3 de octubre
VIERNES
Señor Dios, en este día especial,
queremos detenernos, hacer silencio y contemplar.
Hoy, 3 de octubre, celebramos el Tránsito de San Francisco de Asís,
su paso de esta vida a la Vida plena contigo,
y lo hacemos con gratitud, con esperanza y con el corazón abierto.
Gracias por regalarnos un año más el Tiempo de la Creación,
una oportunidad para mirar con ojos nuevos la belleza de tu obra,
para reconocer que todo está conectado,
y que somos parte de una gran familia: la familia de la Tierra.
Gracias por el aire que respiramos,
por el agua que nos limpia y nos da vida,
por la tierra que nos sostiene,
por los animales, las plantas, los paisajes,
y por cada ser humano que comparte con nosotros esta Casa Común.
Hoy, Señor, queremos aprender de Francisco,
que llamó hermano al sol y hermana a la luna,
que abrazó la pobreza con alegría,
que vivió en paz con todos, incluso con el lobo,
y que murió cantando, confiando en tu amor.
Que su Tránsito nos inspire a vivir con sencillez,
a cuidar lo que nos rodea,
a respetar la vida en todas sus formas,
y a buscar la paz en cada gesto, en cada palabra, en cada decisión.
Haznos jóvenes valientes,
capaces de tender puentes donde hay muros,
de dialogar donde hay conflicto,
de sembrar esperanza donde hay desesperanza.
Que en nuestro colegio, San Buenaventura,
sigamos el ejemplo de Francisco,
y vivamos cada día como una oportunidad para amar,
para servir, para cuidar, para construir un mundo mejor.
Hoy te damos gracias, Señor,
por la vida de San Francisco,
por el regalo de la creación,
y por la misión que nos confías como franciscanos:
ser instrumentos de tu paz. Amén.
Hoy, 3 de octubre, celebramos el Tránsito de San Francisco de Asís,
su paso de esta vida a la Vida plena contigo,
y lo hacemos con gratitud, con esperanza y con el corazón abierto.
Gracias por regalarnos un año más el Tiempo de la Creación,
una oportunidad para mirar con ojos nuevos la belleza de tu obra,
para reconocer que todo está conectado,
y que somos parte de una gran familia: la familia de la Tierra.
Gracias por el aire que respiramos,
por el agua que nos limpia y nos da vida,
por la tierra que nos sostiene,
por los animales, las plantas, los paisajes,
y por cada ser humano que comparte con nosotros esta Casa Común.
Hoy, Señor, queremos aprender de Francisco,
que llamó hermano al sol y hermana a la luna,
que abrazó la pobreza con alegría,
que vivió en paz con todos, incluso con el lobo,
y que murió cantando, confiando en tu amor.
Que su Tránsito nos inspire a vivir con sencillez,
a cuidar lo que nos rodea,
a respetar la vida en todas sus formas,
y a buscar la paz en cada gesto, en cada palabra, en cada decisión.
Haznos jóvenes valientes,
capaces de tender puentes donde hay muros,
de dialogar donde hay conflicto,
de sembrar esperanza donde hay desesperanza.
Que en nuestro colegio, San Buenaventura,
sigamos el ejemplo de Francisco,
y vivamos cada día como una oportunidad para amar,
para servir, para cuidar, para construir un mundo mejor.
Hoy te damos gracias, Señor,
por la vida de San Francisco,
por el regalo de la creación,
y por la misión que nos confías como franciscanos:
ser instrumentos de tu paz. Amén.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
2 de octubre
JUEVES
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
1 de octubre
MIÉRCOLES
En este TIEMPO DE LA CREACIÓN que un año más estamos celebrando, ayúdanos, Señor, a comprender que la paz es fruto del perdón y de la justicia. En la Oración de Buenos días y en este momento de guerra en muchos países, queremos pedirte que concedas el don de la paz y la reconciliación a este mundo herido, en especial, a tu Iglesia, para que el mundo crea que tú nos has enviado como instrumentos tuyos y sembradores de tu paz.
PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves
enfrentados.
NUESTRO, de todos. los millones de personas, que poblamos la tierra,
sea cual sea nuestra edad, color o lugar de nacimiento.
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS, y en la tierra, en cada hombre y mujer,
en los humildes y en los que sufren.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las
armas, sino con el susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor. Y aleja
de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes. En el cielo y en
la tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.
