Había una vez un zapatero que se quejaba a Dios continuamente de su extrema pobreza.
Un día bajó el Señor a la tierra en forma de mendigo y se acerco a su casa y le dijo: "Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando".
El zapatero le respondió: "¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir y nadie viene a dar!"
El Señor le contestó: "Yo puedo darte lo que tu quieras". El zapatero le pregunto: "¿Dinero inclusive?".
El Señor le respondió: "Yo puedo darte 10 millones de euros, pero a cambio de tus piernas". -"¿Para que quiero yo 10 millones de euros si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente?", dijo el zapatero.
Entonces el Señor replicó: "Esta bien, te podría dar 100 millones de euros, a cambio de tus brazos". El zapatero le contestó: "¿Para que quiero yo 100 millones de euros si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos?"
Entonces el Señor le dijo: "En ese caso, yo te puedo dar 1.000 millones de euros a cambio de tus ojos". El zapatero respondió asustado: "¿Para que me sirven 1.000 millones de euros si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean?"
Entonces el Señor le dijo: "Ah hijo mío, ya ves la que fortuna tienes y no te das cuenta".
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Nos gustaría proponerte un sencillo ejercicio para que empieces a notar los beneficios de la gratitud. Es muy sencillo pero tiene unos efectos muy agradables:
1) Pon una mano en tu pecho y cierra tus ojos.
2) Respira hondo tres veces
3) Visualiza 5 cosas, situaciones, experiencias o personas por las que realmente hoy estás agradecido. Piensa en ellas, siéntelas, visualízalas, recréalas en tu mente… No importa lo grandes o pequeñas que sean, mientras sientas motivos por los que estar agradecido ¡todo sirve!
4) Abre los ojos y observa lo que pasa con tu estado de ánimo. ¡No quedará rastro de emociones negativas!
Terminamos este ratito dando gracias a Dios con la oración que le gusta escuchar: Padrenuestro...
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