lunes, 13 de mayo de 2024

EL 13 DE MAYO COMENZAMOS EL TIEMPO DE MARÍA

VIRGEN DE LA FE,
CAPILLA DE LA FRATERNIDAD
DE LOS CAPUCHINOS DE MURCIA

INMACULADA CONCEPCIÓN 
FRATERNIDAD DE CAPUCHINOS DE MURCIA
VIRGEN DE LA FUENSANTA Y VIRGEN DE LA ARRIXACA
PATRONAS DE MURCIA
I CONCURSO DE DIBUJO: 
"COMO ES PARA TI SANTA MARÍA 
MADRE DE LOS BUENOS LIBROS! 
Del 23 al 28 de mayo
Miércoles 29: Fallo del concurso 

IGLESIA PARROQUIAL SAN FRANCISCO DE ASÍS - HNOS. MENORES CAPUCHINOS
VIRGEN MARÍA DE LOS BUENOS LIBROS

La advocación mariana de los Buenos Libros fue difundida por los Capuchinos, de la orden de San Francisco que siempre se han distinguido por el cultivo de la espiritualidad, el arte y el intelecto a través de la lectura. Es por ello que dicha devoción, pareja a la de la Virgen de la Sabiduría, tiene fuerte raíz intelectual y es tomada, tanto para el patrocinio de estudiantes y lectores, como, desde fechas más recientes, para el patronazgo de escuelas de biblioteconomía y documentación. 
Su origen, según la tradición, se encuentra en un romance anónimo fechado en el siglo XVII: "Todo el amparo, Señora, de mi libro en ti le libro, pues eres libro en quién Dios enquadernó sus prodigios. Si al que es vida le ceñiste en tu virgen pergamino, ya libro eres de la vida; vida has de ser de los libros"

SAN FRANCISCO DE ASIS (1980), Juan González Moreno.
TITULAR DE LA PARROQUIA DE LOS CAPUCHINOS

En la iglesia murciana de los Capuchinos se veneran las últimas obras documentadas de Juan González Moreno; una de ellas es la Virgen de los Buenos Libros (1976) y otra San Francisco de Asís (1980), santo titular de la congregación religiosa. Ambas tallas presentan una gran calidad, visten el hábito capuchino y comparten la esquematización de los paños, el naturalismo anatómico y la levedad en la aplicación del color que permite ver al espectador las vetas de la madera, lo que supone otra admirable fusión artística del escultor murciano, todo un experto en su madurez a la hora de conjugar el rutilante barroquismo de la imaginería clásica con las corrientes más austeras impuestas por las vanguardias del arte sacro, muy en boga por aquellos años. 
NTRA. SRA. DE 
LOS BUENOS LIBROS
1976 (Juan González Moreno)
María, representada de pie y descalza, es hierática, estilizada y majestuosa. El juvenil semblante queda enmarcado por partida cabellera de la que se escapa un afilado mechón que cae en ondas sobre el pecho. Para romper un tanto la moderna verticalidad, el autor introduce cierto vuelo en la capucha hacia el lado derecho, así como ligeras curvaturas del hábito a la hora de cubrir el hombro izquierdo, aunque no llega a redondear del todo los contornos ni a jugar con los pliegues para no perder la concepción lisa y aristada de la figura. No obstante, el elemento más novedoso de la composición lo constituye el libro que porta la Virgen entre sus finas manos, en alusión a su advocación, y del que emerge una candorosa figura de Jesús Niño desnudo para simbolizar la ejemplaridad de su contenido y la omnipresencia de Cristo en la vida de María, tanto en su designio divino de corredentora del pueblo cristiano como en los aspectos cotidianos de su existencia terrena.


Al jugar con la polisemia de la palabra LIBRO nos adentra en el mensaje que supone la maternidad de María y el nacimiento de su Hijo. Es un romance del siglo XVII y éste es su texto:

"Todo el amparo, Señora,
de mi libro en Ti lo libro,
pues eres libro en quien Dios encuaderno sus prodigios.
Si al que es Vida le ceñiste
en tu virgen pergamino,
libro eres de la Vida
y vida has de ser de los libros"

MARÍA, MADRE DEL BUEN PASTOR (DIVINA PASTORA) Devoción Capuchina.
La mirada del Buen Pastor
En tiempo de Pascua, en el cuarto domingo, celebramos a Jesús como Buen Pastor. Esta fue la primera representación que hicieron los cristianos de Jesús en las catacumbas. Lo pintaron como pastor, mucho antes que representarlo en la cruz. ...

Tal como lo presenta el evangelio de Juan en el capítulo 10, Jesús, el Buen Pastor, tiene una manera de pastorear, de tratar a las ovejas, que inspira confianza. Esto no ocurre con los ladrones o extraños. Jesús se acerca a las ovejas para estar con ellas, las trata con cariño, las llama por su nombre, se pone delante de ellas para guiarlas y conducirlas a buenos pastos. Está tan unido a ellas, que es capaz de dar la vida para salvarlas.

No es extraño que la imagen del Buen Pastor haya dado pie a una espiritualidad y una devoción extensa y profunda a lo largo de toda la historia cristiana. Después de todo, guía, cuidado y protección son asuntos que conectan profundamente con necesidades básicas del ser humano.

Un día antes del domingo del Buen Pastor, el sábado, los Capuchinos celebramos la fiesta de la Divina Pastora, la Madre del Buen Pastor, devoción capuchina que surgió en el convento de Sevilla el año 1703 y que se popularizó por toda la Península Ibérica y por las misiones capuchinas.

La imagen de Jesús, Buen Pastor y la de la Madre del Buen Pastor puede suscitarnos ciertas preguntas que inciden en nuestro compromiso del creyente en pro de los otros. De la manera de actuar del Buen Pastor, nosotros podemos sacar una serie de orientaciones: hemos de tratar de ser abiertos y cordiales, dispuestos a dar el primer paso y acoger siempre con bondad, respeto y paciencia. Hemos de tratar de modo especial a quienes se encuentran más heridos, ir en busca de quienes tienen dificultades, mostrarnos afables y familiares también con quienes se encuentran entre nosotros, tratando de compartir y celebrar la fe, tratando de crear unas comunidades cristianas desde la confianza, el trato personal y el diálogo.

Para san Francisco, la imagen del Buen Pastor fue también una de las preferidas. Él mismo nos exhorta: “Y recurramos a Él como al pastor y obispo de nuestras almas (1Pe 2,225), que dice: Yo soy el buen Pastor, que apaciento a mis ovejas y por mis ovejas doy la vida. (Jn 10, 11. 14-15)”. Por eso, esta imagen también puede ayudarnos a pensar en nosotros mismos y en cómo vivimos nuestra relación con Jesucristo. Hay veces en las que sentimos que vivimos una relación bastante pobre con Jesús y que necesitamos vivir una experiencia más viva y entrañable. Hay veces que se nos olvida que podemos acudir a Él cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas o perdidos y desorientados. Corremos el riesgo de olvidar al Pastor y por eso hemos de ser capaces de recordarnos que hemos de escuchar su voz, seguirle y ser agradecidos.

Eso es lo que también le pedimos a María, la Madre de este Pastor ideal: que nos ayude a tener “la mirada del Buen Pastor que no busca juzgar sino amar” (EG125)
Benjamín Echeverría, OFMCap

IMAGÉN DE LA MADRE DEL BUEN PASTOR, IGLESIA PARROQUIAL SAN FRANCISCO DE ASÍS, DE LOS HERMANOS CAPUCHINOS, EN MURCIA:




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