sábado, 1 de junio de 2024

Junio: Mes del Sagrado Corazón de Jesús

Contemplando el Corazón de Jesús, descubrimos la grandeza del proyecto de Dios para la humanidad...
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.

La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.


El viernes 14 de junio
, tendrá lugar, desde la iglesia de Santo Domingo de Murcia, la tradicional Peregrinación Diocesana al Corazón de Jesús de Monteagudo, que reunirá, como es habitual, a cientos de personas que acudirán caminando desde el centro de la ciudad de Murcia hasta la mencionada pedanía murciana.
Bajo el lema: Peregrinamos juntos empujando un sueño común
Esta marcha nos invita a la oración y a compartir la fe de una manera intergeneracional.
La cita comenzará a las 19:00 horas en la iglesia de Santo Domingo, desde donde se iniciará la peregrinación. Durante el recorrido, se realizarán meditaciones dirigidas y se hará una parada de descanso en la calle Almirante Loaysa.

Se culminará con la celebración de la Eucaristía en la parroquia Nuestra Señora de la Antigua (Monteagudo) y una cena compartida entre todos los asistentes a las afueras de la iglesia. Al término, sobre las 23:00 h, habrá autobuses disponibles para el regreso a la ciudad.


Sobre la cima del cabezo y dominando el valle, encontramos el monumento de desagravio al Corazón de Jesús, escultura de 14 metros de alto diseñada en 1951 por el escultor Nicolás Martínez. Esta obra monumental, que goza de gran devoción, se trata en realidad de la sustitución de un conjunto escultórico anterior, construido en 1926 por Anastasio Martínez Hernández, con el patrocino del alcalde de Murcia en aquel tiempo (en plena dictadura de Primo de Rivera), Francisco Martínez García, monumento que fue destruido en 1936 durante la Guerra Civil española. Las obras del actual fueron financiadas con las contribuciones de personas de la alta sociedad murciana, ya en pleno franquismo. De forma reciente se ha intentado retirar el Cristo de Monteagudo de la cima del cerro. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid desestimó el recurso que reclamaba su retirada, alegando que además de un símbolo religioso, forma parte de la tradición cultural murciana.


Esto significa que debemos vivir este mes demostrándole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.
Debemos vivir recordándolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Debemos, por tanto, pensan si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios.
DESDE 1926
CASTILLO
El castillo de Monteagudo remonta sus orígenes a época islámica. Las primeras referencias documentales a esta fortificación indican su existencia hacia 1078-1079. No obstante, la trascendental fama que aún conserva le vendría con la incorporación del reino a la Corona de Castilla en 1243. Allí situó Alfonso X el Sabio su residencia murciana, quedando vinculado a los monarcas castellanos.

La agregación al reino de Valencia del valle del Vinalopó y la vega baja del Segura a comienzos del siglo xiv convertiría al castillo de Monteagudo en el vigilante secular de la frontera.

Protagonista de diversos hechos de armas durante la Baja Edad Media, la fortaleza aún conservaba su importancia militar durante el siglo xvi, cuando es citada en las relaciones topográficas de Felipe II. No obstante su relevancia estratégica había perdido interés conforme se diluían las actividades bélicas fronterizas entre las coronas de Castilla y Aragón. Fue declarado Monumento Nacional en 1931.

ARQUITECTURA
El recinto superior ocupa la parte más alta del puntal rocoso con una planta rectangular jalonada de torreones cúbicos que defienden los muros y ayudan a su solidez estructural a modo de contrafuertes dada la irregularidad del terreno, ocupando una superficie aproximada de unos 50 m por 25 m.

A su vez este edificio quedaría subdividido en otros dos sectores bien diferenciados: por un lado la plaza de armas, donde hoy se sitúa una monumental imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y por otro, un espacio situado al norte donde serían ubicadas una serie de estancias y dependencias así como el acceso a este recinto, parcialmente destruido pero que presenta la espectacularidad de su vano con un típico arco de herradura.

Como elemento característico surgen, en las esquinas de este cuerpo, la disposición de las torres en ángulo entrante en lugar de las comunes torres de esquinas existentes en otras fortificaciones.

El recinto inferior se extendería principalmente en el sector nororiental del cerro, y está compuesto por un cinto amurallado cuyas torres también se situaron muy próximas entre sí, dándole un aspecto semejante a otras fortificaciones de su contexto histórico y geográfico.

Para acceder a este espacio había que sortear una serie de puertas en recodo y pasillos dominados por diferentes torreones que guardaban perfectamente el halo de inexpugnabilidad de la fortaleza. Destaca también en este sector un torreón relacionado con una sima desde la que se abastecía de agua la guarnición del castillo.


