Al llegar el descanso de este día recuerdo:
- Lo mejor que me haya sucedido hoy... Gracias Señor.
- Una palabra recibida en el día de hoy y que me ha hecho feliz (leída, escuchada...)... Sí, Señor.
- Algo que puedo mejorar para mañana... Lo haré, Señor.
Guarda mi sueño Jesús y el de todos los que hoy nos ponemos en tus manos.
¡Oh, alto y glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón.
Dame fe recta, esperanza cierta,
caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor;
para cumplir tu santo y veraz mandamiento!. Amén.
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