viernes, 29 de abril de 2022

EVANGELIO DEL DOMINGO: MILAGROS EN LO COTIDIANO

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, Los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.

Simón Pedro les dice: Me voy a pescar.

Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo.

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado?

Ellos contestaron: No.

Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.

La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: Es el Señor.

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces que acabáis de coger.

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice: Vamos, almorzad.

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado.

Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

(Juan 21, 1-19)
  
Hay algo muy humano: desalentarse. Hay algo muy divino: animar en lo cotidiano.

Es fácil desanimarse cuando las cosas no salen bien, cuando no pescamos nada, cuando los resultados no se ajustan al esfuerzo… Sin embargo, Jesús Resucitado está atento e invita, nuevamente, a lanzar las redes, a lanzar las ilusiones, a no quedarnos en la derrota, sino a seguir luchando hasta llegar a la meta que es descubrirlo a Él, en la cotidianidad de colores, tapados a veces por nuestra manera de mirar y de actuar.

Gracias, Jesús Resucitado, por tu pesca de colores, que ilumina y embellece nuestro caminar como Iglesia, en barca o haciendo surf para entrar en las difíciles olas de los “descartados”.

Señor Resucitado, tu voz nos desborda, nos eleva y lanza hacia ti. Nos acoges, alimentas y das calor. Siempre, ¡gracias!

Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.

jueves, 28 de abril de 2022

CREER EN JESÚS RESUCITADO

Como es natural, no todos los discípulos creyeron inmediatamente la resurrección de Jesús. Fueron dándose cuenta poco a poco. San Lucas nos cuenta la historia de los discípulos de Emaús. Se marcharon a su casa desilusionados por la muerte de Jesús en la cruz.

Jesús se les apareció durante el camino a su aldea de Emaús. Le costó levantarles el ánimo porque era tanta su tristeza que no eran capaces de reconocerle. Jesús les explicó que tenía que padecer y resucitar. Y le invitaron a cenar y quedarse con ellos, pues era ya de noche.

Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero Él desapareció. Ellos comentaron: ¿no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba de las Escrituras? Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron a los Once reunido con sus compañeros diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.



Jesús, a veces somos como los discípulos de Emaús.
Nos cuesta creer en tu resurrección,
no comprendemos bien el modo de actuar de Dios.
Pero lo importante es que estás vivo y repartes tu vida continuamente.
También hoy te decimos: “Quédate con nosotros,
llena nuestro corazón de tu alegría,
y enséñanos a descubrirte cada día de nuestra vida.

miércoles, 27 de abril de 2022

TIEMPO DE RESUCITAR

Estamos en primavera y el tiempo es más agradable que en invierno: el sol, la luz, la naturaleza que da sus brotes en los árboles, las flores… También los cristianos estamos contentos por ese esplendor de vida que hay en la creación. Pero estamos más contentos porque celebramos la Pascua, la Resurrección de Jesús.

 
Señor,
Tú has querido que con el agua y la luz
despierten los campos y brote la vida.
A las plantas y flores que estaban dormidas,
las llenas de nueva vida que empieza a latir.
A la noche de nubarrones y frío,
la llenas de luceros y de la paz tibia del anochecer.
 
Señor,
Tú has querido también que nuestra vida esté llena de luz y alegría,
porque nos contagias de tu Resurrección.
Gracias, Jesús, por esa llama de ilusión
que mantienes encendida en cada uno de nuestros corazones,
como en los primeros discípulos.
Que nunca olvidemos de llevar a los demás,
la alegría, la solidaridad y la paz,
que son regalos de vida nueva que nos entregas en tu resurrección.

martes, 26 de abril de 2022

AGRADECIDOS POR SU RESURRECCIÓN

Jesús nos recuerda con su Resurrección que la muerte, el dolor, el sufrimiento no tiene la última palabra. Que el AMOR sí que la tiene. Si nosotros ponemos AMOR en todo lo que hacemos todo cambia, todo mejora, todo es diferente.

El AMOR es la clave para la vida. Si ponemos amor en las cosas ya no habrá más muerte sino que sólo habrá vida. La resurrección de Jesús nos ayuda a vivir con ESPERANZA.

Hacemos un momento de silencio y pensamos en aquellas personas que más nos AMAN. Estas personas que nombramos nos recuerdan que con su AMOR (ese amor que sentimos y que nos dan) llenan nuestro día a día de vida (y eso es también resurrección).

(El que quiera dice en voz alta su nombre y lo comparte con la clase)

Para acabar este momento vamos a DAR GRACIAS por la resurrección de Jesús. Por tenerle de modelo y de referencia para no rendirnos y llegar a ser la mejor versión de uno mismo.

