viernes, 28 de febrero de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: Las tentaciones en el desierto (Mt 4, 1-11)

En aquel tiempo Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre. Y el tentador se le acercó y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Pero él le contestó diciendo: Está escrito: no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo lo lleva a la Ciudad Santa, lo pone en el alero del templo y le dice: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti y te sostendrán en sus manos para que tu pie no tropiece en las piedras. Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. Después el diablo lo llevó a una montaña altísima y mostrándole todos los reinos del mundo y su esplendor le dijo: Todo esto te daré si te postras y me adoras. Entonces le dijo Jesús: Vete Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto. Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

Nosotros esta Cuaresma nos proponemos ser servidores en el camino. Eso quiere decir que este camino de cuarenta días no lo vamos a hacer solos, vamos a ayudar, nos van a ayudar... Serviremos con alegría, porque nos gusta que nos ayuden con alegría, con una sonrisa. Nuestras tentaciones serán muchas pero contamos con la ayuda de Jesús: el que pudo superar las tentaciones, el que supo contestar al diablo, el que tenía muy claro que su labor era enseñarnos y amarnos... Jesús entiende mucho de desiertos y tentaciones... Pero también sabe que, si superamos las tentaciones, siempre habrá una recompensa.

Señor, en esta Cuaresma te pedimos:
decisión para nuestros pasos;
fortaleza en las decisiones que tomemos;
alegría en medio de las dificultades;
constancia en el cansancio;
capacidad de levantarnos en las caídas;
dejarnos sorprender por ti;
abrir nuestro corazón a tu Palabra;
luz para el camino.
Que seas Tú, Señor, el que acompañe nuestros pasos.
Señor, queremos, esta Cuaresma, caminar CONTIGO. Amén

jueves, 27 de febrero de 2020

BUENOS EJEMPLOS: Consumo colaborativo

Seguro que todos conocemos lo que los expertos llaman “iniciativas de consumo colaborativo”, como por ejemplo, Blablacar, Airbnb, Couchsurfing, Helpix, que son algunos de los más populares. Se trata de diferentes plataformas que posibilitan a los usuarios sacar provecho de sus recursos, sea una plaza de viaje en el coche, una habitación libre en su casa, tiempo libre para pasear el perro del vecino, intercambiar horas de trabajo en un huerto ecológico por estancia gratis, etc.
Dado los tiempos de crisis económica, esas iniciativas han proliferado rápidamente y generan un nivel de aceptación bastante alto utilizando como escenario la tecnología y los social media. Basta con sacar nuestros teléfonos inteligentes, descargarnos la aplicación y ¡listo! Ya tenemos al alcance de la mano una herramienta para encontrar a un desconocido que nos ayude con lo que necesitamos, o un abanico de posibilidades para poner en práctica nuestras mejores ideas.
Es una gran maravilla ver funcionar ideas como estas, pues volvemos a confiar en la capacidad del ser humano de trabajar por algo útil. Potenciando nuestros recursos a través de Internet, vemos que está en marcha esa aldea global, y nos sentimos conectados con innúmeras posibilidades de cambio, trueque, colaboración y contactos para hacer realidad nuestras aspiraciones y proyectos.

Señor, en esta Cuaresma te pedimos:
decisión para nuestros pasos;
fortaleza en las decisiones que tomemos;
alegría en medio de las dificultades;
constancia en el cansancio;
capacidad de levantarnos en las caídas;
dejarnos sorprender por ti;
abrir nuestro corazón a tu Palabra;
luz para el camino.
Que seas Tú, Señor, el que acompañe nuestros pasos.
Señor, queremos, esta Cuaresma, caminar CONTIGO. Amén

miércoles, 26 de febrero de 2020

MIÉRCOLES DE CENIZA

Un monje que habituaba ayunar todos los sábados se ausentaba a la hora de la comida, desapareciendo de la vista de todos. Esto despertó la curiosidad de los monjes, que se preguntaban a dónde iría en secreto. Todos imaginaban que en su tiempo de ayuno se encontraba secretamente con Dios, y para averiguarlo designaron a un miembro del monasterio para que lo siguiera. El «espía» lo siguió y vio como el monje se disfrazaba de campesino y atendía a una mujer pagana paralítica, limpiando su casa y preparando para ella la comida del sábado.
Cuando el «espía» regresó, el abad le preguntó: «¿Qué ha hecho el hermano en sus horas de ayuno? ¿A dónde ha ido? ¿Le has visto ascender al cielo?». «No», respondió el otro, «ha subido aún más arriba».

