martes, 12 de noviembre de 2024

RECOLECTA SOLIDARIA COLEGIO SAN BUENAVENTURA - AFECTADOS POR LA DANA 2024

COMUNICADO OFICIAL DEL COLEGIO:
Estimados padres y madres de nuestros alumnos: un saludo de Paz y Bien.

Durante estos días estaréis viendo cómo las distintas asociaciones, grupos, empresas… ya sean de carácter privado o público y religiosas o no, se están volcando con la ayuda a los distintos pueblos que han sufrido las consecuencias de la DANA.
Desde nuestro colegio no somos ajenos a ese dolor, pero hemos preferido tomar perspectiva, conocer las necesidades reales a través de personas relacionadas con nosotros y decidir cómo va a ser nuestra ayuda, ya que aunque tiene carácter urgente, no se va a acabar en un corto período de tiempo y nos han llegado noticias de una solidaridad que incluso rebasa las posibilidades de una organización adecuada.
Por ello, desde el Colegio San Buenaventura, la ayuda será económica y lo haremos a través de la cuenta de Solidaridad del colegio. Poco a poco y tal y como haya necesidad, iremos haciendo aportaciones allá donde se requiera. De igual modo, la Campaña de Navidad que tenga lugar próximamente también será para seguir ayudando a los afectados. Si en algún momento nos pidieran ayuda de otro modo lo comunicaríamos, sabiendo de antemano que vuestra respuesta, como siempre, será generosa.
La cuenta de Solidaridad del Colegio, a la que podéis ir haciendo vuestras aportaciones es:
CAIXABANK ES04 2100 8236 7113 0008 6536

También habrá un número de Bizum que comunicaremos en cuanto esté disponible. Y para que los más pequeños y no tan pequeños sean partícipes, hemos preparado unos sobres en los que podrán poner su donativo, en estos próximos días se los entregaremos.

Para nuestros alumnos también será una ocasión más para que se sensibilicen con esta necesidad, por ello, la semana que viene veremos a Guso en carteles en medio del barro, donde os recordaremos la cuenta bancaria mencionada anteriormente.

Aprovechamos también para sugeriros que son muchas las noticias que llegan, la información por multitud de medios y que no todas son fiables. Es momento de ser cautos, prudentes y que no nos dejemos llevar por el juicio fácil o la desaprobación. Es momento de vivir el evangelio y hacerlo desde la sencillez, la humildad y el encuentro. “No juzguéis y no seréis juzgados”, dice el Evangelio.


Pues pongámonos manos a la obra desde donde cada uno pueda y haremos que el Reino de Dios verdaderamente se haga presente entre nosotros.

Un saludo SOLIDARIO.
DIRECCIÓN GENERAL COLEGIO SAN BUENAVENTURA
EQUIPO DIRECTIVO
DEPARTAMENTO DE PASTORAL


viernes, 1 de noviembre de 2024

"HOLYWINS" - SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS - FIELES DIFUNTOS



JUEVES 31 DE OCTUBRE DE 2024:
VÍSPERA DE LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS 
Esta celebración la vamos a hacer de una forma especial, llamada "holywins" una iniciativa, en la que cada vez somas mas, la intención no es cambiar nada ni decir si es bueno o malo, la intención es devolver la originalidad y el origen de esta fiesta.
¿Qué es Holywins?

Esta iniciativa nació en la diócesis de París en el año 2002 y hoy se ha extendido en muchas comunidades escolares y parroquiales del mundo, podemos ser meras fotocopias y hacer lo que todos hacen de forma automática y sin saber porqué, o arriesgarnos y hacer algo diferente dándole sentido, LA SANTIDAD ES LA QUE AL FINAL VENCE

“Holywins”
es un juego de palabras que significa “la santidad vence”. La similitud fonética con la palabra “Halloween” no es casual, pues Holywins tiene la pretensión de ayudar a reforzar la fiesta cristiana de Todos los Santos, ante el eclipse cada vez mayor que está sufriendo por la potente implantación de la fiesta pagana de Halloween.

Aunque “Halloween” significa “víspera de Todos los Santos”, actualmente esta celebración no tiene ninguna relación con la fe cristiana. Por el contrario, su forma de plantear la vida y la muerte, el bien y el mal, son completamente distintas a las del Evangelio y a la Tradición de la Iglesia. Por eso, los católicos queremos devolver a este día su verdadero sentido y celebrar a todos aquellos que siguieron heroicamente a Jesús, con una luminosa fiesta de Todos los Santos que desborde luz y esperanza.

Como Colegio de ideario cristiano, queremos hacer algo diferente LA VESTIDURA BLANCA como signo de luz y esperanza. Con la celebración de Holywins queremos transmitir un mismo mensaje: la vida es hermosa y su meta es el Cielo, son muchos los que ya han llegado y todos estamos llamados a compartir su felicidad, pues todos podemos ser santos.
UNA MUESTRA DE LAS MUCHAS QUE PARTICIPARON:


VIERNES 1 DE NOVIEMBRE DE 2024
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

El Día de Todos los Santos es una festividad de origen religioso en la que cada año se rinde homenaje a los difuntos. Cada 1 de noviembre se celebran toda una serie de tradiciones en España de la que, sin duda, la más destacada es visitar las tumbas de los seres queridos para mostrar que todavía se les recuerda. Se suelen llevar flores a modo de recordatorio y se aprovecha 
                                                   la ocasión para arreglar las tumbas.

Está generalizado, además, que entorno a esta fecha otras religiones y culturas celebren fiestas parecidas, como por ejemplo Halloween, de origen pagano, que también tiene a los difuntos como eje central. Pero, ¿Cuál es el origen de el Día de Todos los Santos? 

Origen del Día de Todos los Santos
En la mayor parte de los países de tradición cristiana el 1 de noviembre es el día para homenajear de forma especial a los santos, tanto a los conocidos como a los desconocidos. Fue el Papa Gregorio IV en el año 835 quien estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos.
Escogió esta fecha porque coincidía con una festividad de los pueblos germánicos y en aquella época el objetivo de la Iglesia era ir eliminando las fiestas paganas del calendario. La fiesta a la que nos referimos es el Samaín, una tradición de origen celta (que todavía se celebra en algunas partes de Galicia) y que es el origen del actual Halloween.

El verdadero sentido de la festividad 

de Todos los Santos

Los matemáticos dicen que la distancia de cualquier número, por grande que sea, al infinito, es siempre infinita. Para Dios todos somos iguales, no hay posible distinción. ¿Qué sentido tiene entonces el marcar las diferencias entre unos y otros? La fiesta de “Todos los Santos”, entendida como diferencia de perfección entre los seres humanos no tiene mucho sentido. Por eso le he cambiado el título y he puesto: “Todos santos” porque lo divino nos atraviesa; aunque también podía haber puesto “Todos pecadores” y sería exactamente igual de cierto. Para Dios no hay diferencia ninguna, porque nos ama a todos por lo que Él es.