Dios puso a Jesús en nuestras vidas, y a pesar de su muerte, sigue vivo con nosotros/as. Pero también ha puesto otras muchas personas en nuestras vidas como recordábamos hace un rato. Vamos a dar GRACIAS por todas esas personas.

lunes, 25 de abril de 2022

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

Buenos días y ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Hace una semana celebrábamos en toda la Iglesia que Jesús ha resucitado, es decir, Jesús ha vencido a la muerte, y a partir de ahora estamos seguros de que Jesús vive para siempre.

Estamos seguros de que siempre podemos estar con él, hablarle y sentirle cerca, porque está vivo. Estamos seguros de que él nos ayuda a vencer todas aquellas situaciones malas que vemos cuando hay guerras, injusticias, acoso, egoísmo, etc.

Jesús vive y está en todas partes. Jesús está en ese sepulcro vacío, en la cocina de tu casa, en un campo de refugiados, en el supermercado, en el balcón del vecino…

Jesús vive para siempre y porque está vivo, te invita a que estés alegre, a que vivas agradecido.

 
Buenos días, Jesús, qué alegría saludarte de nuevo, sintiendo que vives entre nosotros.
Te ofrecemos este día para llenar de alegría a cuantos nos rodean.
Jesús, enséñanos a ayudar en todo momento.
Enséñanos a estar atento a las necesidades de los demás.
Enséñanos a mostrar mucho amor en lo que hacemos,
a dar mucho amor a los que viven con nosotros.
Jesús, enséñanos a hacer felices a los demás.

viernes, 8 de abril de 2022

DOMINGO DE RAMOS: ¡BENDITO EL QUE VIENE DE PARTE DE DIOS!

En aquel tiempo, Jesús iba hacia Jerusalén, marchando a la cabeza. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea de enfrente: al entrar encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: «¿Por qué lo desatáis?», contestadle: «El Señor lo necesita».

Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el borrico, los dueños les preguntaron: ¿Por qué desatáis el borrico? Ellos contestaron: El Señor lo necesita.

Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos, y le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, diciendo: ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto.

Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él replicó: Os digo, que si estos callan, gritarán las piedras. (Lucas 19,28-40)


Señor, en el día
que entraste jubiloso en Jerusalén
y todo el pueblo cantaba ¡aleluya!,
nos unimos a la alegría.
Alabamos a Dios Padre
por haberte enviado al mundo.
Te alabamos por tu amor.
Y alabamos al Espíritu Santo
porque nos da su fuerza para seguirte.
Que tu Reino de amor, justicia y paz
crezca en nuestros corazones
y lo contagiemos a todos. Amén.

jueves, 7 de abril de 2022

SEMANA VOCACIONAL: VOCACIÓN CLARIANA

Clara consagró su vida a Dios y, ayudada de san Francisco, fundó la orden de las damas pobres. Muchas jóvenes se unieron a ella, y fueron aprendiendo en la oración, en el trabajo y en la vida en comunidad a crecer en el amor y en la pobreza. ¡Eran muy pobres, pero confiaban en que Dios las amaba!

Ella era la superiora del convento, pero no se creía la más importante: sabía estar atenta a los demás, era humilde y maternal. Muchas noches de frío se levantaba para abrigar a sus hermanas. Hacía muchos sacrificios para ofrecérselos a Jesús: comía poco, dormía en el piso... hasta que un día, Francisco le pidió que comiera un poco más y que durmiera en un colchón para no enfermarse. ¡Qué gran amistad los unía!

Clara tenía una gran devoción al Santísimo Sacramento. Visitaba y adoraba a Jesús en la Eucaristía. Una vez, la ciudad de Asís estaba por ser atacada. Las hermanas rezaron con confianza a Jesús, pidiendo que protegiera la ciudad...y los enemigos se fueron sin pelear.

Durante toda su vida, mucha gente la admiró y la quiso por su bondad, su ternura, su alegría y su sencillez. Todo lo entregó por amor, y lo puso al servicio de los demás. Después de muchos años se enfermó y murió alabando a Dios, rodeada de las Damas Pobres, también llamadas Clarisas, diciendo: «Bendito seas Señor, por haberme creado».

miércoles, 6 de abril de 2022

SEMANA VOCACIONAL: VOCACIÓN FRANCISCANA

San Francisco, a pesar de sus graves enfermedades, estaba siempre contento. Había descubierto la felicidad que supone sentir el amor de Dios, y devolverle ese amor amando a los demás, en especial a los más pobres e indefensos.

Una vez venía de Perugia con fray León, a quién San Francisco había puesto por nombre «ovejita de Dios» por lo manso y humilde que era.

Por el camino, San Francisco dice: ¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes hicieran muchos milagros, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría.

Caminan otro trecho, y san Francisco dice: ¡Oh fray León, ovejita de Dios! Mira, aunque los frailes conocieran las cualidades de los pájaros y de los peces y de todos los animales y de las piedras y de las aguas, ten en cuenta que no está en eso la perfecta alegría.

Caminan todavía otro trecho, y fray León dice: Padre, te ruego en nombre de Dios que me digas en qué consiste la perfecta alegría.