DANOS EL PAN DE CADA DÍA que está amasado con paz, con
justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de la cizaña que siembra
envidia y división.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.
LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: de las armas, del poder, de la sociedad de consumo, de vivir montados en el gasto, porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir en paz.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
30 de septiembre
MARTES
El profeta Isaías (32:14) describe la Creación desolada sin paz debido a la falta de justicia y la relación rota entre Dios y la humanidad. Esta descripción de ciudades devastadas y tierras baldías enfatiza el hecho de que los comportamientos destructivos humanos tienen un impacto negativo en la Tierra.
Nuestra esperanza: La Creación encontrará la paz cuando se restaure la justicia.
Todavía hay esperanza y la expectativa de una Tierra en paz.
Esperar en un contexto bíblico no significa quedarse quieto y en silencio, sino actuar, orar, cambiar y reconciliarse con la Creación y el Creador en unidad, arrepentimiento y solidaridad.
ORACIÓN
Príncipe de la Paz, hoy clamamos a ti por todos los lugares de nuestro mundo que sufren la guerra. Te pedimos tu intervención y tu avance en los conflictos que vemos en nuestras noticias, los que están en el primer plano de nuestras mentes... Oramos por la paz en Israel y Palestina.
Oramos por la paz en Ucrania.
Sabemos también, Dios, que hay otros conflictos mundiales también; donde es más difícil para nosotros entender el impacto diario que la guerra está causando... Oramos por la paz en Sudán.
Oramos por la paz en Myanmar.
Señor, te rogamos por una milagrosa desescalada de estos peligrosos conflictos. La violencia provoca violencia, pero te pedimos que la razón prevalezca sobre la rabia y la venganza.
Trae la sabiduría que conduzca a la justicia y el valor que traiga la reconciliación. Te rogamos que nos des corazones llenos de compasión; que nos impulses a buscar tu reino.
Recuérdanos que, al orar, nos unimos a ti, el Dios que “...Pones fin a las guerras en todos los confines de la tierra; que ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas, ha arrojado los carros al fuego.”
Príncipe de la Paz, a ti clamamos hoy: trae una paz duradera.
Venga tu reino y hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Amén.
29 de septiembre
LUNES
Cada año, el Comité Directivo Ecuménico del Tiempo de la Creación propone un tema para el Tiempo de la Creación. El tema de este año es “Paz con la Creación”, inspirado en el libro de Isaías. El profeta Isaías retrata una Creación desolada, desprovista de paz debido a la injusticia y a la relación rota entre Dios y la humanidad. Ciudades devastadas y páramos reflejan el impacto destructivo que las actividades humanas pueden tener en la Tierra. En particular, los animales se desplazan con facilidad y reclaman partes de lo que antes era un hábitat exclusivamente humano, como si el asentamiento humano les hubiera privado de espacio suficiente. Aunque la alegría de un pasto para los animales [Isaías 32:14] es sin duda algo bueno en sí mismo, se produce a costa del desplazamiento humano debido al conflicto.
ORACIÓN
Señor Jesús, tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre
que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
y el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros
hasta el fin de los tiempos. Amén.
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre
que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
y el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros
hasta el fin de los tiempos. Amén.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
26 de septiembre
VIERNES
Cuando las personas recurren a la violencia, a menudo es porque sienten que no hay otra solución a sus problemas. Al observar esta situación, ¿Cuáles son los problemas que solo Dios puede resolver? pídele a Dios que intervenga, cambiando las circunstancias que llevaron al estallido de la guerra y resolviendo los problemas que las personas enfrentan en medio del conflicto. Ponemos nombre a los lugares de dolor para que la oración llegue al corazón de la humanidad:
Por el fin del terrorismo en Burkina Faso y en la región del Sahel.
Por la paz en Camerún occidental.
Por los acuerdos de paz de Colombia.
Por la paz en Kivu, en la República Democrática del Congo, y por el fin de las tensiones con Ruanda.
Por la paz en Etiopía.
Por el fin de la violencia difusa en Haití.
Por el fin de la violencia en Irán y en Irak.
Por el fin del conflicto entre Israel e Irán.
Por la paz, la estabilidad y la convivencia pacífica en el Líbano.
Por la paz en Libia.
Por México, para que termine la violencia que provoca el narcotráfico.
Por Birmania.
Por el fin de los ataques y de la violencia en el norte de Mozambique.
