viernes, 12 de junio de 2020

CUENTO: LAS PIEDRECITAS DE COLORES

Iba un hombre caminando por el desierto cuando oyó una voz que le dijo: agarra unos puñados de piedritas, mételos en tu bolsillo y mañana te sentirás a la vez triste y contento. Aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió un puñado de piedritas y se los metió en el bolsillo. A la mañana siguiente, vio que las piedritas se habían convertido en diamantes, rubíes y esmeraldas. Y se sintió feliz y triste. Feliz por haber recogido las piedritas; triste, por no haber recogido más.

Lo mismo ocurre con la educación. Los profesores nos enseñan, nos exigen, nos animan a estudiar y nosotros no siempre trabajamos todo lo que podemos. ¿Y mañana? ¿Nos arrepentiremos de no haber trabajado más cuando teníamos a ese profesor a nuestro lado que nos ayudaba y daba su tiempo, su paciencia...por nosotros? ¿Agradecemos todo lo que los profesores hacen por nosotros? ¿Les damos las gracias por su tiempo regalado y su esfuerzo por conseguir que seamos personas bien formadas?

Es el momento de dar gracias a Dios y a nuestra “familia del cole”, la cual formamos cada uno de nosotros. Padre, gracias por los maestros que saben escuchar y liderar con suavidad. Gracias por los docentes que esperan mucho de sus alumnos, y que por amor les exigen más. Gracias también por aquel maestro o maestra que todos recordamos con cariño. Concede fuerzas a los profesores que dan todo lo que tienen. Dios que todo lo puedes, motiva a los profesores a inspirar a sus alumnos a crecer y ser mejores cada día. Motívales a seguir intentando que los jóvenes puedan disfrutar de la oportunidad de aprender. Te lo pedimos en el nombre de nuestro gran maestro, Jesús. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario