REFLEXIÓN: SOMOS DIFERENTES
Si nos miramos ahora mismo los que estamos en clase, observamos que somos diferentes. Pero para Dios no hay diferencias, nos quiere a todos, nos da lo que mejor conviene, se pone triste cuando nosotros nos alejamos o lo olvidamos, e invita a la mesa a todos. Su amor lo quiere compartir con todos, aunque no lo quieran o no lo conozcan.
Cuando despreciamos a una persona o la tratamos con diferencias o de mal modo, solo por compromiso, le hacemos un desprecio también a Dios y el sufre por nuestra manera de comportarnos. Todos tenemos valiosos dones que cuando los ponemos al servicio de los demás crece la comunidad de la Iglesia. Debemos evitar hacernos una idea de alguna personan solo porque no piensa igual que nosotros. Dios nos crea diferentes para que nos aprendamos a compartir, a aceptarnos unos a otros.
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