Por la paz y el fin del terrorismo en Nigeria.
Por el fin del terrorismo y de los ataques contra los cristianos en Pakistán.
Por el fin de las tensiones entre India y Pakistán.
Por la reconciliación en Siria.
Por la paz en Somalia.
Por el fin de la guerra civil y de la violencia en Sudán y en Sudán del Sur.
Por el fin de la guerra de Ucrania, para que callen las armas y se encuentre la vía del diálogo.
Por la paz en Yemen.
Por la paz y el fin de la violencia en Tierra Santa, para que cese la guerra Gaza y por la liberación de los rehenes.
Por la liberación de todos los secuestrados que hay en el mundo.
Por los gobernantes, para que guíen el mundo por caminos de paz y de diálogo.
Bendice, protege y refuerza, Señor, el servicio de la Comunidad por la paz en todo el mundo. Te pedimos por todos los que trabajan por la paz.
Te pedimos, Señor, que desarmes el corazón y la mente de proyectos de muerte y de destrucción. Protege, acoge, acompaña y bendice a los más pobres, a los refugiados y a las víctimas de las guerras. Haz que nos mantengamos unidos a ti a la luz de tu Espíritu. Amén
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
25 de septiembre
JUEVES
En nuestra oración de buenos días, como Familia Franciscana, queremos unirnos a toda la comunidad cristiana en este Tiempo de la Creación para agradecer y alabar a nuestro Dios, fuente de vida y amor, por ser nuestro Creador. Al mismo tiempo, le pedimos la sabiduría para vivir como verdaderas criaturas suyas, sembrando “Semillas de Paz y Esperanza” en el cuidado de la creación, de la cual somos parte inseparable.
No podemos dejar de orar por la paz en tantos países del mundo ya que hemos sido creados para la paz y a vivir la fraternidad universal. Con fuerza clamamos paz para tantos hermanos y hermanas que sufren. Con nuestra oración pedimos fortaleza para resistir a la guerra y para “labrar y cuidar el jardín del mundo” (Génesis 2,15). Esto implica trabajar, cuidar, proteger y conservar la hermana Madre Tierra, en un espíritu de respeto mutuo entre el ser humano y la naturaleza.
Con San Francisco oramos:
¡Oh alto y glorioso Dios!, ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y veraz mandamiento. AMÉN
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
24 de septiembre
MIÉRCOLES
Nos decía el Papa Francisco en un encuentro por la paz: «¡Nunca más la guerra, nunca más el rugido de las armas, nunca más tanto sufrimiento! Que venga la paz en nuestros días, en este mundo nuestro. Dios, tú nos lo has prometido: «La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo» (Sal 84,11-12).
Ven, Señor, que es tarde y donde sobreabundó la destrucción que hoy también pueda hoy sobreabundar la esperanza de que es posible escribir y realizar una historia diferente. ¡Ven, Señor, Príncipe de la paz, haznos instrumentos y ecos de tu paz!» Estas palabras resuenan con fuerza en este tiempo de convulsión y desesperanza. Pongamos todo nuestro corazón en esta mañana para pedir a Dios la PAZ PARA TODOS LOS PUEBLOS.
ORACIÓN DEL PAPA JUAN XXIII
Señor Jesucristo, que eres llamado Príncipe de la Paz,
que eres Tú mismo nuestra paz y reconciliación,
que tan a menudo dijiste: "La Paz contigo, la paz les doy."
Haz que todos hombres y mujeres den testimonio
de la verdad, de la justicia y del amor fraternal.
Destierra de nuestros corazones cualquier cosa
que podría poner en peligro la paz.
Ilumina a los gobernantes
para que ellos pueden garantizar
y puedan defender el gran regalo de la paz.
Que todas las personas de la tierra
se sientan hermanos y hermanas.
Que el anhelo por la paz se haga presente
y perdure por encima de cualquier situación.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
23 de septiembre
MARTES
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
22 de septiembre
LUNES
En este TIEMPO DE LA CREACIÓN que un año más estamos celebrando, ayúdanos, Señor, a comprender que la paz es fruto del perdón y de la justicia. En la Oración de Buenos días y en este momento de guerra en muchos países, queremos pedirte que concedas el don de la paz y la reconciliación a este mundo herido, en especial, a tu Iglesia, para que el mundo crea que tú nos has enviado como instrumentos tuyos y sembradores de tu paz.
PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves
enfrentados.
NUESTRO, de todos. los millones de personas, que poblamos la tierra,
sea cual sea nuestra edad, color o lugar de nacimiento.
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS, y en la tierra, en cada hombre y mujer,
en los humildes y en los que sufren.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las
armas, sino con el susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor. Y aleja
de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes. En el cielo y en
la tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.
DANOS EL PAN DE CADA DÍA que está amasado con paz, con
justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de cizaña que siembra
envidia y división.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.
LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: de las armas, del poder, de la sociedad de consumo, de vivir montados en el gasto, porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir en paz.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
H
A lo largo y ancho de de nuestra madre tierra encontramos guerra y desolación en muchos lugares.... mejor decir en demasiados lugares. "Hay guerras de moda, guerras televisadas, guerras por interés, guerras eternas y guerras olvidadas", son guerras que producen dolor y soledad, el Colegio San Buenaventura en el TIEMPO DE LA CREACIÓN que estamos celebrando y a pocos día de celebrarse el día mundial de la paz, el 21 de septiembre pide la PAZ PARA TODAS LAS GUERRAS, queremos poner en este drama la visión franciscana, que no separa, que no elige, que no se posiciona, solo pide PAZ, con el dialogo, la palabra, el abrazo, el perdón, la oración fraterna y desde el corazón y un silencio verdadero. Nos duele la guerra y sus consecuencias por eso queremos traer a nuestro recuerdo las heridas abiertas y poner nuestra petición a Dios para que toque el corazón de hombres y mujeres que pueden transformar el mundo
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, las muertes en conflictos armados se han estado reduciendo en todo el mundo. A partir de 2012, con el estallido de guerras civiles una vez más en Medio Oriente, especialmente en Siria, el número de muertes ha vuelto a crecer y en especialmente en los últimos años con Ucrania, el Cáucaso y el conflicto entre israelíes y palestinos.
Hoy nuestra oración vuela hasta cada rincón del planeta donde hay una guerra entre estados o una guerra civil, guerras donde hay niños que sufren, madres que no saben como alimentar a la familia y padres obligados a ir a primera linea de combate.
Nuestra oración y silencio con:
- Rusia y Ucrania
- Israel y Palestina
- Yemen guerra civil, rebeldes hutíes respaldados por Irán y una colición liderada por Arabia Saudí
- Siria, guerra civil, desde 2011, milicias drusas y combatientes beduinos
- Sudán, guerra civil, desde 2023, fuerzas armadas sudanesas y fuerzas de apoyo rápido
- Etiopía, guerra civil finalizaron una guerra en 2022 y comenzaron otra en 2023, ejercito etíope y las milicias armadas Fano (tensiones con Sudán y Eritrea)
- Somalia, guerra civil imposición del Estado Islámico. yihadistas
- República Democrática del Congo, guerra civil ofensiva del M23 y rebeldes congoleños
- Nigeria, guerra civil, Boko Haram y bandas armadas.
- Afganistán, guerra civil imposición del Estado Islámico yihadistas
- La violencia con posibilidad que acabe en nuevas guerras civiles: Myanmar, donde la junta militar se enfrenta a las Fuerzas de Defensa del Pueblo y a etnias rebeldes. El Sahel, con imposición del Estado Islámico yihadistas en Malí, Burkina Faso y Níger; y en zonas de América Latina, Fuerzas militares y el narcotráfico. Dios de la PAZ y de la Vida, cura tu Tierra herida. Danos poder para elegir el camino que conduce a la vida. Guíanos por los senderos de la justicia, por amor a tu nombre, para que podamos experimentar de nuevo tu PAZ en la tierra.
18 DE SEPTIEMBRE
JUEVES
Cada año, del 1 de Septiembre al 4 de Octubre, la familia cristiana se une en esta celebración global de oración y acción para proteger nuestra casa común EL TIEMPO DE LA CREACIÓN. Este tiempo fue iniciado por el Patriarca Ecuménico Dimitrios I en 1989 como un día de oración por la creación para los ortodoxos.
Es un tiempo especial en el que celebramos a Dios como Creador y reconocemos a la Creación como el acto divino continuo que nos convoca como colaboradores para amar y cuidar el don de todo lo creado. Como seguidores de Cristo de todo el mundo, compartimos una llamada común a cuidar de la Creación. Somos co-creaturas y parte de todo lo que Dios ha hecho. Nuestro bienestar está entrelazado con el bienestar de la Tierra.
