desde dentro de nosotros, sin que lo veamos como una carga ni una orden... Quiere que hagamos las cosas bien para que luego no nos tengamos que arrepentir, para que podamos ser libres.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

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