ADVIENTO COLEGIOS CAPUCHINOS 2025:
"JESÚS NACE HERMANO... Y NOS HACE HERMANOS"
Primera semana de Adviento
Del 1 al 5 de diciembre de 2025
[Y NOS HACE HERMANOS DE TODOS]
Valor: dialogo.
Capacidad de encuentro respetuoso con el diferente, reconociendo la presencia de Dios más allá de las fronteras confesionales y culturales. La Fraternidad no es fruto de nuestra iniciativa sino un don que nos concede Dios. Francisco nos dirá que fue el Señor el que le concedió los hermanos (Test 14). La Fraternidad supone la convicción de que todos somos hermanos, no solamente por ser iguales en dignidad, sino porque nuestras relaciones están fundadas en Jesús hermano, Hijo del Padre. La invitación de Francisco consiste en establecer unas relaciones fraternas basadas en la comunión con el otro que es mi hermano. Abrazar lo fragmentado de cada uno, nos hace abrazar lo fragmentado del otro…
LECTURAS DE LOS 4 DOMINGOS QUE CORRESPONDEN AL CICLO "A" DE LOS TIEMPOS LITÚRGICOS
En el Adviento nos preparamos para la celebración de la Navidad, así que tenemos cuatro semanas donde los textos de la biblia nos introducen al misterio de la Encarnación. Dios que se hace uno como nosotros, que busca y abraza todo lo humano y esto es una experiencia para orar y reflexionar.
Dios en Persona viene a hablarnos sobre sí mismo y a mostrarnos el camino por el cual es posible alcanzarlo.
Primer domingo de Adviento
30 de noviembre de 2025
Comentario a las lecturas
Comenzamos el Adviento como una invitación a vivir algo nuevo, porque necesitamos refrescar nuestra mirada y forma de vivir, despertar aquello que hemos dejado dormido y ya olvidado.
Las lecturas del adviento nos invitan en primer lugar a dar esa mirada descansada y esperanzada, a una ruptura con la rutina que nos lleve a un nuevo encuentro con nuestro Dios que viene a nuestro encuentro.
La lectura de Isaías es un gran anuncio de cambios que se producen cuando se camina bajo la luz del Señor. De la misma manera el fragmento que leemos de la carta a los Romanos nos invita a dejar las obras de las tinieblas y tomar las armas de la luz.
En el evangelio, Jesús nos invita a tener una vida alerta y despierta. No nos detengamos en los ejemplos que nos muestra en su relato de lo que ocurría en tiempos de Noe, igual que no son importantes los ejemplos que aparecen en la carta a los Romanos porque el egoísmo, la soberbia o el exceso se presenta de muchas maneras. Todos podemos distinguir lo que son obras de la oscuridad, igual que todos podemos caer en un adormecimiento que nos impida reaccionar ante la injusticia.
Mientras la lectura de Isaías nos habla de qué debemos esperar, cuál es la promesa, el evangelio se centra en cómo debemos esperar, en cuanto a nuestra actitud básica. La carta a los romanos entra en más detalla, concretando qué debemos hacer o evitar mientras estemos en esa espera.
👉Por lo tanto, busquemos para nuestra vida diaria las armas de la luz.
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.En los días futuros estará firmeel monte de la casa del Señor,en la cumbre de las montañas,más elevado que las colinas.Hacia él confluirán todas las naciones,caminarán pueblos numerosos y dirán:«Venid, subamos al monte del Señor,a la casa del Dios de Jacob.Él nos instruirá en sus caminosy marcharemos por sus sendas;porque de Sión saldrá la ley,la palabra del Señor de Jerusalén».Juzgará entre las naciones,será árbitro de pueblos numerosos.De las espadas forjarán arados,de las lanzas, podaderas.No alzará la espada pueblo contra pueblo,no se adiestrarán para la guerra.Casa de Jacob, venid;caminemos a la luz del Señor.
Salmo 121, 1-2. 3-4a. 4b-5. 6-7. 8-9
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:«Vamos a la casa del Señor»!Ya están pisando nuestros piestus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Allá suben las tribus,las tribus del Señor,según la costumbre de Israel,a celebrar el nombre del Señor;en ella están los tribunales de justicia,en el palacio de David. R/.
V/. Desead la paz a Jerusalén:«Vivan seguros los que te aman,haya paz dentro de tus muros,seguridad en tus palacios». R/.
