"Fue una intuición profética
y un momento de gracia"
"He elegido Asís como lugar para nuestra jornada de oración por el significado especial del hombre santo que aquí se venera —san Francisco—, conocido y venerado por tantos en el mundo, como símbolo de paz, reconciliación y fraternidad"
San Juan Pablo II
EL ESPÍRITU DE ASÍS 1986
Claves para entender el Encuentro Interreligioso en Asís convocado por el Papa. Celebración de los 25 años del encuentro. Benedicto XVI
30 años del encuentro del ESPÍRITU DE ASÍS
MÚSICA HAKUNA: TODO
Pero... ¿Qué es el Espíritu de Asís?
Día de oración y ayuno...
El 27 de octubre de 1986, el Papa san Juan Pablo II reunió en Asís a los líderes de las grandes religiones del mundo para hacer juntos un día de ayuno y oración por la paz. En ese encuentro los asistentes mantuvieron el ayuno y rezaron por la paz pero «cada uno a su manera». Es decir no se realizó una oración conjunta, sino que cada grupo rezó siguiendo sus creencias y liturgia por la paz. Tras ese momento se reunieron en la plaza delante de la Basílica de San Francisco, en el que cada dirigente rezó solo, San Juan Pablo II cerro el acto con un discurso y juntos rompieron el ayuno con un ágape.
- El Papa Benedicto XVI, el 27 de octubre de 2011, también estuvo presente en Asís, con ocasión de 25º aniversario del Espíritu de Asís, convocó a todas las religiones a una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en Asís, bajo el lema: “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”.
- El Papa Francisco en 2016, visitó Asís con motivo de los 30 años del "Espíritu de Asís", “Encuentro interreligioso por la paz entre los pueblos”. Con el Pontífice, estarán presentes también Bartolomeo I, patriarca ecuménico de Constantinopla, Sergio Mattarella, presidente de la República de Italia y más de 400 líderes religiosos y exponentes de la cultura.
San Juan Pablo II en aquel 27 de octubre, realizó uno de los gestos más comentados de su pontificado, donde tuvo que hacer frente a no pocas críticas por ello–: en la ciudad de san Francisco invitó a los representantes de las grandes religiones para orar por la paz, proponiéndoles "comenzar un camino común". Cada religión fue invitada a hacerlo según su propia tradición y espiritualidad.
A lo largo de sus más de 26 años de pontificado, San Juan Pablo II, escogió en tres ocasiones la ciudad de san Francisco para orar por la paz, junto con los líderes religiosos del mundo:
- La primera vez fue el 27 de octubre de 1986,
- La segunda el 10 y 11 de enero de 1993, con motivo del conflicto bélico en los Balcanes,
- Y la tercera el 24 de enero de 2002, enmarcada por los atentados a las torres gemelas, el 11 de septiembre de 2001.
A partir de aquel acontecimiento nació el llamado "Espíritu de Asís", que ha tenido continuidad y se ha afianzado gracias en especial al compromiso de la Comunidad de Sant' Egidio
(https://www.santegidio.org/pageID/1/langID/es/INICIO.html), fundada en 1968 en Roma por el profesor universitario italiano Andrea Riccardi y que se ha extendido a numerosos países.
Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Roma III. Experto en temas de la Iglesia católica. También es autor de varios libros sobre la problemática de la Iglesia en el siglo XX, sobre todo en los países mediterráneos.
Fundó la Comunidad de Sant'Egidio en 1968, una asociación de laicos católicos con centro en el barrio del Trastevere, Roma, dedicada a promover el diálogo y el ecumenismo en todo el mundo y que cuenta con más de 50 000 miembros en al menos setenta países.
Se ha escrito que el espíritu de Asís se inscribe en algunas actitudes típicamente franciscanas: humildad, fraternidad, intercesión por la paz, comunión o cohabitación espiritual, confianza para salir al encuentro del otro y establecer con él un diálogo. Y la convicción de estar todos bajo la mirada clemente y misericordiosa del único Absoluto, que precisamente por serlo nos supera a todos.
