jueves, 23 de diciembre de 2021

¡FELIZ NAVIDAD!

Una vez más,
celebramos tú Navidad, Jesús;
y una vez más te damos gracias por ello.

Nos sentimos felices
porque la paz es más fácil estos días.
Los hombres parecen quererse más
y en realidad se quieren más de verdad.

Te damos las gracias
por todo lo bello que trae la Navidad:
las luces, las vacaciones,
los regalos, los dulces, las personas…
Y te pedimos por los que no pueden
disfrutar de todas estas cosas:
el que pasa hambre, el que no tiene casa,
el que sufre la guerra, el que está enfermo,
el que está triste y el que está solo.

Gracias porque durante estos días
las personas comparten más las cosas y su vida.
Nos acordamos,
de los que no están en paz,
de los que están solos,
de los que sufren,
de los pobres.
Que todos nosotros
hagamos que la Navidad
no dure sólo los días de vacaciones,
sino que dure todo el año.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

VIVIR LA NAVIDAD

La Navidad está cerca; no, mejor, la Navidad está ya aquí.

Todo parece preparado: ya casi estamos de vacaciones, la televisión, los medios de comunicación, los anuncios, sólo hablan de Navidad; en nuestra casa ya hemos montado el Belén o el árbol; se escuchan villancicos por las calles, en los comercios… pero, ¿sólo esto va a ser nuestra Navidad?

María, contenta por lo que siente que va a suceder, tiene la necesidad de correr a comunicar a su familia la Buena Noticia de la cercana Salvación y por eso visita a su prima Isabel.

Al igual que María nosotros los cristianos, que hemos ido preparando la venida de Jesús en este Adviento, sentimos la necesidad de ser anunciadores de su próximo nacimiento, para que todos puedan vivir la Navidad. 



Con alegría nos acercamos a tu nacimiento Jesús, es tiempo de gozo y celebración, pero no tenemos que olvidarnos que esta alegría debe acompañarnos durante todo el año, ahora porque te esperamos, y el resto del año porque ya estás con nosotros.

Que alegría saber que estás siempre en nuestras vidas, que nos acompañas, nos arropas y estás pendiente de nosotros en todo momento. ¡Esta es la alegría del cristiano! Saber que tenemos el mejor compañero de viaje para nuestra vida. Gracias Señor por tu venida y por estar siempre presente en nuestras vidas.


martes, 21 de diciembre de 2021

REFLEXIÓN: DIOS SE HACE HERMANO

Dentro de pocos días nos juntaremos con la familia y celebraremos la Navidad, un tiempo de fiesta, felicidad, alegría… un año más de cantar villancicos, de hacer regalos y estar de fiesta.

¿Pero, qué pasa con las personas que no pueden celebrar nada estos días? Porque también se sufre en Navidad. La gente que pasa hambre también lo pasa en Navidad, la gente que está marginada en nuestra sociedad también lo está en Navidad y muchas otras injusticias que se siguen cometiendo aunque estemos en Navidad.

Nosotros tenemos la última palabra, Dios ya ha bajado para estar con nosotros, pero sólo se quedarán donde se le acepte y donde lo importante sean las personas y no el poder, donde el compartir se imponga al acumular, donde la fraternidad sea la forma de vida en lugar del odio y la discriminación.

Dios se hace hermano, se hace pequeño y sencillo. Aprendamos de él y vivamos en Navidad todo el año.

lunes, 20 de diciembre de 2021

ORACIÓN: ANUNCIAR LA BUENA NUEVA

Quisiera, Señor,
correr a anunciar a todos,
la Buena Noticia del nacimiento de Jesús.
Llevarla a mis amigos y conocidos,
a mi familia y a mis vecinos,
a todas las personas y niños
con los que me encuentre. 

Como María,
quiero presentarme a los demás,
porque el mundo necesita de Ti,
como la tierra reseca necesita de la lluvia. 

En este tiempo de Adviento
he procurado dejarme empapar por tu Palabra;
he recogido en mis manos
parte de la lluvia que Tú nos has regalado;
por eso, quiero ser portador de tu gracia,
de tu misericordia;
ofrecer a los demás mi alegría
y la Buena Noticia de que Tú,
Dios del amor misericordioso,
estás acampado entre nosotros. Gracias, Señor.

viernes, 17 de diciembre de 2021

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO: CAMINA

La prima de María, Isabel, vivía en un pueblo de la montaña, y estaba embarazada. Entonces María, que era más joven y también esperaba un niño, se fue a casa de Isabel para ayudarla. En cuanto entró por la puerta María, y saludó a Isabel, esta se llenó de alegría y dijo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Cómo es que viene a verme la madre del Mesías? En cuanto me has saludado, el bebé que llevo dentro saltó de alegría. Dichosa tú, María, porque has creído al Señor, y lo que él te ha dicho se va a cumplir”. (Adaptación de Lc 1, 39-45)

Estamos ya a las puertas de la Navidad y, en este cuarto domingo de adviento, la Iglesia nos propone como ejemplo y modelo a seguir a la Virgen María.

Ella, llena del Señor, lejos de quedarse en casa, marcha para ayudar a su prima Santa Isabel. Allá, tanto Isabel como Juan -que salta en su interior- reconocerán a la Madre del Señor.

Que también nosotros, a punto de comenzar la Navidad, sepamos reconocer a María como aquella que nos da al Salvador y que, también nosotros, salgamos al encuentro de las personas que en estos días más pueden necesitar una sonrisa, ayuda, estímulo, fe, esperanza o alegría.



ACOGER A DIOS EN NUESTRO COLEGIO

Esta próxima semana la dedicaremos a celebrar la Navidad en el Colegio con los villancicos, adornos, regalos y demás tradiciones que nos ayudan a recordar el nacimiento de Jesús. Pero también tendremos cuidado de que todas estas cosas no nos alejen de lo importante, del acontecimiento central de la Navidad: Dios se hace hermano y nos enseña a vivir como hermanos y como hijos de Dios. 

jueves, 16 de diciembre de 2021

ACOGER A DIOS EN NUESTRO CORAZÓN

Esta semana preparamos nuestro corazón para acoger en él a Jesús que viene a salvarnos. María lo acogió aceptando ser su madre, y también san José con su actitud de ser padre de Jesús y marido de María.

Abramos nuestro corazón en Adviento y, sobre todo, en Navidad, para preparar con buenas obras la venida de Jesús. El mundo está saturado de palabras por eso hay tantos sordos a la invitación que Dios nos hace a llevar una vida plena y en abundancia.

Silenciemos nuestro corazón para dejar a Jesús entrar en él; silenciemos nuestras propias palabras tantas veces incoherentes con nuestra manera de vivir; silenciemos nuestros pensamientos para abrirnos a Dios y dejar que su amor nos llene y nos sane.

¡Señor, quiero acogerte, entra en mi vida!
Quiero entrar en relación contigo por medio del silencio,
poner en tus manos todo mi ser por medio de la oración confiada.

¡Señor, quiero acogerte!
Entra en mi vida para no mirarme a mi mismo,
para levantar la cabeza y mirar a los que me rodean
acogiendo sus necesidades y sus sufrimientos.

¡Señor, quiero acogerte!
Entra en mi vida para confiar siempre en Ti,
para ser consciente de que estoy siempre en las mejores manos,
para tener paciencia cuando las cosas no salen como las tengo previstas,
para luchar contra aquello que me impide ser un verdadero discípulo tuyo.
para vivir siempre en tu presencia con las manos y el corazón abiertos.

¡Señor, quiero acogerte!
Entra en mi vida para vivir en plenitud contigo y con los demás,
para escuchar en todo momento tu voz que me habla en lo más profundo del corazón,
para profesar, desde la sencillez y la alegría, mi fe,
para respirar los dones del Espíritu en mi vida,
para escuchar tu voz y acoger tu gracia en mi corazón,
para comprometerme con el prójimo,
para darte gracias porque me ayudas a caminar por el camino del bien.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

REFLEXIÓN: ¿CÓMO PREPARAR EL NACIMIENTO DE JESÚS?

Estamos a pocos días de la Navidad, y debemos prepararnos para el nacimiento de Jesús. «¿Qué debemos hacer» para recibirlo con un corazón alegre y lleno de paz?

Es la misma pregunta que la gente hacía a Juan cuando anunciaba la venida de Cristo. Y sus respuestas fueron claras y precisas: compartir, ser justos y no mentir. Exigencias que hoy se hacen más necesarias que nunca en nuestro mundo, a veces tan egoísta. Juan El Bautista nos pide:
  • Solidaridad: Ayudar al que lo necesita;
  • Justicia: Dar a cada quien lo que merece;
  • Honestidad: No engañar ni mentir a otros para salirme con la mía.

En este adviento seamos solidarios compartiendo nuestro tiempo y amor; practiquemos la justicia respetando los derechos de los demás en casa, en la calle y en la escuela; y evitemos mentir o hablar mal de los demás…

Cuando en la familia o en la sociedad se viven la solidaridad, la justicia y la honestidad, se respira alegría y paz: ¡El camino para recibir a Jesús está preparado!

Para reflexionar:
  • ¿Soy capaz como Juan de reconocer que Dios es alguien importante en mi vida?
  • ¿Qué actitudes tengo que cambiar para dejar que llegue Dios a mi vida?