San Francisco responde: Si llegando a nuestro convento de la Porciúncula, el fraile portero no nos conociese y, confundiéndonos con dos ladrones, sale, nos agarra por la capucha, nos tira al suelo y nos apalea con un bastón lleno de nudos, y si nosotros aguantamos con alegría todo eso pensando en las penas de Cristo bendito, ten en cuenta, oh fray León, que en eso está la perfecta alegría.

martes, 5 de abril de 2022

SEMANA VOCACIONAL: LLAMADOS A VIVIR

Dios nos llama a una vida plena, a tope, sin reservas. Jesús dijo: "He venido para que tengáis vida, y vida ¡en abundancia!"

Por eso nuestra principal vocación, nuestra primera tarea como personas y como creyentes, es vivir el regalo de la vida, el regalo de nuestra existencia. Y para que esa vida sea plena y abundante solo hay un secreto: amar hasta el final, darse a los demás en un amor gratuito y constructivo.

CUENTO

Un hombre sabio y piadoso clamaba al cielo que le diera una respuesta. Aquel hombre estaba al frente de un grupo de misioneros que rezaban por la paz del mundo, para conseguir que las guerras no existieran y que toda la gente viviese feliz. Su pregunta era: ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?

Los cielos se abrieron y tras un magnífico estrépito, la voz de Dios les dijo: “Comodidad”.

Todos los misioneros se miraron entre sí, sorprendidos y extrañados de escuchar este término de la propia voz de Dios. El hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo: ¿Comodidad, Señor? ¿Qué queréis decir con eso?

Dios respondió: La clave para un mundo lleno es: Como di, dad. Es decir, así como yo os di, dad vosotros a vuestro prójimo. Como di, dad vosotros fe; como di, dad vosotros esperanza; como di, dad vosotros caridad; como di, sin límites, sin pensar en nada más, dad vosotros al mundo… y el mundo, será un paraíso.

lunes, 4 de abril de 2022

EL VALOR DEL PERDÓN

En esta semana trabajaremos el valor de pedir perdón y perdonar.

Muchas veces pedimos perdón a las personas que nos rodean, a veces entendemos por qué pedimos disculpas y otras veces lo hacemos por costumbre.

Es importante aprender a disculparse y comprender como se sienten los demás, una disculpa no es la palabra que digamos, sino la capacidad de ponernos en el lugar del otro y entender como le hemos podido perjudicar.

Ahora vamos a aprender a pedir perdón, a decir lo siento pero de verdad. Y para ello antes de pronunciar las palabras vamos a pensar en lo que hemos hecho. Estos serán los pasos a seguir cuando comprobemos que por nuestros actos a alguien le pasa algo:
  1. Pienso en lo que he hecho y me pongo en el lugar del otro.
  2. Me acerco y le preguntó: ¿Estás bien?
  3. Me doy cuenta de las consecuencias de mis actos y pido perdón.
  4. Le preguntó si puedo hacer algo para ayudarle, si necesita un abrazo.
  5. Agradezco que acepte mis disculpas.

El símbolo de esta semana son las tijeras de podar. Las tijeras le sirven al jardinero para cortar las ramas que no son necesarias, las que dificultan el crecimiento de la planta. A nosotros nos van a servir para quitarnos esas cosas que no dejan crecer nuestra amistad, que no nos dejan crecer como personas. Cada vez que pedimos perdón y cada vez que aceptamos el perdón de los demás, nos estamos quitando una de esas ramitas y estamos creciendo como personas y haciendo crecer nuestra relación con los demás.


viernes, 1 de abril de 2022

VIERNES DE CUARESMA: LA BONDAD DE DIOS

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté libre de pecado, que le tire la primera piedra.
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último.
Y quedó solo Jesús y la mujer en medio, de pie.
Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado?
Ella contestó: Ninguno, señor.
Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y a partir de ahora no peques más.
(Juan 8,1-11)


Para hacer vida el Evangelio

  • Jesús no quiere castigarnos siempre que hacemos algo mal. Él quiere que cambiemos nuestro corazón y seamos felices, como le pasó a la mujer del Evangelio. Quiere que cambiemos el rumbo de nuestra vida. ¿En qué cosas crees que tienes que cambiar?
  • En unos días celebraremos la Pasión y Muerte de Jesús. Jesús nos quiere tanto que ha venido a entregar su vida por cada uno de nosotros.
  • Esta semana escribe una lista con todas las cosas por las que quieres dar gracias a Jesús y después busca un rato de oración para leérselas y darle gracias.

Oración

Jesús, qué bueno eres.
Solo quieres cuidarme,
solo quieres que siga el camino correcto,
solo quieres que sea muy feliz.
Y yo muchas veces me olvido de ti.
Prefiero no hacerte caso.
Pero tú me has dado muchas cosas, a muchas personas
que me recuerdan que me quieres con locura.
¡Gracias Jesús por que has dado tu vida por mí!