Francisco de Asís, además, tuvo la iniciativa de abrir el diálogo con el islam. Es sabido que en el año 1219, durante la quinta Cruzada, Francisco, superando los condicionamientos de su tiempo, cerca de Damieta, en el delta del Nilo, durante una breve tregua en los combates, tomó la decisión de dirigirse acompañado de un sólo compañero religioso a dialogar con el sultán Al Malik Al Kamil, soberano de Egipto y de Siria y nieto de Saladino, el cual lo recibió con todo respeto y lo escuchó y dialogó con él durante varios días. Cuando la tregua tocaba a su fin y Francisco y su compañero tenían que partir, el sultán, que había visto en él a un hombre de Dios, quiso ofrecerle unos obsequios muy generosos. Francisco, sin embargo, los rehusó cortésmente y se volvió al campamento cristiano con las manos vacías, pero acompañado de la numerosa escolta que le quiso poner el sultán, ante la mirada sorprendida tanto de los musulmanes como de los cristianos...
Benedicto XVI hizo uno de los gestos más significativos de su pontificado: en una intensa jornada visitó Asís y estuvo en los principales lugares que marcaron la vida y que conservan la memoria del fundador de los franciscanos. La visita papal se inscribió en la conmemoración de los 800 años de la conversión de san Francisco de Asís. Como se recordará, el Papa Juan XXIII, poco antes de que comenzaran los trabajos del Concilio Vaticano II, quiso también realizar una peregrinación personal a Asís, que tuvo en aquel momento una gran resonancia en los medios de información.
De Francisco de Asís se ha dicho que es un santo para todos los tiempos. Y la razón de esto es que muy pocos como él han logrado ser una imagen del mismo Jesucristo. El Papa teólogo quiso entrar directamente en el mensaje de Asís: "Asís nos dice que la fidelidad a la propia convicción religiosa, la fidelidad sobre todo a Cristo crucificado y resucitado, no se expresa con la violencia y la intolerancia sino con el respeto sincero del otro, con el diálogo, con un anuncio que interpela a la libertad y a la razón, en el compromiso por la paz y la reconciliación". Y del encuentro de su antecesor en Asís, en el año 1986, no dudó en afirmar que "fue una intuición profética y un momento de gracia".
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Desde entonces, cada año en esta fecha, 27 DE OCTUBRE, se nos invita a participar en esta jornada que busca el entendimiento entre los pueblos, buscando la justicia social y una convivencia pacífica. San Francisco decía a sus hermanos: “Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones” (TC 58). Sólo desde un corazón que está en paz consigo mismo se puede transmitir la paz a los hermanos. Nosotros, que pertenecemos a la familia franciscana, no podemos quedar impasibles a la llamada de ser constructores de paz. Por eso, os animamos a unirnos en oración, tal y como nos invita la Comisión Interfranciscana de Justicia Paz e integridad de la Creación (JPIC).
¿Por qué Juan Pablo II escogió Asís?
Sencillamente porque Asís es la ciudad de san Francisco. En palabras del Papa, Asís es el “lugar que la seráfica figura de san Francisco ha transformado en centro de fraternidad universal”. San Francisco es reconocido por propios y extraños como hombre de paz, de diálogo, de unidad, como el hombre que tenía el corazón abierto a todos, que tendió puentes en lugar de levantar muros, que se sentía hermano de todos, del sol y del viento, del agua y del fuego, incluso de los ladrones, del feroz lobo de Gubio y, en fin, hermano de la muerte.
¿Cuál fue la finalidad del encuentro?
En palabras de Juan Pablo II: “invito a todos los responsables de las Iglesias y Comunidades cristianas, así como de las demás grandes religiones del mundo a un encuentro especial de oración por la paz en la ciudad de Asís”. No se trataba de discutir sobre la paz o de buscar estrategias para promoverla. Simplemente se trataba de orar por la paz, una oración acompañada de silencios, de ayuno y de peregrinaciones.
Algunos interpretaron el encuentro recordando al canto de los Ángeles la noche de Navidad: “Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres que él ama”. En Asís se realizó la utopía de la familia humana reunida pacíficamente para convivir y orar por la paz. Una síntesis del espíritu de Asís la podemos encontrar en la Oración de la paz, atribuida a san Francisco. Juan Pablo II la leyó en presencia de todos los representantes de las religiones en el encuentro de 1986. Los invito a ponerse de pie y a orar juntos:
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna.