Se acerca la Pascua, la fiesta más importante para los cristianos, y para prepararnos contamos con un «tiempo fuerte» de la liturgia que llamamos Cuaresma, que quiere decir cuarenta días; durante este tiempo acompañamos a Jesús en los cuarenta días que caminó por el desierto y recordamos los cuarenta años de peregrinación del pueblo hebreo hasta llegar a la Tierra Prometida. La Iglesia ofrece este tiempo para renovar la Alianza con el Señor y nuestro compromiso de vivir como hermanos. Por lo tanto, esta Cuaresma es un tiempo preciso para buscar juntos el camino que nos lleva a Dios, que es el Amor.

Señor, en esta Cuaresma te pedimos:
decisión para nuestros pasos;
fortaleza en las decisiones que tomemos;
alegría en medio de las dificultades;
constancia en el cansancio;
capacidad de levantarnos en las caídas;
dejarnos sorprender por ti;
abrir nuestro corazón a tu Palabra;
luz para el camino.
Que seas Tú, Señor, el que acompañe nuestros pasos.
Señor, queremos, esta Cuaresma, caminar CONTIGO. Amén

martes, 25 de febrero de 2020

REFLEXIÓN: Revisión del corazón

Seguro que cuando tu padre o tu madre preparan un viaje largo para iros de vacaciones en el coche, se encargan de tenerlo preparado, y si hace tiempo que no ha pasado por el taller, una revisión es lo prudente para tener el coche dispuesto a hacer muchos kilómetros con garantía.
Pues para tu vida, igual. Estar dispuesto significa tener disposición para. Pero cuidado, no te lances a lo loco, ala, ahí, “acelerao” sin pensárselo dos veces. Cuando las cosas se hacen así suelen salir bastante defectuosas porque surgen montones de imprevistos que no hemos tenido en cuenta.
Para tener nuestro corazón dispuesto tenemos que prepararlo y eso lleva algo de tiempo y esfuerzo, pero es verdad que si uno tiene la voluntad de querer hacer algo importante hace lo que haga falta para que las cosas salgan bien.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

lunes, 24 de febrero de 2020

COMENZAMOS LA SEMANA: Transformar tu cuerpo para ayudar a los demás

Ponte cómodo y cierra los ojos. Imagina que tu cuerpo se convierte en un automóvil que transporta a la gente de un lugar a otro. Imagina que tu cuerpo es un avión que lleva a la gente de un país a otro. Imagina que tu cuerpo es una nave espacial que va a la luna. Ahora imagina que te conviertes en una casa preciosa con muchas televisiones, vídeos y piscinas. Muchos visitantes acuden a ella a disfrutar de su lujo y confort. Imagina a todos ellos nadando en la piscina, viendo televisión y tomando comida deliciosa. Imagina que eres un supermercado repleto de buena comida, al que todo el mundo puede ir y elegir lo que quiera sin tener que pagar. Cuando la gente come, se sienten satisfechos y felices. Imagina que eres una medicina que cura a la gente. Todos los seres enfermos de este mundo se curan y son felices cuando toman la medicina. Piensa en tu juguete favorito. Imagina que eres ese juguete y que muchísimos niños juegan contigo. Siente ahora el amor y alegría que nace dentro de ti cuando ayudas y das alegría a toda esa gente que has visualizado en tu meditación. Te sientes relajado y feliz, y preparado para abrir los ojos sabiendo que puedes ayudar a otros a ser felices de innumerables maneras. Rezamos con esta oración:

Jesús, tú me enseñas que
para seguir tus pasos hay que servir a los demás.
Ayúdame a ser servicial,
a preocuparme por los demás,
a vivir pensando en ellos.
Enséñame a ayudar, a ser generoso y abierto,
a estar siempre dispuesto para dar una mano.
Quiero dar muchos frutos de buenas acciones.
Quiero ser solidario y amar a los demás
con gestos, hechos y actitudes, no sólo con palabras.
Ayuda a que mi semilla
pueda dar muchos frutos de cosas buenas.