V/. Por mis hermanos y compañeros,voy a decir: «La paz contigo».Por la casa del Señor,nuestro Dios, te deseo todo bien. R/.
Segunda Lectura: Lectura de la carta a los Romanos (Rm 13,11-14)
Hermanos, comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz.Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo.
Comentario al Evangelio:
👉Estad en vela, no sabéis qué día vendrá el Señor (Mt 24,37-44)
Lectura del Evangelio según San Mateo (Mt 24,37-44)
Lectura del Evangelio según San Mateo (Mt 24,37-44)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
Pero, ¿Qué es realmente el tiempo de Adviento?
Tiempo de espera ¿de quién o de qué?
El Adviento es un tiempo de espera para un acontecimiento importante. Si esto ya lo sabemos es necesario hacernos varias preguntas: qué esperamos, para qué, si tiene sentido ahora para nosotros…
El Adviento es un tiempo de espera y preparación interior de la venida de Jesús, el Señor, para mantenernos con un corazón de jóvenes. Una venida que tiene sentido y actualidad ahora. No es el recordatorio de algo que ocurrió hace muchos años y que ha pasado a la historia. Si solo fuera esa celebración, sería igual todos los años, sin «espera» o preparación interior.
Prepararnos no es que cuando «él llegue» nos encuentre sin mancha, como si nunca hubiésemos «roto un plato»…
La preparación en el tiempo de Adviento es revisar nuestro corazón y nuestra debilidad. Es el tiempo de recoger en un cesto todos nuestros pecados, nuestros problemas, nuestros miedos e inseguridades y ofrecerlo a aquel que puede destruir la muerte, este Jesús que está vivo.
¿Cómo nos preparamos?
Debemos ser capaces de detenernos, de parar, de hacer un alto en nuestra vida y mirarnos por dentro, de ver que frutos son los que damos…
Es el momento de reconocer que no somos tan «libres» como pensábamos, que siempre hay algo que nos hace dudar: un fracaso, un desengaño, un problema del cual no sabemos cómo vamos a salir…
Es el momento de descubrir que Dios no es un absurdo, que no es el monstruo y el causante de que todo te salga mal, el que premia a los buenos y castiga a los malos…
Para prepararnos a esperar a alguien, primero tenemos que saber a quién esperamos, es decir, conocer a ese a quien esperamos…
Y a El solo se le conoce a través de la lectura de la Palabra, que es la que nos dice como es, como piensa, como actúa, y no como fue, como pensaba y como actuó.
“Adventus Redemptoris”
(venida del Redentor)
Es el primer período del año litúrgico cristiano. Es un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
El está organizado en torno a los cuatro domingos previos a la Navidad, que luego se integran en la gran celebración del Nacimiento de Jesucristo, y su posterior Epifanía. Los días de Adviento componen un camino litúrgico y espiritual cuyo núcleo es la espera de la llegada de Jesús.
El es como cuando esperamos que lleguen invitados a nuestras casas, encendemos las luces; Anticipamos su llegada y los recibimos con alegría. En Adviento, preparamos nuestros hogares e iglesias mientras anticipamos con alegría Su llegada, y la luz también se vuelve más brillante a medida que nos acercamos al día de Navidad, el día en que nació la Luz del Mundo.
El es un tiempo de preparación, reflexión y esperanza:
Tiempo de preparación: no se trata de la preparación material de la navidad que, paradójicamente, es lo que más nos preocupa. La comida, los regalos, el dinero que hay que gastar. Dónde y con quiénes la pasamos (¡los conflictos que esto genera!). No. Se trata de preparar el corazón. Sin Jesús no hay Navidad. Sin Jesús la Navidad se vuelve una fiesta pagana. Hay que preparar el corazón. Y el adviento es un tiempo privilegiado para ello.