Este año nos unimos en torno al tema “Paz con la Creación” con el símbolo “Jardín de la Paz”, inspirado en el libro de Isaías, del Antiguo Testamento.
La paz es algo más que la ausencia de guerra. En la Biblia hebrea, shalom representa un concepto mucho más profundo, que va más allá de la ausencia de conflicto y se extiende a la plena restauración de las relaciones rotas, con Dios.
La restauración abarca nuestra relación con Dios, con nosotros mismos, con la familia humana y con el resto de la Creación. A lo largo de la historia, muchas actividades humanas han contribuido a la destrucción de
la Creación. Pero hoy, más que nunca, algunas actividades humanas adoptan la forma de una guerra contra la Creación. Nuestro impacto ha pasado de lo local a lo global, manifestándose en estilos de vida insostenibles, consumo excesivo, contaminación duradera y una cultura de usar y tirar.
ORACIÓN POR LA PAZ
Toda la Creación está llena de alabanzas a Dios, y nosotros estamos llamados a unirnos a ellas con alegría, rectitud y paz.
Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor, vemos conflicto y destrucción.
Reconocemos que: Nosotros mismos causamos conflicto y destrucción, y a menudo no caminamos por la senda de la paz. En todas partes del planeta, los seres humanos causan grandes daños, aun cuando sabemos que el alcance de la destrucción varía, y que en todas partes los seres humanos se encuentran entre las víctimas de nuestro profundo conflicto con la Creación.
Con demasiada frecuencia, no vivimos como estamos llamados a vivir. No somos
embajadores de la paz, la justicia y la reconciliación.
Dios de la Vida, cura tu Tierra herida.
Danos poder para elegir el camino que conduce a la vida.
Guíanos por los senderos de la justicia, por amor a tu nombre,
para que podamos experimentar de nuevo
tu PAZ en la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
MIÉRCOLES
Vivimos tiempos de turbulencias, agitación e incertidumbre, por lo que es urgente y fundamental que todos emprendamos acciones concretas para movilizarnos en favor de la paz.
Todas las personas tenemos un papel que desempeñar, desde las fuerzas de mantenimiento de la paz en primera línea de conflicto hasta los miembros de la comunidad educativa y los estudiantes en las aulas de todo el mundo, es necesaria la oración, el silencio y el diálogo para conseguir una paz plena y duradera.
ORACIÓN POR LA PAZ
y nosotros estamos llamados a unirnos a ellas con alegría, rectitud y paz.
Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor, vemos conflicto y destrucción.
Reconocemos que: Nosotros mismos causamos conflicto y destrucción, y a menudo no caminamos por la senda de la paz. En todas partes del planeta, los seres humanos causan grandes daños, aun cuando sabemos que el alcance de la destrucción varía, y que en todas partes los seres humanos se encuentran entre las víctimas de nuestro profundo conflicto con la Creación.
Con demasiada frecuencia, no vivimos como estamos llamados a vivir. No somos
embajadores de la paz, la justicia y la reconciliación.
Dios de la Vida, cura tu Tierra herida.
Danos poder para elegir el camino que conduce a la vida.
Guíanos por los senderos de la justicia, por amor a tu nombre,
para que podamos experimentar de nuevo
tu PAZ en la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
15 DE SEPTIEMBRE
LUNES
La devoción a la Virgen de la Fuensanta en Murcia es un vínculo arraigado en la historia y el alma de esta región. Como patrona, su presencia trasciende lo meramente religioso para convertirse en un símbolo de identidad y esperanza para los murcianos. Cada año, multitudes acuden a su santuario para elevar una oración y encontrar consuelo en su intercesión.
La Virgen de la Fuensanta no es solo una figura venerada, también una protectora que simboliza la conexión entre lo divino y lo terrenal. Su imagen evoca la maternidad, la compasión y la fortaleza espiritual, cualidades que inspiran confianza y devoción en aquellos que la invocan. Para los habitantes de Murcia, acudir a ella en oración es buscar su amparo y consuelo en momentos de necesidad y gratitud en tiempos de alegría.