viernes, 21 de febrero de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: Amor a los enemigos (Mt 5, 38-48)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente». Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo en cambio os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Jesús es muy concreto, no se anda por las ramas y pone cosas del día a día. Nos invita a ir poquito más allá, a ser mejor que el otro, a esforzarnos un poco más... Hay pequeñas cosas que podemos hacer y marcan la diferencia: dar las gracias, pedir las cosas por favor, hablar con una sonrisa al profesor o a los padres, ser amable en la calle, saber cuándo debemos hablar y cuándo callar... Y con esas sencillas cosas haremos lo que se nos pide este domingo: seremos capaces de cambiar, de hacer una conversión para ser mejor cristiano, mejor persona, mejor hijo/a.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

jueves, 20 de febrero de 2020

BUENOS EJEMPLOS: Ayuda en Acción

La Fundación Ayuda en Acción nace en 1981. Desde los primeros proyectos en la India hasta el día de hoy, su historia ha sido la de todas las personas a las que la organización ha apoyado y también la de quienes lo han hecho posible.
Somos una ONG apartidista y aconfesional que lucha contra la pobreza y la desigualdad. Impulsamos la dignidad y la solidaridad para la construcción de un mundo justo.
Tenemos más de 38 años de historia. Trabajamos en 20 países de América Latina, Asia, África y Europa, incluidos España y Portugal. Además, estamos desarrollando nuestra presencia en 3 nuevos países. En total apoyamos a más de 1,4 millones de personas.
Promovemos la solidaridad de las personas en un mundo global para impulsar que la infancia, sus familias y poblaciones que sufren pobreza, exclusión y desigualdad, desarrollen sus capacidades para conseguir sus aspiraciones de vida digna, de modo sostenible.
Aspiramos a un mundo sin pobreza, exclusión y desigualdad. Un mundo donde las personas se ayuden unas a otras y puedan desarrollar sus capacidades, disfruten plenamente de los derechos humanos que les corresponden y participen a través de cauces democráticos en las decisiones que afectan a sus vidas para ser así los protagonistas de su propio desarrollo.
Trabajamos desde la cooperación y corresponsabilidad de las personas ante los intereses comunes, el voluntariado al lado de los demás y de sus organizaciones, a través de redes y alianzas comprometidas con nuestra visión del mundo.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

miércoles, 19 de febrero de 2020

CUENTO: Pregunta a Dios

Por la calle vi una niña helada y tiritando de frío dentro de su ligero vestidito pidiendo comida, por su apariencia parecía que nunca conseguiría nada, esto me entristeció mucho y sentí coraje y le dije a Dios: ¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo? Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, me respondió: «Ciertamente que he hecho algo. Te hice a ti».

El Amor de Dios se quiere expresar a los demás a través nuestro, ¿Quiénes nos necesitan? ¿Qué problemas nos angustian y qué respuesta podemos dar?
«Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe... Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.» (1 Cor13, 1-3).
«El que dice: «Amo a Dios», y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?» (1Jn 4, 20).
Podríamos afirmar que en el fondo no hay más que un solo amor. El amor a Dios es amor a los hermanos.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

martes, 18 de febrero de 2020

REFLEXIÓN: Amar al estilo de Dios

Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos unos a otros.” (1Jn 4, 11)

Es fácil compartir lo que tenemos con los demás si estos son nuestros amigos, pero nos cuesta mucho cuando no lo son. Pero como dice san Juan en su carta, nosotros conocemos cuanto nos ama Dios, por lo tanto debemos amar a los demás como él nos ama, cuando compartimos, cuando aceptamos a los demás como son, estamos practicando el amor que Dios nos pide para con los que nos rodean, aunque nos caigan mal.

Todos necesitamos alguna vez ayuda para ser felices y lograr nuestras metas. Al preocuparnos y ayudar al prójimo sentimos una gran satisfacción, que nace del amor de Dios, cosa que no sucede cuando somos egoístas y nos apartamos de los demás. Los cristianos sabemos que no importan las diferencias, sociales, o de razas, todos somos especiales e importantes para Dios.
Dios nos ama y nos invita a ser semejantes a Él, amando a los que nos rodean.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

lunes, 17 de febrero de 2020

COMENZAMOS LA SEMANA: Mis manos

Sentados, invitamos a nuestros alumnos a que miren detenidamente sus manos. Mira tus manos, abre y cierra los puños suavemente. Contempla cómo se estira y encoge la mano, varias veces.
Junta las manos por las palmas, haciendo fuerza y soltando varias veces. Ahora extiende una mano y pasa por su contorno el dedo índice de la otra, recorriendo los dedos uno a uno, despacio, recreándote en la caricia. Repetimos cambiando de mano. Respiramos tres veces para cerrar la primera parte de esta actividad.