Estos encuentros interreligiosos de oración han ayudado a desactivar fundamentalismos y xenofobia. En palabras de Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, la entidad organizadora de los encuentros del ESPÍRITU DE ASÍS, “en un momento difícil, en el que van decayendo muchas redes de convivencia en las periferias de las grandes ciudades y se levantan muros no solo entre Europa y África, para defenderse de los migrantes, y también entre países europeos, debemos reconstruir juntos puentes de paz”.
Pero, tres décadas después de empeño por la paz y el diálogo, ¿por qué siguen siendo necesarios estos encuentros? Un profundo conocedor y difusor de los mismos, el ecumenista Pedro Langa Aguilar, OSA, da las claves, en una entrevista de la revista ‘Vida Nueva’
1.- Un soplo del Espíritu Santo para la paz en el mundoInspirado en el testimonio de san Francisco de Asís, la génesis del primer encuentro, en 1986, bebe del Vaticano II, de las encíclicas ‘Ecclesiam suam’ y ‘Noastra aetate’, de Pablo VI, y del decreto ‘Unitatis redintegratio’. En ellas, que son un canto al diálogo, se dice que no podemos ponernos a hablar con otras religiones si antes no nos hemos puesto de acuerdo con otras Iglesias cristianas. Juan Pablo II encontró la clave para hacerlo posible para evitar las muchas suspicacias que levantó aquel primer encuentro: no rezar juntos, sino estar juntos para rezar por la paz.
2.- La oración que desactiva los fundamentalismosEn 1986 aún no había caído el Muro de Berlín y Oriente Medio seguía siendo un polvorín. Tras el primer encuentro, se vio la necesidad de que aquella oración interreligiosa por la paz tuviera su continuidad, a lo que contribuyó la Comunidad de Sant’Egidio, que ha sembrado las semillas de Asís desde entonces en distintos lugares, y siempre con el apoyo de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Esos encuentros de oración por la paz han contribuido a desactivar muchos fundamentalismos a base de diálogo, paz y amistad.
3.- Acompañar el fenómeno migratorio globalAnte el reto que suponen las crisis migratorias en este siglo XXI, fundamentalmente a causa de las guerras y la pobreza, estos encuentros ayudan a entender y a acompañar a los que llegan, que lo hacen con una cultura y religión propia. Por eso, hay que entender que si hay tantas religiones es porque Dios lo ha querido así y toca trabajar para establecer un clima de fraternidad entre todas, a reconocer que las diferencias no pueden llevarnos al enfrentamiento, sino al respeto, a la colaboración y a la edificación de la paz, de lo que la Comunidad de Sant’Egidio ha dado muestra en sus mediaciones internacionales. El propio papa Francisco ha tenido en cuenta estas consideraciones en su viajes a Lampedusa, Lesbos y Bari.
4.- Tender la mano también hacia los no creyentesEn el encuentro que el papa Benedicto XVI presidió el 27 de octubre de 2011 se produjo un salto cualitativo en la configuración de estos encuentros: no participarían solo fieles de distintas creencias: también se invitaría a los que no tenían ninguna. De esa manera, Asís tomaba la forma de un simbólico patio de los gentiles para los creyentes y para los no creyentes.
5.- Ayuda a concretar la Iglesia en salida del papa FranciscoLa llegada del papa Francisco dio un nuevo impulso al Espíritu de Asís, de tal manera que este admirador del ‘Poverello’ lo lleva consigo en cada uno de los viajes apostólicos que emprende. Y aunque visitó Asís con motivo del 30º aniversario de estos encuentros de oración, ese espíritu forma parte importante también de la Iglesia en salida que proclama, en donde se invita a no quedarse encerrado en la sacristías, sino a salir al encuentro del otro, sea quien sea y venga de donde venga.
En 1990, Juan Pablo II habló de «crisis ecológica» y, destacando que ésta tiene un carácter predominantemente ético, hizo notar «la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad». Este llamamiento se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes manifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no tomar en seria consideración
¡EL CAMBIO CLIMÁTICO EXIGE QUE CAMBIES!(Espíritu de Asís 2024)Cualquier ciudadano de a pie puede saber, a estas alturas de la vida, lo qué es el cambio climático como realidad que está ya afectando al planeta y a quienes vivimos en él. Pero para muchos es como quien oye llover. Mientras tanto, parece que la cosa va a peor. Sin embargo, hay personas sensibles que actúan en el kilómetro en que se mueve su vida. Han llegado a la conclusión de que el cambio climático aminora en sus negativas consecuencias si se actúa.