Tiempo de reflexión: Un precioso momento para pensar y preguntarnos por el sentido de nuestra existencia. Ponemos la mirada en esa primera venida del Señor, aquella que cambió la historia. Nos adentramos al interior del pesebre y contemplamos al niño envuelto en pañales. Ese niño que da sentido a nuestra vida. Y, al mismo tiempo, nuestra mirada se posa en el horizonte, esperando la última venida, al final de los tiempos. Ahora bien, ese Jesús que ya vino y que va a volver, sigue viniendo. Es la venida permanente, cotidiana. Jesús viene en su palabra, en la Eucaristía, en el día a día del colegio, en los compañeros y compañeras, en el enfermo, en el pobre, en el que sufre. Si dos mil años atrás, alguno de los pobladores de Belén hubiese estado convencido de que quien estaba en el vientre de María era el Mesías, seguramente no habría cerrado sus puertas. ¿No será que nosotros no terminamos de convencernos y por eso cerramos las puertas a los hermanos? Cómo nos cuesta descubrir la presencia de Dios en lo cotidiano. Pues bien, el adviento es un tiempo para reflexionar y agudizar la mirada, un tiempo para SANAR.
Tiempo de esperanza: Si la Navidad es el tiempo de la alegría, el Adviento es el tiempo de la esperanza. Cuesta esperar en la cultura de la inmediatez y lo instantáneo. Hoy basta apretar un botón o abrir un WhatsApp y ya está. Todo es rápido. Todo es instantáneo. Cómo cuesta esperar. El adviento es el tiempo de la espera. Nos ejercita en la paciencia. No se trata de cualquier espera. Es una espera dichosa. No esperamos con angustia, desde la incertidumbre. Sabemos, creemos, que Jesús viene. Y ese es el motivo de nuestra esperanza.
- Este 2025 el Tiempo de Adviento comienza el domingo 30 de noviembre, el domingo posterior a CRISTO REY(final del año litúrgico) y primer domingo de adviento de noviembre y terminará este tiempo de adviento el miércoles 24 de diciembre, para dar paso al tiempo de navidad
- Su duración suele ser de 22 a 28 días, dado que lo integran los cuatro domingos más próximos a la festividad de la Natividad (celebración litúrgica de la Navidad), pero en el caso de la Iglesia ortodoxa el Adviento se extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero.
- Este tiempo de adviento, para que tenga un auténtico sentido de salir de un sitio para llegar a otro recorriendo un camino, se distribuyen en 4 DOMINGOS DE ADVIENTO, 4 SEMANAS DE ADVIENTO Y 2 PARTES; PRIMERA PARTE DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO, HASTA EL DIA 17 DE DICIEMBRE Y LA SEGUNDA PARTE DEL 17 DE DICIEMBRE HASTA EL 24 DE DICIEMBRE
Las cuatro semanas de Adviento:
Primera semana: Las lecturas de la misa invitan a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años.
Segunda semana: La segunda semana nos invita, por medio de Juan el Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión
Tercera semana: La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor. El tercer domingo de adviento es conocido también como “domingo Gaudete” (domingo de gozo) y por la ornamentación que ese dia se puede llevar durante las celebraciones ( la casulla es Rosa)
Cuarta semana: La cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de nuestra espera.
La liturgia
Durante el Adviento, el color que se usa en la liturgia de la Iglesia es el morado. Este color simboliza austeridad y evoca sentido de penitencia. Se usa porque ayuda a que los fieles sean conscientes de la necesidad de la conversión, de “estar preparados”, de que hay que avivar los corazones ante la inminente llegada del Señor.
Las lecturas bíblicas durante el Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), pero también de otros pasajes proféticos del Antiguo Testamento. Todas en referencia a la llegada del Mesías.
SIGNOS Y SÍMBOLOS DEL ADVIENTO
Los símbolos nos ayudan a celebrar mejor. Además de las oraciones, los cantos y las lecturas bíblicas, puede ser de mucha ayuda en la parroquia, en la familia o en clase.
- PERSONAJES Y MODELOS DEL ESPIRITU DEL ADVIENTO
Los personajes y al mismo tiempo los modelos del espíritu del Adviento en los textos litúrgicos de este tiempo litúrgico de Adviento son:
La Inmaculada Concepción 8 diciembre y Santa María de la Esperanza (o "Virgen de la O") 18 de diciembre, el profeta Isaías y Juan el Bautista, San José , esposo de la Virgen. Personajes de este tiempo de Adviento que sirve para, como recitan las Escrituras, "Preparar el camino al Señor", que está a punto de llegar.