Si por santo entendemos un ser humano perfecto, significaría que ya ha llegado a su plenitud y por lo tanto se habrían acabado sus posibilidades de crecer. Pero su verdadero ser, y por lo tanto su perfección, nada tiene que ver con su biología o con su moralidad. A esa parte de nuestro ser no afectan las limitaciones, sean del orden que sean. Es una realidad que permanece siempre intacta. Descubrir, vivir y manifestar ese verdadero ser, es lo que podíamos llamar santidad y es posible para todas las personas.

Cuando creemos que para ser santo tenemos que anular los sentidos, reprimir los sentimientos, machacar la inteligencia y someter la voluntad, nos estamos exigiendo la más torpe inhumanidad. La plenitud de lo humano solo se alcanza en lo divino, que ya está en nosotros. Vivir lo divino que hay en nosotros es la meta de lo humano. El verdadero santo no es el perfecto sino el sincero. El santo nunca descubrirá que lo es. Por favor, que nadie caiga en la tentación de aspirar a la “santidad”. Aspiremos solo, a ser cada día más humanos, desplegando el amor que es Dios y está en nosotros.

Cuando hemos puesto la santidad en lo extraordinario, nos hemos salido de todo marco de referencia evangélico. Si creemos que santo es aquel que hace lo que nadie es capaz de hacer, o deja de hacer lo que todos hacemos, ya hemos caído en la trampa del ideal de perfección griega, que durante siglos se nos ha vendido como cristiana. Cuando un joven le dice a Jesús: «Maestro bueno”. Jesús le responde: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno más que Dios. ¿Qué hubiera contestado si le hubiera llamado santo?

Todos somos santos, porque nuestro verdadero ser es lo que hay de Dios en nosotros; aunque la inmensa mayoría no lo hemos descubierto todavía, y de ese modo, tampoco podemos manifestar lo que somos. Somos santos por lo que Dios es en nosotros, no por lo que nosotros somos para Dios o para los demás. La creencia generalizada de que la santidad consiste en desplegar las virtudes morales, no tiene nada que ver con el evangelio. Recordemos: “Las prostitutas y los pecadores os llevan la delantera en el reino de Dios”. Para Jesús, es santo quien descubre el amor que llega a él sin mérito ninguno por su parte. La perfección moral es consecuencia de la santidad, no su causa.

Debemos tener mucho cuidado a la hora de hablar de los santos como “intercesores”. Si lo entendemos pensando en un Dios, que solo atiende las peticiones de sus amigos o de aquellos que son “recomendados”, estamos ridiculizando a Dios. En Jn 16,26-27 dice Jesús: “no será necesario que yo interceda ante el Padre por vosotros, porque el Padre mismo os ama”. Lo hemos dicho hasta la saciedad, Dios no nos ama porque somos buenos o por recomendación de uno que lo es, sino porque Él es amor. Es un poco ridículo seguir repitiendo una y otra vez: Señor, ten piedad (15 veces en cada eucaristía).

Se puede entender la intercesión de una manera aceptable. El ejemplo de esas personas, que han tomado conciencia de su verdadero ser y son capaces de hacer presente a Dios en todo lo que hacen, puede ayudarnos a descubrirlo, y por lo tanto puede acercarnos a Dios. Descubrir que ellos confiaron en Dios, a pesar de sus defectos, nos tiene que animar a confiar más en nosotros. No solo valdría para los que conviven con ellos, sino para todos los que, después de su muerte, tuvieran noticia de ‘su vida y milagros’. Sería el camino más fácil para que creciera el número de los “conscientes”.

Debemos tener cuidado con la “comunión de los santos”. No se trata de unos “dones” o unas “gracias” que ellos han merecido y que nos ceden a nosotros. Es ridículo cuantificar y almacenar los bienes espirituales. Todo lo que nos viene de Dios es siempre gratuito y nunca se puede merecer. “Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Ahora bien, en el momento que se tiene conciencia de la unidad, se comprende que todo lo que hace uno repercute en el todo.

En esta fiesta celebramos la bondad, se encuentre donde se encuentre. Es una fiesta de optimismo, porque, a pesar de los telediarios, hay mucho bien en el mundo si sabemos descubrirlo. Es cierto que mete más ruido uno tocando el tambor que mil callando. Por eso nos abruma el ruido que hace el mal y no nos queda espacio para descubrir el bien. Hoy es el día de la alegría. La Vida y el Bien triunfan sobre la muerte y el mal. La vida merece siempre la pena. Esta alegría de vivir tenemos que mantenerla a pesar de tanto sufrimiento y dolor como hay en nuestro mundo. A pesar de que muchos seres humanos consumen su existencia sin enterarse de lo que son y se conforman con vegetar.

Las bienaventuranzas nos descubren el verdadero rostro del “santo”. ¿Quién es dichoso? ¿Quién es bienaventurado? Felicitar a uno porque es pobre, porque llora, porque pasa hambre, porque es perseguido, sería un sarcasmo para el común de los mortales. Sobre todo, si le engañamos con la promesa de que serán felices más allá. Haber reservado la palabra “bienaventurado” para los que han muerto, es una manipulación del evangelio inaceptable. Aquí abajo, el dichoso es el rico, el poderoso, el que puede consumir de todo sin dar un palo al agua. Esa escala de valores queda trastocada por el evangelio.

Las bienaventuranzas no se pueden entender racionalmente, ni se pueden explicar con argumentos. Cuando Pedro se puso a increpar a Jesús, porque no entendía su muerte, Jesús le contestó: “Tú piensas como los hombres, no como Dios”. Solo entrando en la dinámica de la trascendencia, podemos descubrir el sentido de las bienaventuranzas. Solo descubriendo lo que hay de Dios en mí, podré darme cuenta del verdadero valor. Para que una persona sea dichosa le tenemos que dar aquello que considera el valor supremo para ella. Tenga lo que tenga, si no lo percibe como valor absoluto, no le hará feliz.

Las bienaventuranzas no son un sí de Dios a la pobreza y al sufrimiento, sino un rotundo “no” de Dios a las situaciones de injusticia, asegurando a los pobres lo más grande que pudieran esperar, el amor que es Dios. En Él los pobres pueden esperar, tener confianza. No para un futuro lejano, sino ya, aquí y ahora. Puede ser bienaventurado el que llora, pero nunca el que hace llorar. Puede ser feliz el que pasa hambre, pero no el que tiene la culpa del hambre de los demás. Buscar la salvación en las seguridades terrenas es la mejor prueba de que no se ha descubierto el amor de Dios. Aún en las peores circunstancias imaginables, las posibilidades de ser, nadie puede quitártelas.

En la celebración de este día, no tenemos que pensar en los “santos” canonizados, ni en los que desarrollaron virtudes heroicas, sino en todos los seres humanos que descubren la marca de lo divino en ellos, y ese descubrimiento le empuja a mayor humanidad. No se trata de celebrar los méritos de personas extraordinarias, sino de reconocer la presencia de Dios, que es el único Santo, en cada una de las personas. El mérito será siempre de Dios. Muchas de esas personas, que se han ido y recordaremos siempre, son verdaderos santos y santas.




SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE DE 2024:
Conmemoración de todos los fieles difuntos
La Conmemoración de los Difuntos es una solemnidad que tiene un valor profundamente humano y teológico, pues abarca todo el misterio de la existencia humana, desde sus orígenes hasta su fin sobre la tierra e incluso más allá de esta vida temporal. Nuestra fe en Cristo nos asegura que Dios es nuestro Padre bueno que nos ha creado, pero además también tenemos la esperanza de que un día nos llamará a su presencia para "examinarnos sobre el mandamiento de la caridad". (Cf. CIC n. 1020-1022). 

La conmemoración de los fieles difuntos, nos recuerda esta futura realidad; por eso la Iglesia intercede por nuestras hermanas y hermanos difuntos, rezando por ellos, haciendo sufragios y limosnas, pero sobre todo ofreciendo el mismo sacrificio de Cristo en la Eucaristía, de modo que todos los que aún después de su muerte necesitasen ser purificados de las fragilidades humanas, puedan ser definitivamente admitidos a la visión de Dios.


Historia y orígenes de la conmemoración
La pietas y el recuerdo de los difuntos se remonta a los albores de la historia de la humanidad. En la plenitud de los tiempos (cf. Ga 4, 4), con el evento de la Resurrección de Jesús (cf. Mt 28, 8-15), la memoria y la piedad hacia ellos se enriqueció radicalmente. Ya los primeros cristianos, como se puede ver fácilmente en las catacumbas, esculpían en las tumbas la figura de Lázaro resucitado, como signo de la esperanza de que su pariente amado también volvería a la vida gracias a Cristo (cf. Jn 11, 38-44).

Pero sólo en el siglo IX aparece la conmemoración litúrgica de los difuntos, herencia de la costumbre monástica ya en boga en el siglo VII de consagrar, dentro de los monasterios, un día entero a la oración por los difuntos. La piadosa práctica, sin embargo, ya estaba presente en el rito bizantino que celebraba a los difuntos el sábado anterior al inicio de la cuaresma o en un período entre finales de enero y el mes de febrero.

Más tarde, en el año 809, el obispo de Tréveris, Amalario Fortunato de Metz, colocaría la memoria litúrgica de los difuntos -que esperan contemplar el rostro del Padre- al día siguiente de la dedicada a los santos, que ya gozan de la vida divina. Finalmente, en el año 998, a disposición del Abad de Cluny, Odilón di Mercoeur, se fijó la solemnidad para el 2 de noviembre incluyendo un período de preparación de nueve días, conocido como la Novena de los Difuntos, que comienza el 24 de octubre.



MOMENTO DE ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS
(Se puede rezar en familia, o bien, en tu ratico que te encuentres a solas)

Cabe recordar que el 2 de noviembre tiene un significado especial dentro del calendario de la iglesia católica, puesto que se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, donde se recuerdan a las personas que un día convivieron entre nosotros y que han pasado a las manos de Dios.
Ante ello, la iglesia incluye en las misas oraciones y recordatorios por aquellos que acabaron su vida.


VAMOS A TENER UN RECUERDO ESPECIAL POR LOS DESASTRES Y MUERTES CAUSADOS POR LA DANA EN VALENCIA  OCTUBRE 2024
Oremos confiadamente al Señor, soberano de cielos y tierra, para que otorgue la salvación eterna a las víctimas de las inundaciones, consuele a sus familiares, mueva a los que gobiernan a buscar soluciones al desastre natural y nos conceda la caridad para socorrer a nuestros hermanos damnificados. TE LO PEDIMOS POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN

👉Hoy también es buen día para participar en la Eucaristía y dar gracias
👉El recuerdo también es importante para hoy, una vela encendida, unas flores, música y que se haga la magia...
👉Te propongo:

VERSIÓN REDUCIDA

(Nos reunimos los miembros de la familia, si es posible, y disponemos un espacio que nos ayude a orar. Podemos encender una vela, símbolo de nuestra fe que nos guía en el peregrinar de la vida; si lo consideremos conveniente, una foto de la familia. Dejamos un breve silencio para ponernos en presencia de Dios como familia. Luego el que dirige –padre, madre- inicia la oración).

V/ En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo.+
T/ Amén.

MONICIÓN PARA COMENZAR Y SITUARNOS:
La oración por nuestros difuntos es un gesto de importantísimo valor que nos hace crecer en la fe y a través del cual pedimos la gracia de la vida eterna para nuestros familiares y amigos que han fallecido.

Rezar por nuestros difuntos es una obra de misericordia, pero además nos ayuda a tomar conciencia de la comunión de los santos y es expresión de fe en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.

Como familia, en este momento, recordemos a nuestros familiares fallecidos y oremos al Dios de la Vida para que, en su misericordia, los acoja a gozar de las alegrías de la vida eterna y en todos nosotros avive la fe en la resurrección futura.

(Hacemos un breve silencio y los recordamos con su nombre, incluso podemos recordar juntos algo de su vida que nos ha dejado huella. Luego el que dirige o uno de la familia reza en voz alta esta oración a la que los demás nos unimos en silencio).

TIEMPO DE MEDITACIÓN EN SILENCIO, UN LECTOR LEE: 

· Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús... Señor, aviva nuestra fe en la resurrección y haz que nuestros familiares puedan gozar de ella.

· Todo esto es para vuestro bien: A veces hay situaciones que no entendemos, pero Tú nunca nos abandonas. Danos la gracia de confiar más en ti y ser testigos de tus dones. Te damos gracias por los dones que nos concediste por medio de nuestros seres queridos que han muerto (Se puede dejar un momento para recordarlos).

· No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve: Nos cuesta mucho, Señor, mirar más allá de las evidencias que ven nuestros ojos. Danos esperanza y fe para confiar en ti y creer que nuestros hermanos están llamados a gozar de tu presencia. Danos la gracia de descubrir que lo esencial es invisible a los ojos.


V/ Todos juntos oramos como el Señor nos enseñó: Padre nuestro...

V/ Y a nuestra Madre, la Virgen María, a quien nuestro (a) hermano (a), invocó, como todos nosotros, pedimos que interceda por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte: Dios te salve María... Santa María...

