Por todo cuanto nos diste en el año que ya terminó... ¡Gracias!
Gracias por los días de sol y los nublados tristes,
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías,
por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce,
por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños
y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes,
por las dificultades y las lágrimas.
Por todo lo que nos acercó a Ti.
Gracias por habernos conservado la vida, y por habernos
dado techo, abrigo y sustento.
Gracias Señor.
¿Qué nos traerá este año que empieza?
Lo que Tu quieras Señor, pero te pedimos:
Gracias por los días de sol y los nublados tristes,
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías,
por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce,
por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños
y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes,
por las dificultades y las lágrimas.
Por todo lo que nos acercó a Ti.
Gracias por habernos conservado la vida, y por habernos
dado techo, abrigo y sustento.
Gracias Señor.
¿Qué nos traerá este año que empieza?
Lo que Tu quieras Señor, pero te pedimos:
fe para mirarte en todo,
esperanza para no desfallecer,
esperanza para no desfallecer,
y caridad para amarte cada día más.
Danos paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad,
danos Señor, lo que tu sabes que nos conviene y no sabemos pedir.
Que tengamos el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas,
y nos hallemos siempre dispuestos a hacer tu Voluntad.
Derrama Señor, tu gracia sobre todos los que amamos
y concede tu paz al mundo entero. Así sea.
Gracias Señor. Amén.
Danos paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad,
danos Señor, lo que tu sabes que nos conviene y no sabemos pedir.
Que tengamos el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas,
y nos hallemos siempre dispuestos a hacer tu Voluntad.
Derrama Señor, tu gracia sobre todos los que amamos
y concede tu paz al mundo entero. Así sea.
Gracias Señor. Amén.
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