Reflexión: Nuestras manos son importantes, ¿sabéis por qué?... Con estas manos Dios nos hace colaboradores suyos para cuidar nuestro mundo. Por eso rezamos con esta oración:

Señor.
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.
Queremos hacer un mundo nuevo,
ser verdaderos constructores de tu reino de Amor.
Queremos trabajar por los pobres,
por los olvidados de todos.
Queremos vivir plenamente tu Evangelio.
Queremos gozar en Ti, Jesús.
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.

viernes, 14 de febrero de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: Cumplimiento de la ley (Mt. 5, 17-37)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Os lo aseguro si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano. Habéis oído el mandamiento: "No cometerás adulterio". Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Sabéis que se mandó a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor". Pues yo os digo que no juréis en absoluto. A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del maligno.

Dios no quiere que vivamos como esclavos, haciendo la voluntad del amo por miedo a lo que pueda pasar... Nos quiere felices, sonrientes... Y para eso tenemos que hacer las cosas libremente, saboreando cada momento... ¿A que ningún padre os obliga a jugar o ver vuestros dibujos animados favoritos? Somos nosotros los que vamos a la tele y ya sabemos el canal, nuestros dibujos, sus personajes... Sale desde dentro el ver esos dibujos, esa serie... Nadie nos tiene que decir nada.
Pues eso es lo que nos quiere decir Jesús también en el Evangelio de hoy. Quiere que hagamos las cosas desde dentro de nosotros, sin que lo veamos como una carga ni una orden... Quiere que hagamos las cosas bien para que luego no nos tengamos que arrepentir, para que podamos ser libres.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

jueves, 13 de febrero de 2020

BUENOS EJEMPLOS: Madre Teresa De Calcuta

Teresa de Calcuta decía que si no se vive para los demás, la vida carece de sentido. Y a eso dedicó su existencia: a los demás, por amor a Dios. Ésa es la causa de la huella imborrable que ha dejado en la Historia.
Curiosamente aunque todo el mundo la conoce como Teresa de Calcuta, ni se llamaba Teresa ni nació en Calcuta. Sus padres la bautizaron el 27 de agosto de 1910 en Spokje, un día después de nacer, con el nombre de Agnes que significa «pequeña flor» en albanés.
Su pasión por la vida de los misioneros la llevó a formar parte de niña del Sodalicio de Nuestra Señora, donde se interesaba por las historias de los misioneros jesuitas de Yugoslavia que estaban en Bengala.
La madre Teresa fue misionera en Calcula, uno de los lugares más pobres del mundo, ayudó y vivió entre leprosos y se dedicó a ellos de lleno. Todas las posesiones que quiso conservar se reducen a su túnica, que se convirtió en el hábito de su orden y que aún hoy en día llevan las hermanas que siguieron sus pasos.
Todo un ejemplo de dedicación y amor a los demás.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

miércoles, 12 de febrero de 2020

CUENTO: Pidiéndole a Dios

Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos, descalzo, viendo a través de la ventana y temblando de frío.
Una señora se acercó al niño y le dijo: "Mi pequeño amigo, ¿Qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?".
"Le estaba pidiendo a Dios que por si por favor me puede dar un par de zapatos, hace tanto frio". Fue la respuesta del niño.
La señora lo tomó de la mano y entraron a la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para el niño.
Preguntó si podía darle un recipiente con agua caliente y una toalla. El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó al niño a la parte trasera de la tienda le lavo cuidadosamente los pies, y se los secó. Para entonces el empleado llegó con los calcetines.
La señora le puso un par al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño. Le acarició la cabeza y le dijo:
"¡No hay duda mi pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!". Y más caliente dijo el niño. Cuando ella daba la vuelta para irse, el niño le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó:” ¿Es usted un ángel de Dios?".

Siempre que ayudamos a los demás, estamos prestando a Dios nuestras manos para que su bondad llegue a todos.
Compartir es la manera que tenemos de contar a los demás quién es Jesús, cómo hacía las cosas, qué les decía a sus discípulos que era lo más importante. También significa partir algo juntos. La palabra compañero quiere decir el que come el mismo pan, el que comparte. Vosotros tenéis muchos compañeros y compañeras con las que compartís el cole, el recreo, los juegos, pero hay muchos niños y niñas en el mundo que no tienen todo eso para compartir.
Con vuestra familia también compartís la comida. Otros niños como vosotros no tienen la comida necesaria para vivir, no pueden compartirla. Jesús nos propone poner en común lo que tenemos para que todos podamos vivir y nadie muera de hambre.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

martes, 11 de febrero de 2020

REFLEXIÓN: El amor

Amaos unos a otros como yo os he amado.”