Hace pocos meses se nos daba la noticia de que una asociación de mujeres mayores de Suiza había denunciado a su propio país ante el Tribunal de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo. Este tribunal les dio la razón al determinar que el Gobierno suizo incumple sus propios objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, porque no han actuado de manera oportuna y adecuada para concebir, redactar y aplicar la legislación y las medidas pertinentes. Exigir cambios al propio país: he ahí una vía abierta de actuación ante el cambio climático. Mientras celebrar el Espíritu de Asís no apunte al cambio, no hemos llegado a la meta deseada.
Quizá haya que comenzar por pensar, por interiorizar lo relativo al cambio climático. Y, para ello, nos puede ser de gran ayuda volver a leer el breve documento del Papa Francisco llamado Laudate Deum: sobre la crisis climática. Releamos lo más esencial del documento:- Alabanza a Dios frente al desafío climático. Este documento, lanzado el 4 de octubre de 2023, es una continuación de la encíclica «Laudato si» de 2015. El Papa afirma, “Por más que se pretendan negar, esconder o disimular, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes”.
- Emergencia climática actual. No se está reaccionando adecuadamente frente al cambio climático y nos acercamos a un punto de ruptura. El Papa afirma, “Pareciera que la culpa es de los pobres. Pero la realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial”.
- Evidencia de cambio climático. En el primer capítulo, se subraya cómo fenómenos extremos y eventos climáticos anómalos, como sequías, inundaciones, calentamiento del mar, etc., se han intensificado. El Papa destaca que estos cambios climáticos, impulsados por la humanidad, aumentan la probabilidad de estos fenómenos extremos: “Ya no se puede dudar del origen humano del cambio climático”.
- Injusticia hacia los pobres. Critica el documento a quienes culpan a las poblaciones empobrecidas por el cambio climático, señalando que una pequeña porción rica del mundo contamina más que la mitad más pobre de la población mundial.
- Origen humano del calentamiento global. Francisco enfatiza que no se puede dudar del origen humano del cambio climático, mencionando cómo la concentración de gases de efecto invernadero ha aumentado drásticamente en los últimos 50 años.
- La peligrosa tecnocracia. En el segundo capítulo, el Papa discute el peligro del paradigma tecnocrático, donde se prioriza el poder tecnológico y económico sin considerar la ética y la responsabilidad. El Papa afirma, “La decadencia ética del poder real se disfraza gracias al marketing y la información falsa”.
- Desafío del poder y la política internacional. El Papa resalta la decadencia ética del poder, destacando cómo el marketing y la desinformación pueden manipular a las poblaciones. “Es de esperar que esto ocurra con respecto a la crisis climática. Si los ciudadanos no controlan al poder político, tampoco es posible un control de los daños ambientales”.
- Historia de las conferencias climáticas 2023. Francisco repasa las conferencias climáticas anteriores, incluyendo la de París y la de Glasgow, señalando sus limitaciones y la falta de sanciones efectivas.
- Expectativas para la COP de Dubái. El Papa Francisco expresa esperanza para la COP28, instando a una aceleración en la transición energética y a compromisos efectivos. “No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética”.
- Necesidad de un compromiso colectivo. Francisco insta a dejar de ridiculizar el tema medioambiental, reconociéndolo como un desafío humano y social, y llama a todos a trabajar juntos para enfrentar la crisis climática. “Aceptemos finalmente que es un problema humano y social en un variado arco de sentidos. Por eso se requiere un acompañamiento de todos”.
La COP28 se celebró en Dubai en diciembre de 2023 y el resultado no fue espectacular precisamente. Allí, los 158 países participantes se comprometieron tímidamente a reconocer los impactos ambientales de la agricultura, y en especial de los sectores más vulnerables al cambio climático. Casi todo sigue por hacer y de ahí la exigencia que apunta a quien, con buena fe, quiera celebrar el Espíritu de Asís 2024.- Exigencia política: no es una fantasía inalcanzable el anhelo de forzar a los gobiernos nacionales a aplicar, por lo menos, los acuerdos que salen de las COP. Para ello habrá que cultivar la incidencia política, comenzando por analizar, a la hora del voto, lo que un partido concreto diga sobre su compromiso con el cambio climático. A más compromiso, más apoyo en las urnas; a menos compromiso, más negativa de voto.