Oración:

Jesús,
ayúdame a reconocerte presente en mi vida.
ayúdame a cambiar las actitudes que
no me dejan descubrirte en mi vida,
las actitudes que hacen daño a los demás.
Que sea capaz, como Juan, de ser
mensajero/a de buenas noticias
y de alegrías para los demás.
Ayúdame a ver lo importante, a obrar desde el corazón
para cambiar lo torcido que hay dentro de mí,
para ayudar a cambiar a otros,
pero siempre desde el cariño y la comprensión.
Señor Jesús, enséñame a amar.

martes, 14 de diciembre de 2021

CUENTO: LA CANCIÓN DEL VIENTO

María, casi nunca había salido de Nazaret, y le costaba viajar a tierra extranjera. Hasta este día nunca había tenido que mendigar para encontrar un techo, y jamás había dormido al borde del camino. Los días se le hacían muy penosos. El sol brillaba sobre el mundo mientras que maría y José se apuraban por llegar a Belén. Pero en la noche María extrañaba.

Acostada en la oscuridad María pensaba en Nazaret: en su casita, en los rosales del jardín, en el aroma del jazmín bajo la ventana, en el murmullo del viento que jugaba entre el follaje de los árboles y en los arbustos desde bailaba entre las espigas.

¡El viento era un gran y viejo amigo! Por las mañana antes de que María se levantase entraba por la ventana abierta. Murmuraba dulcemente o soplaba enojado y María no tenía necesidad de mirar el cielo, pues sabría que tiempo habría según el olor o la humedad que traía. Pero aquí, en un país extranjero el viento parecía diferente, un viento que María no conocía y entonces se sentía más sola todavía.

Pero, ¿no es cierto que el viento sopla donde quiere?

Pues aunque parezca imposible, el mismo viento que rodeaba a María sentía su tristeza; ¿Cómo reconfortarla? Retuvo su soplo y reflexionó largo tiempo.

Normalmente tendría que soplar todo lo que pudiera y entra en todos los rincones por todas las fisuras. Sin embargo le parecía que María se sentía tan sola lejos de su país natal…

De repente, entonó otra canción. Cantó a la primavera de Nazaret, al grano que germina, a las corolas que se abren, a la gloria de las flores, al murmullo de las abejas. Y ese canto tan dulce, tan pleno de amor reconfortó el corazón de maría y se durmió feliz.

¡Que buen viento! No puede dejar de ocuparse de María, la dulce madre de Jesús. No hay que extrañarse que cuando se acerca el tiempo de navidad, el viento entona cánticos primaverales. Canta para maría, para que no se sienta tan sola y abandonada sobre tierra extranjera.

lunes, 13 de diciembre de 2021

ORACIÓN: ESCUCHAR A DIOS Y A LOS DEMÁS

El adviento es un tiempo para aprender a escuchar.

Nos gusta hablar, y nos cuesta escuchar.

Sin duda por eso nos dio el Señor

dos orejas pero sólo una lengua.

 

Escuchar en primer lugar a Dios,

que nos invita a ser mejores,

amables, cariñosos, amigos de todos,…

Y escuchar también a quienes

justo a nuestro lado sienten necesidad,

se encuentran solos, no tienen casa,

o sus papás han perdido el trabajo

y en casa el dinero está justo.

 

Te pedimos, Señor, que nuestro corazón

esté atento y a la escucha de toda persona

que a nuestro lado, en nuestra calle,

en nuestra ciudad, pasan hambre, frío,

o están enfermas.

viernes, 10 de diciembre de 2021

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO: CAMBIA

¿Os acordáis de Juan, el profeta de la semana pasada? Mucha gente se había unido a él, y le preguntaban: “¿Qué tenemos que hacer?” Él les decía: “El que tenga dos chaquetas, que dé una al que no tiene. Y el que tiene dos bocadillos, que haga lo mismo”. A unos que cobraban impuestos, les dijo: “No exijáis más de lo establecido”. Y a unos soldados: “No abuséis de las personas”. Todo el mundo estaba alucinado con las cosas que decía. Y pensaban que a lo mejor él era el Mesías (porque los judíos estaban esperando que Dios les mandase un Mesías, o sea, un salvador). Pero Juan les dijo: “El mesías aún no ha llegado. Él será mucho mejor que yo. Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego”. Y todos estaban muy ilusionados pensando en cuándo llegaría el Mesías. (Adaptación de Lc 3, 10-18)

Estamos ya tan cerca de la Navidad que los cristianos debemos vivir llenos de ALEGRÍA, de ESPERANZA, de CONFIANZA… en la venida del Señor.

Por ello debemos dar buenos frutos misericordiosos: compartir y repartir, no engañar a nadie, ser sencillos y vivir en esperanza. Orar, deseando la llegada del Señor. ¡Ojala muchos de los hombres que no lo conocen, supieran que la fe en Jesús, es fuente y causa de una alegría auténtica y duradera!