2 tipos de oración para finalizar (elige una)
1. Oración del día de los difuntos
“Dios de misericordia y amor, ponemos en tus manos a nuestros hermanos y hermanas …..................que has llamado de esta vida a tu presencia. En esta vida les demostraste tu gran amor, y ahora que ya están libres de toda preocupación concédeles pasar con seguridad las puertas de la muerte y gozar de la luz y la paz eterna. Habiendo terminado su vida terrena recíbelos en el paraíso, en donde ya no habrá tristeza ni dolor, sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu hijo, y con el Espíritu Santo para siempre, AMÉN”.

2. Oración de San Agustín
“No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudiérais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudiérais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudiérais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la

TRADICIONALMENTE TERMINANA LOS ACTOS DE ESTE DÍA 
CON LA ORACIÓN DEL REPOSO



TERMINAMOS ESCUCHANDO ÉSTA BELLÍSMA CANCIÓN EN SILENCIO Y LA GUARDAMOS EN EL CORAZÓN
(IR AL FINAL DEL DOCUMENTO)


VERSIÓN EXTENDIDA

(Nos reunimos los miembros de la familia, si es posible, y disponemos un espacio que nos ayude a orar. Podemos encender una vela, símbolo de nuestra fe que nos guía en el peregrinar de la vida; si lo consideremos conveniente, una foto de la familia. Dejamos un breve silencio para ponernos en presencia de Dios como familia. Luego el que dirige –padre, madre- inicia la oración).

V/ En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo.+
T/ Amén.

MONICIÓN PARA COMENZAR Y SITUARNOS:
La oración por nuestros difuntos es un gesto de importantísimo valor que nos hace crecer en la fe y a través del cual pedimos la gracia de la vida eterna para nuestros familiares y amigos que han fallecido.

Rezar por nuestros difuntos es una obra de misericordia, pero además nos ayuda a tomar conciencia de la comunión de los santos y es expresión de fe en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.

Como familia, en este momento, recordemos a nuestros familiares fallecidos y oremos al Dios de la Vida para que, en su misericordia, los acoja a gozar de las alegrías de la vida eterna y en todos nosotros avive la fe en la resurrección futura.

(Hacemos un breve silencio y los recordamos con su nombre, incluso podemos recordar juntos algo de su vida que nos ha dejado huella. Luego el que dirige o uno de la familia reza en voz alta esta oración a la que los demás nos unimos en silencio).

Oramos con el Salmo 22 (23):

MONICIÓN
Ahora oramos con el Salmo 22. Dios, como un pastor bueno, nos cuida y guía. Por eso aunque a veces sintamos que transitamos por cañadas oscuras, no debemos temer porque Él nos acompaña. A cada estrofa de este Salmo respondemos: 
El Señor es mi pastor, nada me falta.

(Las estrofas puede recitarlas uno y los demás nos unimos con la respuesta o si somos varios, una estrofa cada uno y todos en común el responsorio)

El Señor es mi pastor, nada me falta. (Ahora lo repite la asamblea)

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; 
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. R.

El Señor es mi pastor, nada me falta. (lo decimos todos a la vez)

Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

El Señor es mi pastor, nada me falta. (lo decimos todos a la vez)

Preparas una mesa ante mí, 
enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, 
y mi copa rebosa. R.

El Señor es mi pastor, nada me falta. (lo decimos todos a la vez)

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R

El Señor es mi pastor, nada me falta. (lo decimos todos a la vez)

(Se puede dejar un breve silencio para dejar resonar la frase que más nos llamó la atención).

TIEMPO DE MEDITACIÓN: 

· Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús... Señor, aviva nuestra fe en la resurrección y haz que nuestros familiares puedan gozar de ella.

· Todo esto es para vuestro bien: A veces hay situaciones que no entendemos, pero Tú nunca nos abandonas. Danos la gracia de confiar más en ti y ser testigos de tus dones. Te damos gracias por los dones que nos concediste por medio de nuestros seres queridos que han muerto (Se puede dejar un momento para recordarlos).

· No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve: Nos cuesta mucho, Señor, mirar más allá de las evidencias que ven nuestros ojos. Danos esperanza y fe para confiar en ti y creer que nuestros hermanos están llamados a gozar de tu presencia. Danos la gracia de descubrir que lo esencial es invisible a los ojos.


ORACIÓN DE LOS FIELES
V/ Jesucristo ha resucitado de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre, y desde allí intercede por su Iglesia. Confiados en que Dios oye las voces de aquellos que esperan en el Señor Jesús, unimos nuestras oraciones a las suyas. A cada petición, respondemos. ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: En el Bautismo nuestros seres queridos difuntos recibieron la luz de Cristo. Aleja ahora de ellos la oscuridad y condúcelos a gozar de tu presencia. 
Roguemos al Señor. R/ ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Nuestro hermano (nuestra hermana) N. fue alimentado (alimentada) en la mesa del Salvador. Acógelo (acógela) en las mansiones del banquete celestial. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Muchos amigos y miembros de nuestras familias nos han precedido y aguardan el Reino. Concédeles un hogar eterno con tu Hijo. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Cada día mueren muchas personas a causa de la violencia, de la guerra y del hambre y, en este momento, del covid-19. Muestra tu misericordia a los que sufren estas situaciones y congrégalos en el Reino eterno de tu paz. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Los que confiaron en el Señor duermen ahora en Él. Dales alivio, descanso y paz a todos aquellos cuya fe solo Tú conociste. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: La familia y los amigos de N. buscamos paz y consuelo. Alivia nuestras penas y disipa la oscuridad y la duda que nacen de la aflicción. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Estamos reunidos aquí en la confianza que da la fe para orar por nuestro hermano (nuestra hermana)...................................Fortalece nuestra esperanza para que podamos vivir aguardando la venida de tu Hijo. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

Lector: Hoy, Señor, queremos acordarnos de todos los fieles difuntos, en especial de aquellos de quienes nadie se acuerda. Puríficalos de sus faltas y acógelos en tu regazo de Padre. Roguemos al Señor. R/ESCÚCHANOS, SEÑOR.

V/ Todos juntos oramos como el Señor nos enseñó: Padre nuestro...

V/ Y a nuestra Madre, la Virgen María, a quien nuestro (a) hermano (a), invocó, como todos nosotros, pedimos que interceda por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte: Dios te salve María... Santa María...

2 tipos de oración para finalizar (elige una)
1. Oración del día de los difuntos
“Dios de misericordia y amor, ponemos en tus manos a nuestros hermanos y hermanas …..................que has llamado de esta vida a tu presencia. En esta vida les demostraste tu gran amor, y ahora que ya están libres de toda preocupación concédeles pasar con seguridad las puertas de la muerte y gozar de la luz y la paz eterna. Habiendo terminado su vida terrena recíbelos en el paraíso, en donde ya no habrá tristeza ni dolor, sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu hijo, y con el Espíritu Santo para siempre, AMÉN”.