- Exigencia social: tampoco es una fantasía pensar que, como se ha hecho con el tema de la regularización de inmigrantes, pueda presentarse ante el Congreso una Iniciativa Popular Legislativa sobre el cambio climático. ¿No estaría llamada la familia franciscana a apoyar a grupos que pidan esa IPL e, incluso, a entrever la posibilidad de liderar tal iniciativa movilizando las muchas fuerzas franciscanas (evangelizadoras, educativas, asistenciales, que existen en todos los ámbitos del Estado español?
- Exigencia eclesial: Cáritas y la Iglesia han apoyado en España la IPL sobre inmigración. Se podría exigir a las instituciones eclesiales un similar apoyo al tema del cambio climático. El pasado 5 de diciembre se convocó un encuentro con el lema “La Cumbre del cambio climático y el cuidado de la casa común” que reunió a diversas organizaciones vinculadas a la Iglesia, incluyendo, además de la Fundación Pablo VI, al Movimiento Católico Mundial por el Clima; Movimiento Scouts Católico; Cáritas; y Manos Unidas, entre otras. Sería bueno exigir algo más que un mero encuentro.
- Exigencia franciscana: pertenecer al “movimiento franciscano”, en cualquiera de sus formas, deriva en la responsabilidad adquirida de cuidar la casa común. Es algo inherente al carisma franciscano. De tal manera que podría decirse que hoy no se puede ser franciscano sin incorporar a la espiritualidad y a la práctica este elemento del cambio climático. La Interfranciscana habría de sentirse urgida por este tema y tendría que presentar a los hermanos y hermanas un plan concreto de trabajo en este campo.
- Exigencia personal: es aquí donde cada uno puede responder con generosidad en cuatro campos: a) el campo de reciclaje y la reutilización. Son las famosas cuatro “R”: reducir, reutilizar, reciclar, recuperar. El cambio climático tiene que ver con esto, además de la urgencia de reducción de los gases de efecto invernadero que dependen en gran parte del sector industrial. b) el campo de la oración y la espiritualidad: porque una oración con compromiso es un potente dinamismo de actuación. c) el campo de la formación: porque no venimos de un mundo sensible a la problemática del cambio climático y, dada la complejidad del tema, necesitamos continua formación sobre ello. d) el campo de la política: apoyando las pequeñas acciones locales que, con frecuencia, versan sobre la problemática del cambio climático. Estas acciones son el reflejo externo del verdadero valor que se otorga al tema.
Dice Simone Weil algo muy clarificador: “El valor de una forma de vida religiosa, o, más en general, espiritual, se aprecia por la iluminación proyectada sobre las cosas de este mundo”. Porque nuestros modos de vida creyente han podido hacernos creer que eso de las “realidades temporales” era algo secundario ante el valor absoluto de las “realidades eternas”. Nada más lejos de la realidad. Una cosa está imbricada en la otra y se vuelven necesarias ambas dos. Pero la cruda realidad es que “lo espiritual” se ha llevado el gato al agua en perjuicio de “lo social”. Es hora de volver a mezclar ambas realidades. Eso lleva a potenciar el elemento “político” del seguimiento a Jesús, lo social. Por eso, nos atreveríamos a decir que la sensibilidad ante el cambio climático es necesaria hoy para ser seguidor del Nazareno. No pensemos que esto sea una exageración.
Se puede argumentar, de una manera muy genérica, que todos estamos preocupados por el cambio climático. Y, aunque eso sea cierto, nos falta dar un paso adelante para concretar esa certeza. Nos falta poner rostro externo a nuestra convicción interna. Quizá necesitemos una mística de grupo social, creer que por el mero hecho de ser personas, estamos llamados a acciones comunes. La gran cuestión del cambio climático demanda una respuesta social, común, de grupo. Hasta para eso es necesaria la fraternidad. La vida franciscana que hace de la fraternidad el centro de su opción habría de ser especialista en generar apoyos comunes a favor de las causas sociales. Allí donde haya un movimiento social en torno al cambio climático, allí deberían estar presentes los hermanos y amigos de Francisco de Asís.
