domingo, 14 de enero de 2024

AÑO 2024: AÑO DE LA ORACIÓN, PREPARACIÓN PARA EL JUBILEO DE 2025 EN ROMA

 

CURSOS DE ORACIÓN Y VIDA:

2021-2023

Durante todo el mes de octubre, concretamente del 4 al domingo 29, se celebra en Roma la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo. El tema de esta Asamblea es la sinodalidad, el modo de ser y el modo de hacer de la Iglesia en este tercer milenio. El Papa ha pedido que sea objeto de un prolongado discernimiento en toda la Iglesia. El Sínodo no es un acontecimiento, sino un proceso, en el que todo el Pueblo de Dios está llamado a caminar juntos, guiados por el Espíritu Santo haciendo verdad el lema del Sínodo: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión".

De oración, escucha y justicia

La Iglesia que me gustaría interpreta la profecía del testamento espiritual del jesuita y teólogo alemán Karl Rahner, - “el cristiano del futuro o será místico o no lo será”-, poniendo en el centro la oración, orientada a la progresiva apertura de cada creyente a la gracia de la autorrevelación de sí mismo que Dios da a sus criaturas. Los Evangelios son la principal herramienta para acceder a esta “oración relacional”; son una especie de pentagrama sobre el cual co-construir con Dios el alfabeto personalísimo con el que Él nos habla. Al principio en el secreto de nuestra habitación, luego gradualmente a través de las personas y eventos que experimentamos en el camino.

La experiencia de un conocimiento íntimo de Jesús, adquirida gracias a la oración y confirmada por el contacto continuo con la comunidad orante, surge del uso de herramientas como la contemplación imaginativa de San Ignacio de Loyola, la oración mental de Santa Teresa de Ávila, la Lectio Divina u otros métodos basados ​​en las Sagradas Escrituras. La segunda característica de la Iglesia que me gustaría es la capacidad de escucha que acompaña a la oración. Una escucha llena de asombro y anticipación: ¿y si, a través de la persona que me habla, Dios quisiera revelarme algo de sí mismo o instruirme sobre un aspecto de mi vida?

Una tercera característica de la Iglesia que me gustaría es un agudo sentido de la justicia. La familiaridad común con los Evangelios nos hace a todos, a pesar de nuestras diferencias, muy sensibles a la forma en que Jesús abordó situaciones de este tipo. Antes de que se pueda alcanzar una solución ética compartida, algunos casos requieren un complejo proceso de discernimiento entre especialistas en la materia. La mayoría de los casos, sin embargo, son de solución inmediata para cualquier cristiano éticamente maduro. Por tanto, educar en el espíritu de parresía, en un espíritu que no ceda a la tentación de una diplomacia incomprendida ni dude en la elección preferencial por los pobres, es una tarea esencial de la comunidad.

Por último, la Iglesia que me gustaría valora las posibilidades que ofrece la web para entablar una relación de igualdad con los cristianos que se encuentran geográficamente alejados. Por ejemplo, ¿qué convence a una persona no occidental de convertirse al catolicismo? Durante los cinco días en pequeños grupos que concluyeron el mes de ejercicios espirituales, recuerdo haber preguntado a Evelyn, una jovencísima monja de Zimbabue: “¿No te ha creado ninguna dificultad entrar en relación con Jesús, un judío de piel blanca nacido en las costas del Mediterráneo?”. Sin dudarlo un momento Evelyn respondió sonriendo: “¡¡¡Mi Jesús es negro!!!”.

30 septiembre 2023 - Guia Sambonet
Autora y responsable de la Scuola di preghiera di san Fedele, Milán.


2024
Tras el año dedicado a la reflexión sobre los documentos y al estudio de los frutos del Concilio Vaticano II, el 2024 será el Año de la Oración, siguiendo la propuesta del Papa Francisco. En el marco de la preparación del Jubileo, se invita a las diócesis a promover la centralidad en la oración individual y comunitaria. Para ello, se podrían proponer “peregrinaciones de oración” hacia el Año Santo, caminos de escuela de oración con etapas mensuales o semanales, presididas por los Obispos, en las que se implica a todo el Pueblo de Dios. Además, para vivir mejor este año, el Dicasterio para la Evangelización publicará una serie de “Apuntes sobre la oración”, para volver a poner en el centro la relación profunda con el Señor, a través de las múltiples formas de oración contempladas en la rica tradición católica.