2. Oración de San Agustín
“No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudiérais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudiérais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudiérais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás. Amén.”

TRADICIONALMENTE TERMINANA LOS ACTOS DE ESTE DÍA 
CON LA ORACIÓN DEL REPOSO


FINALIZAMOS ESCUCHANDO ESTA BELLÍSIMA CANCIÓN EN SILENCIO Y LA GUARDAMOS EN EL CORAZÓN
"Una canción sobre una persona que se ha ido, 
una canción que queda y es vida en la muerte", 
una canción que abraza y cobija el dolor de las personas que se quedan". 

Tears In Heaven - Lágrimas En El Cielo
Eric Clapton

   ¿Sabrías mi nombre?                  Would you know my name
Si te viera en el cielo                     If I saw you in Heaven?
¿Sería lo mismo?                         Would it be the same
Si te viera en el cielo                    If I saw you in Heaven?
Debo ser fuerte                          I must be strong
Y seguir adelante                         And carry on
Porque sé que no pertenezco'     Cause I know I don't belong
Aquí en el cielo                            Here in Heaven

¿Me tomarías de la mano?         Would you hold my hand
Si te viera en el cielo                   If I saw you in Heaven?
¿Me ayudarías a pararme?         Would you help me stand
Si te viera en el cielo                   If I saw you in Heaven?
Encontraré mi camino                  I'll find my way
A través de la noche y el día       Through night and day
Porque sé que no puedo quedarme'  Cause I know I just can't stay
Aquí en el cielo                            Here in Heaven

El tiempo puede dejarte triste                Time can bring you down
El tiempo puede dejarte de rodillas       Time can bend your knees
El tiempo puede romperte el corazón    Time can break your heart
Hacer rogar por favor                             Have you begging please
Rogar por favor                                      Begging please

Más allá de la puerta                    Beyond the door
Hay paz, estoy seguro                  There's peace, I'm sure
Y sé que no habrá más                 And I know there'll be no more
Lágrimas en el cielo                      Tears in Heaven

¿Sabrías mi nombre?                   Would you know my name
Si te viera en el cielo                     If I saw you in Heaven?
¿Serías el mismo?                        Would you be the same
Si te viera en el cielo                     If I saw you in Heaven?
Debo ser fuerte                      I must be strong
Y seguir adelante                          And carry on
Porque sé que no pertenezco'      Cause I know I don't belong
Aquí en el cielo                             Here in Heaven





domingo, 27 de octubre de 2024

CELEBRANDO "EL ESPÍRITU DE ASÍS" 1986-2024

"Fue una intuición profética 
y un momento de gracia"
"He elegido Asís como lugar para nuestra jornada de oración por el significado especial del hombre santo que aquí se venera —san Francisco—, conocido y venerado por tantos en el mundo, como símbolo de paz, reconciliación y fraternidad"         
         San Juan Pablo II
EL ESPÍRITU DE ASÍS 1986
Claves para entender el Encuentro Interreligioso en Asís convocado por el Papa. Celebración de los 25 años del encuentro. Benedicto XVI
30 años del encuentro del ESPÍRITU DE ASÍS
MÚSICA HAKUNA: TODO
Pero... ¿Qué es el Espíritu de Asís?
Día de oración y ayuno...
El 27 de octubre de 1986, el Papa san Juan Pablo II reunió en Asís a los líderes de las grandes religiones del mundo para hacer juntos un día de ayuno y oración por la paz. En ese encuentro los asistentes mantuvieron el ayuno y rezaron por la paz pero «cada uno a su manera». Es decir no se realizó una oración conjunta, sino que cada grupo rezó siguiendo sus creencias y liturgia por la paz. Tras ese momento se reunieron en la plaza delante de la Basílica de San Francisco, en el que cada dirigente rezó solo, San Juan Pablo II cerro el acto con un discurso y juntos rompieron el ayuno con un ágape.
  • El Papa Benedicto XVI, el 27 de octubre de 2011, también estuvo presente en Asís, con ocasión de 25º aniversario del Espíritu de Asís, convocó a todas las religiones a una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en Asís, bajo el lema: “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”.
  • El Papa Francisco en 2016, visitó Asís con motivo de los 30 años del "Espíritu de Asís", “Encuentro interreligioso por la paz entre los pueblos”. Con el Pontífice, estarán presentes también Bartolomeo I, patriarca ecuménico de Constantinopla, Sergio Mattarella, presidente de la República de Italia y más de 400 líderes religiosos y exponentes de la cultura.

San Juan Pablo II en aquel 27 de octubre, realizó uno de los gestos más comentados de su pontificado, donde tuvo que hacer frente a no pocas críticas por ello–: en la ciudad de san Francisco invitó a los representantes de las grandes religiones para orar por la paz, proponiéndoles "comenzar un camino común". Cada religión fue invitada a hacerlo según su propia tradición y espiritualidad.
A lo largo de sus más de 26 años de pontificado, San Juan Pablo II, escogió en tres ocasiones la ciudad de san Francisco para orar por la paz, junto con los líderes religiosos del mundo:
  1. La primera vez fue el 27 de octubre de 1986, 
  2. La segunda el 10 y 11 de enero de 1993, con motivo del conflicto bélico en los Balcanes,
  3. Y la tercera el 24 de enero de 2002, enmarcada por los atentados a las torres gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
A partir de aquel acontecimiento nació el llamado "Espíritu de Asís", que ha tenido continuidad y se ha afianzado gracias en especial al compromiso de la Comunidad de Sant' Egidio 
(https://www.santegidio.org/pageID/1/langID/es/INICIO.html), fundada en 1968 en Roma por el profesor universitario italiano Andrea Riccardi y que se ha extendido a numerosos países.

Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Roma III. Experto en temas de la Iglesia católica. También es autor de varios libros sobre la problemática de la Iglesia en el siglo XX, sobre todo en los países mediterráneos.
Fundó la Comunidad de Sant'Egidio en 1968, una asociación de laicos católicos con centro en el barrio del Trastevere, Roma, dedicada a promover el diálogo y el ecumenismo en todo el mundo y que cuenta con más de 50 000 miembros en al menos setenta países.​

Se ha escrito que el espíritu de Asís se inscribe en algunas actitudes típicamente franciscanas: humildad, fraternidad, intercesión por la paz, comunión o cohabitación espiritual, confianza para salir al encuentro del otro y establecer con él un diálogo. Y la convicción de estar todos bajo la mirada clemente y misericordiosa del único Absoluto, que precisamente por serlo nos supera a todos.