Dice J. Saramago que “No cambiaremos la vida si no cambiamos de vida”. Celebrar el Espíritu de Asís desde la perspectiva que exige el Cambio Climático lanza un dardo afilado al corazón de todos: ¿estás dispuesto a cambiar de vida? Ojalá la respuesta no esté en el viento, sino en el interior donde se forjan las decisiones que ya no se vuelven atrás.
Fidel Aizpurúa Donazar, Capuchino
- Alabanza a Dios frente al desafío climático. Este documento, lanzado el 4 de octubre de 2023, es una continuación de la encíclica «Laudato si» de 2015. El Papa afirma, “Por más que se pretendan negar, esconder o disimular, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes”.
- Emergencia climática actual. No se está reaccionando adecuadamente frente al cambio climático y nos acercamos a un punto de ruptura. El Papa afirma, “Pareciera que la culpa es de los pobres. Pero la realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial”.
- Evidencia de cambio climático. En el primer capítulo, se subraya cómo fenómenos extremos y eventos climáticos anómalos, como sequías, inundaciones, calentamiento del mar, etc., se han intensificado. El Papa destaca que estos cambios climáticos, impulsados por la humanidad, aumentan la probabilidad de estos fenómenos extremos: “Ya no se puede dudar del origen humano del cambio climático”.
- Injusticia hacia los pobres. Critica el documento a quienes culpan a las poblaciones empobrecidas por el cambio climático, señalando que una pequeña porción rica del mundo contamina más que la mitad más pobre de la población mundial.
- Origen humano del calentamiento global. Francisco enfatiza que no se puede dudar del origen humano del cambio climático, mencionando cómo la concentración de gases de efecto invernadero ha aumentado drásticamente en los últimos 50 años.
- La peligrosa tecnocracia. En el segundo capítulo, el Papa discute el peligro del paradigma tecnocrático, donde se prioriza el poder tecnológico y económico sin considerar la ética y la responsabilidad. El Papa afirma, “La decadencia ética del poder real se disfraza gracias al marketing y la información falsa”.
- Desafío del poder y la política internacional. El Papa resalta la decadencia ética del poder, destacando cómo el marketing y la desinformación pueden manipular a las poblaciones. “Es de esperar que esto ocurra con respecto a la crisis climática. Si los ciudadanos no controlan al poder político, tampoco es posible un control de los daños ambientales”.
- Historia de las conferencias climáticas 2023. Francisco repasa las conferencias climáticas anteriores, incluyendo la de París y la de Glasgow, señalando sus limitaciones y la falta de sanciones efectivas.
- Expectativas para la COP de Dubái. El Papa Francisco expresa esperanza para la COP28, instando a una aceleración en la transición energética y a compromisos efectivos. “No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética”.
- Necesidad de un compromiso colectivo. Francisco insta a dejar de ridiculizar el tema medioambiental, reconociéndolo como un desafío humano y social, y llama a todos a trabajar juntos para enfrentar la crisis climática. “Aceptemos finalmente que es un problema humano y social en un variado arco de sentidos. Por eso se requiere un acompañamiento de todos”.
- Exigencia política: no es una fantasía inalcanzable el anhelo de forzar a los gobiernos nacionales a aplicar, por lo menos, los acuerdos que salen de las COP. Para ello habrá que cultivar la incidencia política, comenzando por analizar, a la hora del voto, lo que un partido concreto diga sobre su compromiso con el cambio climático. A más compromiso, más apoyo en las urnas; a menos compromiso, más negativa de voto.
- Exigencia social: tampoco es una fantasía pensar que, como se ha hecho con el tema de la regularización de inmigrantes, pueda presentarse ante el Congreso una Iniciativa Popular Legislativa sobre el cambio climático. ¿No estaría llamada la familia franciscana a apoyar a grupos que pidan esa IPL e, incluso, a entrever la posibilidad de liderar tal iniciativa movilizando las muchas fuerzas franciscanas (evangelizadoras, educativas, asistenciales, que existen en todos los ámbitos del Estado español?
- Exigencia eclesial: Cáritas y la Iglesia han apoyado en España la IPL sobre inmigración. Se podría exigir a las instituciones eclesiales un similar apoyo al tema del cambio climático. El pasado 5 de diciembre se convocó un encuentro con el lema “La Cumbre del cambio climático y el cuidado de la casa común” que reunió a diversas organizaciones vinculadas a la Iglesia, incluyendo, además de la Fundación Pablo VI, al Movimiento Católico Mundial por el Clima; Movimiento Scouts Católico; Cáritas; y Manos Unidas, entre otras. Sería bueno exigir algo más que un mero encuentro.