CRISTO DE MONTEAGUDO EN UN MINUTO

PROYECTO DE FUTURO

España se consagró oficialmente al Sagrado Corazón el año 1919, en El Cerro de Los Ángeles de Madrid, acto solemne que contó con la presencia del  rey Alfonso XIII

Para la consagración de España al Corazón de Jesús se eligió el Cerro de los Ángeles, “por la circunstancia de hallarse en el centro geográfico de la península, o sea, en el centro donde se cortan dos líneas diametrales trazadas desde el cabo Ortegal hasta el de Palos y desde el de Creus al de Espichel”.

El culto al Sagrado Corazón de Jesús, aún implantándose de forma casi oficial en la España de 1733, no adquirió pleno desarrollo en nuestro país hasta el ochocientos, centuria calificada por muchos autores como “El Siglo del Sagrado Corazón de Jesús”. No obstante, su momento de máximo esplendor se alcanzaría entre 1900 y 1970, período en el que se sucedieron sin solución de continuidad numerosas iniciativas encaminadas a reforzar la devoción.



Fue en ese momento, con todos los asistentes arrodillados, cuando el rey Alfonso XIII se puso en pie y, en nombre del pueblo español, leyó la oración de consagración al Sagrado Corazón de Jesús, que dice así:




"Corazón de Jesús Sacramentado,
Corazón del Dios – Hombre, Redentor del Mundo,
Rey de Reyes y Señor de los que dominan:
España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones,
se postra hoy reverente ante ese trono de tus bondades
que para Ti se alza en el centro de la Península.
Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran,
han constituido en la sucesión de los siglos,
y a través de comunes azares y mutuas lealtades, esta gran Patria Española,
fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.
Sintiendo la tradición católica de la realeza española
y continuando gozosos la historia de su fe y de su devoción 
a Vuestra Divina Persona,
confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer
el Reino de Dios en la paz de las almas redimidas por vuestra sangre
y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley.
Reconocemos que tenéis por blasón de vuestra divinidad
conceder participación de vuestro poder a los príncipes de la tierra,
y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas,
en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.
Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna;
luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad
y el principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social,
afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia
todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.
Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino,
que es Reino de justicia y de amor.
Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares,
en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras
y en nuestras leyes e instituciones patrias.
Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente
de la común desgracia de la guerra, que a tantos pueblos ha desangrado.
Continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.
Desde estas alturas que para Vos hemos escogido
como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis 
todas nuestras empresas,
bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios,
para que en la pacífica armonía de todas las clases sociales 
encuentren justicia y caridad
que haga más suave su vida, más llevadero su trabajo.
Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria,
para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas
sean siempre salvaguardia de la nación y defensa del derecho.
Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad
de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria,
queremos consagraros nuestra vida pidiéndoos como premio de ella
el morir en la seguridad de vuestro amor
y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable.
Así sea".

Con este gesto, el rey Alfonso XIII cumplía la promesa realizada por Cristo al beato Bernardo de Hoyos, SJ y también materializaba en nuestra nación la petición realizada por el Papa León XIII al consagrar el género humano al Corazón de Cristo en la encíclica Annum Sacrum del 11 de junio de 1889.
Junto a la consagración, nacía en España todo un movimiento vinculado al Reinado Social de Cristo y a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Este año 2024, el viernes 7 de junio se celebra la festividad del Sagrado Corazón (SIEMPRE EL VIERNES SIGUIENTE A LA CELEBRACIÓN DEL CORPUS) de Jesús, El año 2020 fue un año especial en el se recordaron los 101 años de la consagración de España a esta advocación que simboliza el amor misericordioso de Dios. 
La devoción a esta imagen fue muy popular en los siglos XIX y XX y más de 1.500 ayuntamientos españoles se consagraron. En diversas localidades del país están erigidos 326 monumentos en lugares públicos. Además, muchas congregaciones religiosas tienen ese nombre, así como múltiples ermitas, iglesias y capillas. 

Junio es para los cristianos un mes especial para practicar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Fue el beato jesuita Bernardo de Hoyos cuando en 1733, adorando a Jesús en la Eucaristía, recibió las revelaciones del Sagrado Corazón, manifestándole: “Reinaré en España y con más veneración que en otras partes”. Esta frase es conocida como la 'Gran Promesa' y manifiesta la protección de Jesús que quiere reinar en los corazones de sus devotos. A partir de las revelaciones del padre Hoyos en Valladolid se extendió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús por toda la geografía española y por Hispanoamérica.
Por este motivo en los últimos dos siglos se han llevado a cabo millones de consagraciones personales y familiares, y miles de consagraciones sociales que expresan ese deseo de que el Corazón de Jesús reine en los corazones y en la sociedad. En España están erigidos 326 monumentos al Sagrado Corazón en lugares públicos, abiertos y accesibles. También encontramos imágenes en millares de iglesias, hogares y en numerosos azulejos expuestos en diversos municipios. No hay que olvidar que el Sagrado Corazón de Jesús aseguró, a través de Santa Margarita María (1647-1690), que: "Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada".