El amor nada tiene que ver con el que nos venden el día de san Valentín, cargado de regalos y que apenas dura un día; sino, como Jesús nos enseñó, un amor hecho de pequeños sacrificios que ayuden a los demás, que nos acerquen más a los nuestros, y alegre a los que se sienten más solos. Un amor no de un día, ni de un mes, sino de una vida.
Un amor comprometido que saque lo mejor de nosotros y lo pasemos, al igual que pasamos nuestra luz, a amigos, familiares, compañeros, profesores…. y a todo el que lo necesite.
Queremos tener corazones grandes, dispuestos y atentos tanto en casa como en el colegio y el barrio, para iluminar cada rincón oscuro.
Recuerda: Antes de discutir, respira; antes de hablar, escucha; antes de escribir piensa; antes de herir, siente; antes de rendirte intenta; antes de morir, VIVE.
Si quieres ser feliz, haz feliz a alguien, si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

lunes, 10 de febrero de 2020

COMENZAMOS LA SEMANA: Abrázate

Empieza respirando de forma calmada. ¿Puedes sentir el ritmo de la respiración entrando y saliendo? Imagina que a tu alrededor están tus padres, hermanos y hermanas, tus amigos, maestros y los niños del colegio. Siente tu corazón abierto hacia ellos. Concéntrate en la respiración, en cómo entra y sale el aire. Imagina que con cada espiración envías luz blanca y felicidad a todos los que te rodean. Dales un abrazo. Ahora piensa en ti. Recuerda todo lo bueno que tienes; la bondad que muestras a los demás y cómo les ayudas cuando puedes. Recuerda también todas las veces que te has equivocado y has producido tristeza y dolor, tanto en ti como en los otros. Inspira y espira. Siente el centro de tu corazón transformándose en una luz muy pura. La luz que se irradia desde tu corazón te llena todo el cuerpo. Date un fuerte abrazo rodeándote el cuerpo con tus brazos durante un minuto. Siente tu corazón abierto. Terminamos con este texto:

Hoy sembraré una sonrisa... para que haya más alegría.
Hoy sembraré una palabra consoladora... para cosechar serenidad.
Hoy sembraré un gesto de caridad... para que haya más amor.
Hoy sembraré una oración... para que la persona esté más cerca de Dios.
Hoy sembraré palabras y gestos de verdad... para que no crezca la mentira.
Hoy sembraré serenidad de acciones... para colaborar con la paz.
Hoy sembraré un gesto pacífico... para que haya menos nervios.
Hoy sembraré justicia en mis gestos y palabras... para que reine la verdad.
Hoy sembraré un gesto de delicadeza... para que haya más bondad.
Hoy sembraré con humor… para que nuestras relaciones sean más amigables.

viernes, 7 de febrero de 2020

VIERNES 7 DE FEBRERO: Día del ayuno voluntario.

EVANGELIO DEL DOMINGO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

Este domingo es un gran día. Así de sencillo. Este día muchísimas personas en España, cientos de miles, colaborarán para quitar el hambre y la pobreza del mundo.
Nosotros, como cristianos, como niños y niñas que siguen a Cristo, no podemos quedarnos quietos... No podemos cerrar los ojos ante tanta injusticia...
Las «buenas obras» de las que habla Jesús son luz en situaciones de angustia, son sal en medio de vidas tristes, agotadas, insípidas.
El pueblo judío estaba obsesionado con las buenas obras para agradar a Dios. El profeta Isaías es muy claro: parte el pan con el pobre; no te desentiendas de los que sufren a tu lado. Pero Jesús en su evangelio, le da un giro distinto: si tu vida es como la de todos, no vives en el espíritu del Reino. Ser luz y ser sal en medio del mundo supone tomar decisiones, proponer alternativas, vivir de otra forma para que el Reino de Dios sea una realidad.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

jueves, 6 de febrero de 2020

BUENOS EJEMPLOS: MANOS UNIDAS

Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia española para la ayuda, promoción y desarrollo en los países empobrecidos. Con su trabajo hace realidad las palabras de Jesús en el Evangelio: “Tuve hambre y me disteis de comer” (Mateo 25).
En Manos Unidas creemos en la igualdad y la dignidad de las personas... en cuanto seres creados por Dios en Cristo. Por eso, defendemos y promovemos los derechos humanos.... como aspectos de la dignidad humana.
Lo hacemos mediante actividades de educación para el desarrollo y a través de proyectos de desarrollo, impulsando un desarrollo humano integral y sostenible, junto con nuestros socios locales y las comunidades a las que estos acompañan.
Pretendemos sensibilizar a la comunidad cristiana e invitar a compartir vida, experiencia y bienes; así, juntos, haremos realidad el plan de Dios: que todas las personas tengamos una vida en plenitud. «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10).
Ofrecemos a catequistas y formadores recursos para una educación que ayude al compromiso por el desarrollo humano integral, descubriendo nuestra corresponsabilidad en la perpetuación del deterioro medioambiental y proponiendo una conversión ecológica.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.