- Exigencia franciscana: pertenecer al “movimiento franciscano”, en cualquiera de sus formas, deriva en la responsabilidad adquirida de cuidar la casa común. Es algo inherente al carisma franciscano. De tal manera que podría decirse que hoy no se puede ser franciscano sin incorporar a la espiritualidad y a la práctica este elemento del cambio climático. La Interfranciscana habría de sentirse urgida por este tema y tendría que presentar a los hermanos y hermanas un plan concreto de trabajo en este campo.
- Exigencia personal: es aquí donde cada uno puede responder con generosidad en cuatro campos: a) el campo de reciclaje y la reutilización. Son las famosas cuatro “R”: reducir, reutilizar, reciclar, recuperar. El cambio climático tiene que ver con esto, además de la urgencia de reducción de los gases de efecto invernadero que dependen en gran parte del sector industrial. b) el campo de la oración y la espiritualidad: porque una oración con compromiso es un potente dinamismo de actuación. c) el campo de la formación: porque no venimos de un mundo sensible a la problemática del cambio climático y, dada la complejidad del tema, necesitamos continua formación sobre ello. d) el campo de la política: apoyando las pequeñas acciones locales que, con frecuencia, versan sobre la problemática del cambio climático. Estas acciones son el reflejo externo del verdadero valor que se otorga al tema.
Cumbres del clima
¿Qué es una COP?
Conferencia de las Partes (En la actualidad son 198 las Partes) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC) son reuniones internacionales clave, que reúnen anualmente a los líderes mundiales con el objetivo de tomar las decisiones necesarias para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones (acordados en París en 2015) necesarios para frenar la emergencia climática en la que vivimos.La primera se produjo en Río en el año 92 y tuvieron que pasar 21 cumbres hasta que en 2015 el Acuerdo de París se convertía en un tratado global ratificado por casi 200 países. Un hito histórico que crea un marco que posibilita la acción hacia la transformación a un modelo de desarrollo bajo en emisiones.París necesita concretarse en acción e incrementar la ambición porque nos estamos quedando sin tiempo. Algo muy positivo que se planteó en el Acuerdo de París fue crear puntos intermedios para recapitular y ver cómo lo estamos haciendo, y cuánto de cerca, o de lejos, estamos de los objetivos marcados a 2030. Sin embargo, con los compromisos adquiridos, nos encaminamos a una ascenso de 3ºC.Lamentablemente, desde la de 2015 (COP 21) no hemos vuelto a vivir una COP que haya adoptado decisiones ambiciosas para evitar superar el 1,5 º, cifra que marca la ciencia como punto de no retorno.
Un paseo por las Cumbres del ClimaRepasemos las cumbres más recientes y las más históricas de las 28 celebradas, desde que comenzaran en 1996.
La 29.ª COP se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024.2023 - DUBAI (COP 28)2022 - EGIPTO (COP - 27)2021 - GLASGOW (COP 26)2019 - CHILE / MADRID (COP 25)2015 - CUMBRE DE PARÍS (COP 21)2013 - VARSOVIA (COP 19)2009 - COPENHAGUE (COP 15)1997 - KYOTO (COP 3)1992 - CUMBRE DE LA TIERRAEn 1990 la Iglesia Católica comienza a hablar de "CRISIS ECOLÓGICA"
Emergencia climática: medio grado puede cambiarlo todo
El cambio climático avanza más rápidamente de lo que se esperaba.
De seguir a este ritmo con este elevado volumen de emisiones de CO2 a la atmósfera, la temperatura subirá más de 3ºC para finales de este siglo, algo que no nos podemos permitir. La ciencia es clara y ya ha hecho su parte, sin embargo muchos gobiernos están bloqueando los avances políticos hacia una economía descarbonizada.
El cambio climático avanza más rápidamente de lo que se esperaba.
De seguir a este ritmo con este elevado volumen de emisiones de CO2 a la atmósfera, la temperatura subirá más de 3ºC para finales de este siglo, algo que no nos podemos permitir. La ciencia es clara y ya ha hecho su parte, sin embargo muchos gobiernos están bloqueando los avances políticos hacia una economía descarbonizada.