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene su raíz teológica en el propio Evangelio y fueron muchos los santos que la practicaron y predicaron. El fervor público se encendió a partir de las revelaciones del Señor a Santa Margarita María Alacoque en su convento de Paray-le-Monial (Francia), entre los años 1673 y 1675. En la última aparición, abriendo el pecho e indicando su Sagrado Corazón con una llama ardiente y circundado de espinas, le dijo a la religiosa: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y, en cambio, de la mayor parte de ellos no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio".

La Compañía de Jesús ha sido la gran difusora y defensora de esta espiritualidad y, posteriormente, muchos institutos religiosos se sumaron a esta devoción. Entre ellos, la congregaciones salesianas y la de los Sagrados Corazones.




Corazón de Jesús, devoción del Pueblo sencillo y Poliedro del amor de Dios.
El Corazón de Jesús, centro del mundo.
Nos atrapa su mirada humilde que arranca las lágrimas de pobres de espíritu ¡porque Dios se vale de lo sencillo, lo cutre y barato para alcanzarnos con su ternura!, como en Nazareth.

Sin la misericordia del Corazón de Jesús, la pastoral es solo una ineficaz técnica proselitista, la teología una vana intelectualización de laboratorio, la moral un reglamento impuesto, la liturgia unos ritos aburridos. La evangelización se reduciría a un combate moralista...ya perdido.

los sacramentos no son 7 “cosas” para cumplir (sacramentalismo), sino el catolicismo entero. El Dios que a través de lo sensible nos toca con su Gracia en este mundo.


El Sagrado corazón nos recuerda que la carne importa, que los sentimientos son fundamentales, que los pobres y descartados, tan emocionales, son el camino.

La maldad de este mundo no se combate sólo con leyes sino desde el Amor que brota de un Corazón más grande, que da sentido a la vida de personas unidas en un Pueblo.



La realidad es poliédrica y la convivencia está llena de conflictos. Pero estos pueden ser fecundos si se busca armonizarlos en vez de anularlos, lo cual solo alimenta ollas a presión a punto de estallar. En el poliedro social y eclesial es posible recoger lo mejor de cada uno.
Poliedro y Periferia son categorías evangélicas que ha tomado el Papa Francisco. “El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro… confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad… recoge lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades.” 
Evangelli Gaudium, 236.


La devoción al Sagrado Corazón de Jesús está presente en la vida de grandes santos, y nuestro Hermano Francisco no es la excepción, en la historia de su vida se relata que recibió del Crucifijo de San Damian la misión de restaurar la casa de Dios; después el texto continúa: «Desde aquella hora su co­razón fue herido y se fundió en la memoria de la pasión del Señor.»

La pasión del Co­razón de Jesús en el sentido profundo conmovió el corazón de Francisco, hasta el extremo. Al punto de que recibió la extraordinaria gracia de los estigmas, las heridas de Jesús, en el Monte Alvernia en 1224. Conforme a la espiritualidad de su fundador, los primeros franciscanos tuvieron una gran devoción a las cinco heridas de Cristo, especialmente a la herida de su costado, donde esta su corazón.

Eso es muy claro en San Buenaventura (1217-1274) su devoción profunda de la Pasión de Jesús. En su «Vitis Mystica» expresa: «El Corazón de nuestro Señor fue traspasado por una lanza para que por la herida visible veamos la invisible herida de amor. La herida exterior del Corazón muestra la herida de amor de su alma.»

El Corazón físico de Jesús y su Corazón en el sentido bí­blico profundo se unen. El corazón herido se hace el símbo­lo del amor herido de Jesús y esto se ha palpado en la herencia del carisma espiritual franciscano, como en la piedad de Santa Ángela de Foligno (1248-1309), en el afán de Santa Margarita de Cortona (1247-1297) y en la vida de San Pío de Pietrelcina, (1887-1968) solo algunos testimonios de lo que es vivir profundamente, entregados en el Corazón de Cristo.

El Corazón de Jesús está expuesto, al alcance de nosotros, dejándose encontrar cada día en la Santa Eucaristía, sigamos el ejemplo de estos grandes santos y demos pasos hacia la Adoración y Reparación del Sagrado Corazón de Jesús, para encontrarnos en un abrazo de infinita Misericordia Divina.

«El Corazón de nuestro Señor fue traspasado por una lanza para que por la herida visible veamos la invisible herida de amor. La herida exterior del Corazón muestra la herida de amor de su alma.»
San Buenaventura

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