FIESTA DE SAN PÍO DE PIETRELCINA
La vida del Padre Pío sigue inspirando la de millones de personas al rededor del mundo. Le conocemos con este nombre ya que así fue llamado cuando ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Pero el nombre que recibió de sus padres fue Francesco Forgione.
Francesco nació en Pietrelcina, ciudad del sur de Italia, en 1887. Creció en una familia humilde y muy devota, su niñez estuvo fuertemente marcada por la enfermedad, pero aunque su salud era frágil su espíritu era inquebrantable. El dolor nunca fue impedimento para que su ferviente fe creciera todos los días.
Desde temprana edad manifestó su deseo de convertirse en sacerdote, movido por la llamada de Dios y por un fraile que siempre pasaba por su casa pidiendo limosna. Sin duda lo que más marcó la vida del Padre Pío fueron sus estigmas y encuentros con el demonio.
Pero que aquí nadie se asuste, a veces nos da miedo nombrar al demonio, pero invalidar su existencia es uno de sus logros, así que no le demos gusto. El Padre Pío tenía los estigmas «pasionarios», llamados así por ser semejantes a los de Jesús. Invisibles entre 1911 y 1918, y visibles durante 50 años hasta 1968. Sin duda su historia completa es conmovedora y admirable.
ORACIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil
y necesito tu fuerza para no caer tan a menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida,
y sin ti, no tengo fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz,
y sin ti, estoy en tinieblas.
Quédate conmigo, Señor,
Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte mucho
Quédate conmigo, Señor, si deseas que te sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque por pobre que sea mi alma
quiero que sea un lugar de consuelo para Ti, un nido de amor.
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