miércoles, 5 de febrero de 2020

CUENTO: El niño más solidario

En una ciudad se celebró un concurso para encontrar al niño más solidario. El ganador fue un niño de cuatro años, vecino de un anciano cuya esposa había fallecido recientemente. El niño al ver al anciano llorar en el patio de su casa, se acercó, se sentó en su rezago y comenzó a llorar. Cuando su mamá le preguntó qué le había dicho el vecino, el niño le contestó: «Nada, solo lloramos juntos».

¿Qué os parece? Algo tan sencillo tan bonito, pero que solo se le ocurrió a ese niño de cuatro años... compartir lo poco que tenía, sus lágrimas.
Esta historia nos vuelve a recordar lo que somos y lo que debemos ser: luz y sal, brillo y sabor... Todos sabemos hacer cosas buenas, pero la pereza a veces nos puede, ¿verdad? Pero hoy no... Hoy nos tomaremos en serio ser testigos de Jesús, de la Verdad, de la Vida...

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

martes, 4 de febrero de 2020

REFLEXIÓN: Podrías

Si hubieras nacido en otra tierra podrías ser blanco, podrías ser negro...
Otro país sería tu casa y dirías "sí" en otra lengua.
Te habrías criado de otra manera mejor, quizás, quizás peor.

Tendrías más suerte o quizás no tanta...
Tendrías amigos y juegos de otro tipo;
llevarías vestidos de saco o de seda,
zapatos de piel o tosca alpargata,
o irías desnudo perdido por la selva.

Podrías leer cuentos y poemas, o no tener libros ni saber de letra.
Podrías comer cosas golosas o sólo chuscos secos de pan negro.

Podrías..., podrías...

Por todo ello piensa que importa tener las manos bien abiertas
y ayudar a quien viene huyendo de la guerra,
huyendo del dolor y de la pobreza.
Si tú hubieras nacido en su tierra la tristeza de él podría ser la tuya.

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

lunes, 3 de febrero de 2020

COMENZAMOS LA SEMANA: Meditación para la Paz interior

Siéntate bien en la silla, piernas separadas y manos sobre la mesa. Cierra los ojos y haz 3 respiraciones profundas inspirando por la nariz y espirando por la boca. Seguidamente aparta todos tus pensamientos y haz silencio en tu mente por completo. Imagina tu mente como si fuera un lago tranquilo y calmado. Observa el ritmo de la respiración, el recorrido del aire respirado y desde donde respiras. Después relaja tu respiración a medida que relajas tu cuerpo. No permitas que los pensamientos que puedan aparecer te despisten. Desplaza ahora tu atención a tu corazón. Tu paz interior se encuentra en tu corazón. Pon tu mano derecha en tu corazón y siéntelo. Siente el latido de tu corazón y acepta todos los sentimientos que surjan y déjalos ir. Siente el latido de tu corazón y escucha este suave murmullo que pasa a través de ti. Siente cómo conectas a través de este latir con el latir de tu paz, con la calma y con la confianza. Y luego vuelve a poner la mano en su sitio. Sentimos la paz, la alegría y el amor en nuestro corazón, nuestra mente y nuestro cuerpo. Nos permitimos una sonrisa mientras meditamos, ya que es natural sonreír cuando afirmamos la verdad. Volvemos a hacer 3 respiraciones profundas y abrimos lo ojos. Leemos esta reflexión y continuamos nuestra tarea:

Pequeñas piedras pueden construir grandes montañas…
Pequeños pasos pueden cubrir muchos kilómetros...
Pequeños gestos de amor y ternura pueden hacer al mundo feliz...
Un pequeño abrazo puede secar muchas lágrimas…
Una pequeña palabra, amor, puede colmarnos de felicidad...
Una pequeña oración, puede obtener un milagro de Dios…
Una pequeña sonrisa, puede transformar el mundo...
Son esas pequeñas cosas las que construyen nuestro mundo...
Cuando pienso en ellas, cálidas imágenes vienen a mi mente.