ACOGER A DIOS EN NUESTRO CORAZÓN 

El nacimiento de Jesús nos invita a convertir nuestros corazones en verdaderos pesebres que den acogida a los que sufren, a los tristes, a los más pobres. Que tu corazón, que mi corazón, sea un pesebre para que nazca el niño Dios y venga a disipar las tinieblas y la oscuridad del mundo.

jueves, 9 de diciembre de 2021

CELEBRAMOS LA INMACULADA

María, Virgen del Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.

Madre de los hombres,
de la mar estrella,
llévanos a Cristo,
danos sus promesas.

Eres, Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la reina.

Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna.

viernes, 3 de diciembre de 2021

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO: PREPÁRATE

En aquel tiempo, el emperador era Tiberio, el gobernador Poncio Pilato y el virrey era Herodes. Los sumos sacerdotes de los judíos eran Anás y Caifás. Y en medio de todos esos hombres poderosos, la palabra de Dios llegó a Juan, un chico muy sencillo, el hijo de Zacarías, en el desierto.

Inspirado por esa palabra recorrió toda la zona del río Jordán, invitando a la gente a bautizarse y convertirse. Repetía las palabras de otro profeta antiguo, y decía: “Yo soy la voz que grita en el desierto. Preparad el camino al Señor, allanad sus caminos. Quitad los obstáculos. Y todos verán la salvación de Dios”. (Adaptación de Lc 3, 1-6.)

Esta semana toma especial protagonismo Juan el Bautista que nos invita a allanar los baches, eso que no te gusta, eso que disimulas, eso que te remuerde por dentro, eso que en el silencio sereno sientes que no está bien… Sí, eso que no es ni Verdad, ni Bien, ni Vida. Todo lo que te deja más triste al final es bache que impide la llegada de Dios a tu existencia.

Esta semana también celebraremos la fiesta de la Inmaculada. El ejemplo y la protección de la Virgen María nos ayudan y animan a preparar el camino a Jesús que viene.



ACOGER A DIOS EN NUESTRA FAMILIA

Jesús quiere nacer en nuestra casa, se quiere acercar a nuestra familia. ¿Estamos dispuestos a acogerle? ¿Qué podemos hacer para que Jesús nazca en un hogar un poco mejor, un poco más bonito? Nos puede ayudar el imaginar el hogar de María y José, donde Jesús aprendió de sus padres el significado del amor y la entrega generosa.

jueves, 2 de diciembre de 2021

TE ESPERAMOS ¡VEN SEÑOR JESÚS!

 

Tú, Señor, sabes por dónde anda mi mente.
Tú conoces qué es lo que me distrae.
Tú estás al tanto de lo que me ocupa
 y preocupa.
Tú lees en mis adentros mejor que yo mismo.
Límpiame de miedos, apegos y caprichos,
libérame de deseos infinitos

y de gastos superfluos;
hazme sensible al dolor de mis hermanos
y ayúdame a trabajar por la justicia para que todos vivan bien.
Quiero estar derecho, alzar la cabeza, dar la mano

y esperar junto a mis hermanos
tu liberación que se acerca.
Desagóbianos, sosiéganos por dentro, haznos despertar,
para esperarte con alegría y gozar juntos de tu presencia.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

REFLEXIÓN: ESTAD PREPARADOS

El Adviento es tiempo de espera y de ilusión; tiempo de prepararnos para una visita especial. Quien espera a alguien está alerta, está preparado para salir al encuentro de aquel a quien espera. Está expectante para abrirla la puerta y recibirle… cuanto más especial es la persona esperada más especialmente preparamos al encuentro.

Dios se hace hombre y viene a visitarnos, nace entre nosotros y se hace niño. Por eso el adviento es tiempo de preparación, tiempo de ilusionarnos con su llegada. Un encuentro especial que necesitamos preparar de forma también especial.

«Estad también vosotros preparados», les dice Jesús a sus discípulos. «Estad también vosotros preparados», nos dice hoy también a nosotros.

Sólo quien se prepara para su llegada, es capad de descubrir qué significa su venida y sólo quien está preparado es capaz de vivir con sentido su nacimiento.

Para reflexionar:
  • ¿Estoy preparado para vivir de una forma especial el nacimiento de Dios entre nosotros?
  • ¿Qué sentido tiene la Navidad en mí?
  • ¿Cómo puedo preparar su llegada?

Oración:

Ven Señor a mi vida, ven y lléname:
de ilusión
de ternura
de amistad
de agradecimiento por lo que soy y tengo
de fortaleza para vencer los contratiempos.
Permite abrirte la puerta de mi «casa»
y a recibirte en mi vida