Francisco de Asís, además, tuvo la iniciativa de abrir el diálogo con el islam. Es sabido que en el año 1219, durante la quinta Cruzada, Francisco, superando los condicionamientos de su tiempo, cerca de Damieta, en el delta del Nilo, durante una breve tregua en los combates, tomó la decisión de dirigirse acompañado de un sólo compañero religioso a dialogar con el sultán Al Malik Al Kamil, soberano de Egipto y de Siria y nieto de Saladino, el cual lo recibió con todo respeto y lo escuchó y dialogó con él durante varios días. Cuando la tregua tocaba a su fin y Francisco y su compañero tenían que partir, el sultán, que había visto en él a un hombre de Dios, quiso ofrecerle unos obsequios muy generosos. Francisco, sin embargo, los rehusó cortésmente y se volvió al campamento cristiano con las manos vacías, pero acompañado de la numerosa escolta que le quiso poner el sultán, ante la mirada sorprendida tanto de los musulmanes como de los cristianos...

Benedicto XVI hizo uno de los gestos más significativos de su pontificado: en una intensa jornada visitó Asís y estuvo en los principales lugares que marcaron la vida y que conservan la memoria del fundador de los franciscanos. La visita papal se inscribió en la conmemoración de los 800 años de la conversión de san Francisco de Asís. Como se recordará, el Papa Juan XXIII, poco antes de que comenzaran los trabajos del Concilio Vaticano II, quiso también realizar una peregrinación personal a Asís, que tuvo en aquel momento una gran resonancia en los medios de información.

De Francisco de Asís se ha dicho que es un santo para todos los tiempos. Y la razón de esto es que muy pocos como él han logrado ser una imagen del mismo Jesucristo. El Papa teólogo quiso entrar directamente en el mensaje de Asís: "Asís nos dice que la fidelidad a la propia convicción religiosa, la fidelidad sobre todo a Cristo crucificado y resucitado, no se expresa con la violencia y la intolerancia sino con el respeto sincero del otro, con el diálogo, con un anuncio que interpela a la libertad y a la razón, en el compromiso por la paz y la reconciliación". Y del encuentro de su antecesor en Asís, en el año 1986, no dudó en afirmar que "fue una intuición profética y un momento de gracia".
+ Josep Àngel Saiz Meneses

Desde entonces, cada año en esta fecha, 27 DE OCTUBRE, se nos invita a participar en esta jornada que busca el entendimiento entre los pueblos, buscando la justicia social y una convivencia pacífica. San Francisco decía a sus hermanos: “Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones” (TC 58). Sólo desde un corazón que está en paz consigo mismo se puede transmitir la paz a los hermanos. Nosotros, que pertenecemos a la familia franciscana, no podemos quedar impasibles a la llamada de ser constructores de paz. Por eso, os animamos a unirnos en oración, tal y como nos invita la Comisión Interfranciscana de Justicia Paz e integridad de la Creación (JPIC).

¿Por qué Juan Pablo II escogió Asís?
Sencillamente porque Asís es la ciudad de san Francisco. En palabras del Papa, Asís es el “lugar que la seráfica figura de san Francisco ha transformado en centro de fraternidad universal”. San Francisco es reconocido por propios y extraños como hombre de paz, de diálogo, de unidad, como el hombre que tenía el corazón abierto a todos, que tendió puentes en lugar de levantar muros, que se sentía hermano de todos, del sol y del viento, del agua y del fuego, incluso de los ladrones, del feroz lobo de Gubio y, en fin, hermano de la muerte.

¿Cuál fue la finalidad del encuentro?
En palabras de Juan Pablo II: “invito a todos los responsables de las Iglesias y Comunidades cristianas, así como de las demás grandes religiones del mundo a un encuentro especial de oración por la paz en la ciudad de Asís”. No se trataba de discutir sobre la paz o de buscar estrategias para promoverla. Simplemente se trataba de orar por la paz, una oración acompañada de silencios, de ayuno y de peregrinaciones.

Algunos interpretaron el encuentro recordando al canto de los Ángeles la noche de Navidad: “Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres que él ama”. En Asís se realizó la utopía de la familia humana reunida pacíficamente para convivir y orar por la paz. Una síntesis del espíritu de Asís la podemos encontrar en la Oración de la paz, atribuida a san Francisco. Juan Pablo II la leyó en presencia de todos los representantes de las religiones en el encuentro de 1986. Los invito a ponerse de pie y a orar juntos:

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna.


5 razones por las que sigue siendo necesario el "Espíritu de Asís"

Estos encuentros interreligiosos de oración han ayudado a desactivar fundamentalismos y xenofobia. En palabras de Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, la entidad organizadora de los encuentros del ESPÍRITU DE ASÍS, “en un momento difícil, en el que van decayendo muchas redes de convivencia en las periferias de las grandes ciudades y se levantan muros no solo entre Europa y África, para defenderse de los migrantes, y también entre países europeos, debemos reconstruir juntos puentes de paz”.

Pero, tres décadas después de empeño por la paz y el diálogo, ¿por qué siguen siendo necesarios estos encuentros? 
Un profundo conocedor y difusor de los mismos, el ecumenista Pedro Langa Aguilar, OSA, da las claves, en una entrevista de la revista ‘Vida Nueva’

1.- Un soplo del Espíritu Santo para la paz en el mundo
Inspirado en el testimonio de san Francisco de Asís, la génesis del primer encuentro, en 1986, bebe del Vaticano II, de las encíclicas ‘Ecclesiam suam’ y ‘Noastra aetate’, de Pablo VI, y del decreto ‘Unitatis redintegratio’. En ellas, que son un canto al diálogo, se dice que no podemos ponernos a hablar con otras religiones si antes no nos hemos puesto de acuerdo con otras Iglesias cristianas. Juan Pablo II encontró la clave para hacerlo posible para evitar las muchas suspicacias que levantó aquel primer encuentro: no rezar juntos, sino estar juntos para rezar por la paz.

2.- La oración que desactiva los fundamentalismos
En 1986 aún no había caído el Muro de Berlín y Oriente Medio seguía siendo un polvorín. Tras el primer encuentro, se vio la necesidad de que aquella oración interreligiosa por la paz tuviera su continuidad, a lo que contribuyó la Comunidad de Sant’Egidio, que ha sembrado las semillas de Asís desde entonces en distintos lugares, y siempre con el apoyo de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Esos encuentros de oración por la paz han contribuido a desactivar muchos fundamentalismos a base de diálogo, paz y amistad.