Oración a la Virgen de la Fuensanta
Oh Dios, que a tu pueblo sediento
lo llevaste a las aguas salvadoras,
haz que comprendamos las maravillas de tu misericordia,
para que, ayudados poderosamente
con el auxilio de la Virgen María de la Fuensanta,
bebamos con alegría en la Fuente, que es Cristo,
el agua del Espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
12 DE SEPTIEMBRE
VIERNES
Tras un merecido descanso, estamos contentos al encontrarnos nuevamente en el comienzo de este curso. Este reencuentro con nuestros amigos nos une en torno a Jesús, que nos da la bienvenida y nos invita a caminar con Él, en la oración de la mañana. Damos gracias al Señor por todos los que nos educan cada día, pidiéndole especialmente que les ayude en las tareas de guiarnos en nuestra educación.
ORACIÓN
Salmo 119. Oración de Marcelo A. Murúa. Dame fuerzas.
Dame fuerzas para soportar las adversidades. Para no flaquear en la lucha. Para no creer haber llegado y saberlas todas. Dame fuerzas para aprender siempre del otro, para abrir los oídos y el corazón, para cambiar y perdurar en el cambio. Para cambiar mi camino si hace falta, para no cambiar de camino si no hace falta, para abrir caminos nuevos si abrirlos es lo que falta. Dame fuerzas para dar siempre más, para entregar siempre lo máximo, para pensar siempre lo mejor. Dame fuerzas para no comparar ni compararme, para comprender antes de ser comprendido, para escuchar antes de ser escuchado. Dame fuerzas para no bajar los brazos, para contagiar entusiasmo, para acompañar sin descanso. Dame fuerzas para animar a mis compañeros, para encender la esperanza, para tender la mano. Dame fuerzas para decir lo que creo, para creer lo que pienso, para vivir lo que creo. Dame fuerzas para vivir como vale la pena vivir, dando la vida, que es tiempo, trabajo, esfuerzo y compañía. Construyendo unidad, luchando la verdad, haciendo comunidad desde los pobres a todos. Entre aciertos, dudas y errores, anhelando coherencia y transparencia. Sumando valor y audacia para vivir, simplemente, siguiendo tus pasos, Señor, por los caminos del Evangelio construyendo un Mundo Nuevo. Dame fuerzas para vivir con sentido, para vivir como pienso, para pensar como vivo. Dame fuerzas para creer en la verdad, para buscar la verdad, para luchar por la verdad. Dame fuerzas.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
(Juan 14, 15-16.23b-26)
TESTIGOS DE ESPERANZA EN EL MUNDO.
Las aplicaciones de mensajería instantánea forman parte de nuestro día a día. Resultan muy útiles para transmitir avisos, documentos, tanto a nivel particular como para el trabajo, organizaciones… Pero a menudo recibimos tantos mensajes que no nos detenemos a leerlos bien, les echamos un vistazo y pasamos al siguiente, sin apenas darnos cuenta de lo que nos están diciendo. Y, lo que es peor, lo olvidamos con mucha rapidez.
El domingo celebraremos la Solemnidad de Pentecostés, el envío del Espíritu Santo, como escucharemos en la 1ª lectura: “Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar… se llenaron todos de Espíritu Santo”. Pentecostés cierra el tiempo Pascual y, como hemos estado diciendo ya desde el comienzo de la Cuaresma, en Pascua no sólo rememoramos algo que ocurrió hace tiempo, sino que actualizamos en nuestro ‘hoy’ lo que es y significa la Resurrección de Jesucristo.
Durante estas semanas hemos estado recibiendo muchos mensajes para ayudarnos a esta actualización, unos mensajes que también se han complementado con los que recibimos con motivo del Jubileo “Peregrinos de Esperanza”. Tantos mensajes, que corremos el peligro de pasar por ellos muy rápidamente y olvidarlos; para evitarlo, celebraremos Pentecostés.
En Pentecostés también actualizamos lo que es y significa, para quienes hoy somos y formamos la Iglesia, el envío del Espíritu Santo. Pentecostés supuso entonces el inicio de la misión evangelizadora y supondrá un nuevo impulso, especialmente para los laicos.
El domingo, simbólicamente, apagaremos el Cirio Pascual, símbolo de la Luz de Cristo Resucitado; pero eso no significa pasar a otra cosa y olvidar lo que hemos estado celebrando. El Señor nos deja el Espíritu Santo, que “será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”, para que continuemos la misión a la que nos Él nos envía: ser “Testigos de Esperanza en el mundo”