Señor,
Tú has querido que con el agua y la luz
despierten los campos y brote la vida.
A las plantas y flores que estaban dormidas,
A las plantas y flores que estaban dormidas,
las llenas de nueva vida que empieza a latir.
A la noche de nubarrones y frío,
A la noche de nubarrones y frío,
la llenas de luceros y de la paz tibia del anochecer.
Señor,
Tú has querido también que nuestra vida esté llena de luz y alegría,
porque nos contagias de tu Resurrección.
Gracias, Jesús, por esa llama de ilusión
porque nos contagias de tu Resurrección.
Gracias, Jesús, por esa llama de ilusión
que mantienes encendida en cada uno de nuestros corazones,
como en los primeros discípulos.
Que nunca olvidemos de llevar a los demás,
como en los primeros discípulos.
Que nunca olvidemos de llevar a los demás,
la alegría, la solidaridad y la paz,
que son regalos de vida nueva que nos entregas en tu resurrección.
que son regalos de vida nueva que nos entregas en tu resurrección.
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