3.- Acompañar el fenómeno migratorio global
Ante el reto que suponen las crisis migratorias en este siglo XXI, fundamentalmente a causa de las guerras y la pobreza, estos encuentros ayudan a entender y a acompañar a los que llegan, que lo hacen con una cultura y religión propia. Por eso, hay que entender que si hay tantas religiones es porque Dios lo ha querido así y toca trabajar para establecer un clima de fraternidad entre todas, a reconocer que las diferencias no pueden llevarnos al enfrentamiento, sino al respeto, a la colaboración y a la edificación de la paz, de lo que la Comunidad de Sant’Egidio ha dado muestra en sus mediaciones internacionales. El propio papa Francisco ha tenido en cuenta estas consideraciones en su viajes a Lampedusa, Lesbos y Bari.

4.- Tender la mano también hacia los no creyentes
En el encuentro que el papa Benedicto XVI presidió el 27 de octubre de 2011 se produjo un salto cualitativo en la configuración de estos encuentros: no participarían solo fieles de distintas creencias: también se invitaría a los que no tenían ninguna. De esa manera, Asís tomaba la forma de un simbólico patio de los gentiles para los creyentes y para los no creyentes.

5.- Ayuda a concretar la Iglesia en salida del papa Francisco
La llegada del papa Francisco dio un nuevo impulso al Espíritu de Asís, de tal manera que este admirador del ‘Poverello’ lo lleva consigo en cada uno de los viajes apostólicos que emprende. Y aunque visitó Asís con motivo del 30º aniversario de estos encuentros de oración, ese espíritu forma parte importante también de la Iglesia en salida que proclama, en donde se invita a no quedarse encerrado en la sacristías, sino a salir al encuentro del otro, sea quien sea y venga de donde venga.

En 1990, Juan Pablo II habló de «crisis ecológica» y, destacando que ésta tiene un carácter predominantemente ético, hizo notar «la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad». Este llamamiento se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes manifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no tomar en seria consideración


¡EL CAMBIO CLIMÁTICO EXIGE QUE CAMBIES!
(Espíritu de Asís 2024)
Cualquier ciudadano de a pie puede saber, a estas alturas de la vida, lo qué es el cambio climático como realidad que está ya afectando al planeta y a quienes vivimos en él. Pero para muchos es como quien oye llover. Mientras tanto, parece que la cosa va a peor. Sin embargo, hay personas sensibles que actúan en el kilómetro en que se mueve su vida. Han llegado a la conclusión de que el cambio climático aminora en sus negativas consecuencias si se actúa.

Hace pocos meses se nos daba la noticia de que una asociación de mujeres mayores de Suiza había denunciado a su propio país ante el Tribunal de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo. Este tribunal les dio la razón al determinar que el Gobierno suizo incumple sus propios objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, porque no han actuado de manera oportuna y adecuada para concebir, redactar y aplicar la legislación y las medidas pertinentes. Exigir cambios al propio país: he ahí una vía abierta de actuación ante el cambio climático. Mientras celebrar el Espíritu de Asís no apunte al cambio, no hemos llegado a la meta deseada.

Quizá haya que comenzar por pensar, por interiorizar lo relativo al cambio climático. Y, para ello, nos puede ser de gran ayuda volver a leer el breve documento del Papa Francisco llamado Laudate Deum: sobre la crisis climática. Releamos lo más esencial del documento:
  1. Alabanza a Dios frente al desafío climático. Este documento, lanzado el 4 de octubre de 2023, es una continuación de la encíclica «Laudato si» de 2015. El Papa afirma, “Por más que se pretendan negar, esconder o disimular, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes”.
  2. Emergencia climática actual. No se está reaccionando adecuadamente frente al cambio climático y nos acercamos a un punto de ruptura. El Papa afirma, “Pareciera que la culpa es de los pobres. Pero la realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial”.
  3. Evidencia de cambio climático. En el primer capítulo, se subraya cómo fenómenos extremos y eventos climáticos anómalos, como sequías, inundaciones, calentamiento del mar, etc., se han intensificado. El Papa destaca que estos cambios climáticos, impulsados por la humanidad, aumentan la probabilidad de estos fenómenos extremos: “Ya no se puede dudar del origen humano del cambio climático”.
  4. Injusticia hacia los pobres. Critica el documento a quienes culpan a las poblaciones empobrecidas por el cambio climático, señalando que una pequeña porción rica del mundo contamina más que la mitad más pobre de la población mundial.
  5. Origen humano del calentamiento global. Francisco enfatiza que no se puede dudar del origen humano del cambio climático, mencionando cómo la concentración de gases de efecto invernadero ha aumentado drásticamente en los últimos 50 años.
  6. La peligrosa tecnocracia. En el segundo capítulo, el Papa discute el peligro del paradigma tecnocrático, donde se prioriza el poder tecnológico y económico sin considerar la ética y la responsabilidad. El Papa afirma, “La decadencia ética del poder real se disfraza gracias al marketing y la información falsa”.
  7. Desafío del poder y la política internacional. El Papa resalta la decadencia ética del poder, destacando cómo el marketing y la desinformación pueden manipular a las poblaciones. “Es de esperar que esto ocurra con respecto a la crisis climática. Si los ciudadanos no controlan al poder político, tampoco es posible un control de los daños ambientales”.
  8. Historia de las conferencias climáticas 2023. Francisco repasa las conferencias climáticas anteriores, incluyendo la de París y la de Glasgow, señalando sus limitaciones y la falta de sanciones efectivas.
  9. Expectativas para la COP de Dubái. El Papa Francisco expresa esperanza para la COP28, instando a una aceleración en la transición energética y a compromisos efectivos. “No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética”.
  10. Necesidad de un compromiso colectivo. Francisco insta a dejar de ridiculizar el tema medioambiental, reconociéndolo como un desafío humano y social, y llama a todos a trabajar juntos para enfrentar la crisis climática. “Aceptemos finalmente que es un problema humano y social en un variado arco de sentidos. Por eso se requiere un acompañamiento de todos”.
La COP28 se celebró en Dubai en diciembre de 2023 y el resultado no fue espectacular precisamente. Allí, los 158 países participantes se comprometieron tímidamente a reconocer los impactos ambientales de la agricultura, y en especial de los sectores más vulnerables al cambio climático. Casi todo sigue por hacer y de ahí la exigencia que apunta a quien, con buena fe, quiera celebrar el Espíritu de Asís 2024.
  • Exigencia política: no es una fantasía inalcanzable el anhelo de forzar a los gobiernos nacionales a aplicar, por lo menos, los acuerdos que salen de las COP. Para ello habrá que cultivar la incidencia política, comenzando por analizar, a la hora del voto, lo que un partido concreto diga sobre su compromiso con el cambio climático. A más compromiso, más apoyo en las urnas; a menos compromiso, más negativa de voto.
  • Exigencia social: tampoco es una fantasía pensar que, como se ha hecho con el tema de la regularización de inmigrantes, pueda presentarse ante el Congreso una Iniciativa Popular Legislativa sobre el cambio climático. ¿No estaría llamada la familia franciscana a apoyar a grupos que pidan esa IPL e, incluso, a entrever la posibilidad de liderar tal iniciativa movilizando las muchas fuerzas franciscanas (evangelizadoras, educativas, asistenciales, que existen en todos los ámbitos del Estado español?
  • Exigencia eclesial: Cáritas y la Iglesia han apoyado en España la IPL sobre inmigración. Se podría exigir a las instituciones eclesiales un similar apoyo al tema del cambio climático. El pasado 5 de diciembre se convocó un encuentro con el lema “La Cumbre del cambio climático y el cuidado de la casa común” que reunió a diversas organizaciones vinculadas a la Iglesia, incluyendo, además de la Fundación Pablo VI, al Movimiento Católico Mundial por el Clima; Movimiento Scouts Católico; Cáritas; y Manos Unidas, entre otras. Sería bueno exigir algo más que un mero encuentro.
  • Exigencia franciscana: pertenecer al “movimiento franciscano”, en cualquiera de sus formas, deriva en la responsabilidad adquirida de cuidar la casa común. Es algo inherente al carisma franciscano. De tal manera que podría decirse que hoy no se puede ser franciscano sin incorporar a la espiritualidad y a la práctica este elemento del cambio climático. La Interfranciscana habría de sentirse urgida por este tema y tendría que presentar a los hermanos y hermanas un plan concreto de trabajo en este campo.
  • Exigencia personal: es aquí donde cada uno puede responder con generosidad en cuatro campos: a) el campo de reciclaje y la reutilización. Son las famosas cuatro “R”: reducir, reutilizar, reciclar, recuperar. El cambio climático tiene que ver con esto, además de la urgencia de reducción de los gases de efecto invernadero que dependen en gran parte del sector industrial. b) el campo de la oración y la espiritualidad: porque una oración con compromiso es un potente dinamismo de actuación. c) el campo de la formación: porque no venimos de un mundo sensible a la problemática del cambio climático y, dada la complejidad del tema, necesitamos continua formación sobre ello. d) el campo de la política: apoyando las pequeñas acciones locales que, con frecuencia, versan sobre la problemática del cambio climático. Estas acciones son el reflejo externo del verdadero valor que se otorga al tema.
Dice Simone Weil algo muy clarificador: “El valor de una forma de vida religiosa, o, más en general, espiritual, se aprecia por la iluminación proyectada sobre las cosas de este mundo”. Porque nuestros modos de vida creyente han podido hacernos creer que eso de las “realidades temporales” era algo secundario ante el valor absoluto de las “realidades eternas”. Nada más lejos de la realidad. Una cosa está imbricada en la otra y se vuelven necesarias ambas dos. Pero la cruda realidad es que “lo espiritual” se ha llevado el gato al agua en perjuicio de “lo social”. Es hora de volver a mezclar ambas realidades. Eso lleva a potenciar el elemento “político” del seguimiento a Jesús, lo social. Por eso, nos atreveríamos a decir que la sensibilidad ante el cambio climático es necesaria hoy para ser seguidor del Nazareno. No pensemos que esto sea una exageración.