- EL CALENDARTIO DE ADVIENTO
- LA CORONA DE ADVIENTO
Un símbolo tan sencillo como el de la corona de Adviento, o como lo llama el Bendicional, "la corona de las luces de Adviento"
En este enlace encontraras más información sobre la CORONA DE ADVIENTO
- Estructura litúrgica del adviento actualmente
La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II ha salvado los dos sentidos del Adviento en su desarrollo histórico:
1. el de preparación para la Navidad y el de
2. espera de la segunda venida de Cristo:
El tiempo de Adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas dos razones el Adviento se, nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y alegre (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario n. 39).
En la liturgia actual el adviento consta de cuatro domingos. Sin perder su unidad, como lo prueban los textos litúrgicos y sobre todo la casi diaria lectura del profeta Isaías, este tiempo subraya de manera bastante clara los sentidos antes mencionado.
-Partes del Adviento
1ª PARTE DEL ADVIENTO;
DESDE EL PRIMER DOMINGO HASTA EL 16 DE DICIEMBRE
En esta primera parte, se resalta más el aspecto escatológico, orientando el espíritu hacia la espera de la gloriosa venida de Cristo;
2ª PARTE DEL ADVIENTO:
DEL 17 AL 24 DE DICIEMBRE
Tanto en la misa como en la liturgia de las horas, todos los textos se orientan más directamente a preparar la Navidad.
- "ANTÍFONAS DE LA O"
En la tradición católica, las antífonas de Adviento se cantan o se recitan en las Vísperas desde el 17 de diciembre hasta el 23 de diciembre.
Son Antífonas de las Vísperas de los siete días que preceden a la Vigilia de Navidad y que se rezan o cantan antes y después de la recitación del Magníficat.
En ellas se expresa el vivo deseo que se tiene de ver al Salvador.
Tienen este nombre porque todas empiezan con la letra “O”, a modo de interjección o exclamación, en latín. En castellano usaríamos el “Oh”.
Es una de las tradiciones más antiguas y bellas, desde el punto de vista bíblico y litúrgico, que hay como preparación a las Pascuas.
También se llaman “antífonas mayores”.
Fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, y se puede decir que son un magnífico compendio de la Cristología más antigua de la Iglesia, y, a la vez, un expresivo deseo de salvación de todos los hombres.
Son breves oraciones dirigidas a Cristo, que condensan el espíritu de Adviento y la Navidad.
Es la admiración de toda la Iglesia ante el Misterio del Dios hecho hombre. La comprensión más profunda de su verdad. Son la súplica a que apresure el paso y venga a nuestro encuentro.
Cada antífona empieza por una exclamación, como dijimos, “O”, seguida de un título mesiánico tomado, evidentemente, del Antiguo Testamento, que recibirá toda su plenitud a partir de la Encarnación. Terminan, siempre, con la súplica “ven”, no esperes más.
Son las siguientes:
O Sapientia = Sabiduría, Palabra.
O Adonai = Señor Poderoso.
O Radix = Raíz, renuevo del tronco de Jesé (padre de David).
O Clavis = Llave de David, que abre y cierra.
O Oriens = Oriente, Luz, Sol.
O Rex = Rey.
O Emmanuel = Dios-con-nosotros.
Leídas en sentido inverso las iniciales de las palabras en latín, esto es, la primera palabra, y la primera letra de la misma, después de la “O”, dan el acróstico, o expresión, “ERO CRAS”, que significa “SERÉ MAÑANA/VENDRÉ MAÑANA”, que es como la respuesta velada y oculta del Mesías a nuestras súplicas. Su promesa es firme.
ERO CRAS.
María de la O es uno de los nombres con los que se le llama a la Virgen de la Esperanza. Su fiesta está marcada el 18 de diciembre en el calendario mozárabe desde el siglo VII.
Desde entonces, los cristianos han cantado con la oración del Magnifica, en los 7 últimos días de Adviento, las antifonas de vísperas comenzando con la interjección “oh”, como advocación a una Virgen admirada ante el Misterio de Dios que se hace hombre. Es la Iglesia entera, la “esposa” del Apocalipsis que dice ¡ven, Señor, Jesús! Y a la que el esposo responde “Vengo pronto”.
Cada día Jesús es invocado en la antifona y con cada llamada, se va formando el acróstico: «Ero cras» en orden inverso que significa: “Vendré mañana” o “Mañana estaré allí”
Esta semana de las oes tiene la función de acrecentar la espera y la esperanza, la alegría, la ilusión por la llagada de la Navidad.












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