Se puede argumentar, de una manera muy genérica, que todos estamos preocupados por el cambio climático. Y, aunque eso sea cierto, nos falta dar un paso adelante para concretar esa certeza. Nos falta poner rostro externo a nuestra convicción interna. Quizá necesitemos una mística de grupo social, creer que por el mero hecho de ser personas, estamos llamados a acciones comunes. La gran cuestión del cambio climático demanda una respuesta social, común, de grupo. Hasta para eso es necesaria la fraternidad. La vida franciscana que hace de la fraternidad el centro de su opción habría de ser especialista en generar apoyos comunes a favor de las causas sociales. Allí donde haya un movimiento social en torno al cambio climático, allí deberían estar presentes los hermanos y amigos de Francisco de Asís.

Dice J. Saramago que “No cambiaremos la vida si no cambiamos de vida”. Celebrar el Espíritu de Asís desde la perspectiva que exige el Cambio Climático lanza un dardo afilado al corazón de todos: ¿estás dispuesto a cambiar de vida? Ojalá la respuesta no esté en el viento, sino en el interior donde se forjan las decisiones que ya no se vuelven atrás.

Fidel Aizpurúa Donazar, Capuchino

Cumbres del clima
¿Qué es una COP?
Conferencia de las Partes (En la actualidad son 198 las Partes) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC) son reuniones internacionales clave, que reúnen anualmente a los líderes mundiales con el objetivo de tomar las decisiones necesarias para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones (acordados en París en 2015) necesarios para frenar la emergencia climática en la que vivimos.
La primera se produjo en Río en el año 92 y tuvieron que pasar 21 cumbres hasta que en 2015 el Acuerdo de París se convertía en un tratado global ratificado por casi 200 países. Un hito histórico que crea un marco que posibilita la acción hacia la transformación a un modelo de desarrollo bajo en emisiones.
París necesita concretarse en acción e incrementar la ambición porque nos estamos quedando sin tiempo. ​
Algo muy positivo que se planteó en el Acuerdo de París fue crear puntos intermedios para recapitular y ver cómo lo estamos haciendo, y cuánto de cerca, o de lejos, estamos de los objetivos marcados a 2030. Sin embargo, con los compromisos adquiridos, nos encaminamos a una ascenso de 3ºC.
Lamentablemente, desde la de 2015 (COP 21) no hemos vuelto a vivir una COP que haya adoptado decisiones ambiciosas para evitar superar el 1,5 º, cifra que marca la ciencia como punto de no retorno.

Un paseo por las Cumbres del Clima
Repasemos las cumbres más recientes y las más históricas de las 28 celebradas, desde que comenzaran en 1996.

La 29.ª COP se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024.
2023 - DUBAI (COP 28)
2022 - EGIPTO (COP - 27)
2021 - GLASGOW (COP 26)
2019 - CHILE / MADRID (COP 25)
2015 - CUMBRE DE PARÍS (COP 21)
2013 - VARSOVIA (COP 19)
2009 - COPENHAGUE (COP 15)
1997 - KYOTO (COP 3)
1992 - CUMBRE DE LA TIERRA
En 1990 la Iglesia Católica comienza a hablar de "CRISIS ECOLÓGICA"

Emergencia climática: medio grado puede cambiarlo todo

El cambio climático avanza más rápidamente de lo que se esperaba.

De seguir a este ritmo con este elevado volumen de emisiones de CO2 a la atmósfera, la temperatura subirá más de 3ºC para finales de este siglo, algo que no nos podemos permitir. La ciencia es clara y ya ha hecho su parte, sin embargo muchos gobiernos están bloqueando los avances políticos hacia una economía descarbonizada.