“Apuntes sobre la oración”
  1. ORAR HOY, “UN DESAFÍO A SUPERAR”
  2. Prefacio Papa Francisco
  3. ORAR CON LOS SALMOS
  4. LA ORACIÓN DE JESÚS
  5. EL VIAJE EN DIOS
  6. SANTOS Y PECADORES EN ORACIÓN
  7. LAS PARÁBOLAS DE LA ORACIÓN
  8. LA IGLESIA EN ORACIÓN
  9. LA ORACIÓN DE MARÍA Y DE LOS SANTOS
  10. LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRENUESTRO

«En este tiempo de preparación, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo.
  • Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla.
  • Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día.
  • Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón.
  • Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción.
En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del “Padre Nuestro”, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos.

Papa Francisco. Roma, Basílica de San Juan de Letrán, 11 de febrero de 2022. 

ENSEÑANOS A ORAR
Nos presentamos ante el Señor como niños, para dejarnos sorprender por su bondad y su ternura entrañables. No nos creemos sabios, ni pensamos que lo sabemos todo.

Queremos aprender a orar, desde todos, con todos y por todos.
Para orar, como para otras cosas importantes de la vida se necesitan ganas. Sólo la sed nos pone en camino hacia el manantial. Todos nos pueden ayudar en este camino. Aunque el verdadero maestro sigue siendo Jesús y su Espíritu que nos enseña en el silencio del corazón y los acontecimientos de la vida de cada día, en los hombres y mujeres de ayer y en los hermanos y hermanas que caminan codo con codo con nosotros haciendo iglesia.

«Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar» (Lucas 11,1).


Jesús oró. Así nos lo dicen muchas veces los evangelistas. Aprovechaba los momentos de soledad de la noche o del amanecer para estar a solas con su Padre y conocer su voluntad. Y esto lo vieron sus amigos. Pero también vieron otras cosas, cómo acogía a los que están en la orilla de todo, cómo perdonaba, cómo levantaba a los que están caídos o cayéndose, con qué profundidad y libertad amaba liberando a los oprimidos. Y descubrieron que tenía que haber alguna relación entre la vida nueva que Jesús estrenaba cada día y la oración, que también debía ser nueva, distinta de todas las que ellos conocían.


Y un día se atrevieron a pedirle: Enséñanos a orar Todos se hicieron niños, discípulos, para pedirle: Enséñanos a orar. Querían vivir al estilo de Jesús, y para ello le dijeron: Enséñanos a orar.
Hoy también somos muchos los que queremos vivir como Jesús, por eso le decimos con los discípulos de todos los tiempos: Señor, enséñanos a orar. Danos esa intimidad que tienes con el Padre, esa relación con él que nos hará seguir de cerca tus pisadas. Sólo en un clima de confianza y apertura podrá fructificar esta enseñanza, porque todo intento de imponer sin amor es contrario al Evangelio de Jesús.

Relato:
«Un monje andariego se encontró, en uno de sus viajes, una piedra preciosa, y la guardó en su talega. Un día se encontró con un viajero y, al abrir su talega para compartir con él sus provisiones, el viajero vio la joya y se la pidió. El monje se la dio sin más. El viajero le dio las gracias y marchó lleno de gozo con aquel regalo inesperado de la piedra preciosa que bastaría para darle riqueza y seguridad todo el resto de sus días. Sin embargo, pocos días después volvió en busca del monje mendicante, lo encontró, le devolvió la joya y le suplicó: Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya, valiosa como es. Dame, por favor, lo que te permitió dármela a mí» (Tony de Mello).

Oración:
«Ven, Espíritu Santo, en este año de la oración para preparar el jubileo de Roma de 2025, enséñanos a orar, a hablar con nuestro Padre Dios. Enséñanos a abrir la vida ante el Padre y a hablarte con limpio corazón. 
Ven, para que busquemos la verdad y vayamos por el mundo como artesanos de paz y constructores de la nueva civilización del amor».

Compromiso:
Aprovechar todas las oportunidades que me brinda la Iglesia Diocesana para aprender a orar, y para animar a otros a que lo hagan.

Paráfrasis del Padre Nuestro, según san Francisco de Asís
Cuenta una de las hagiografías más famosas de San Francisco de Asís (1182-1228) que desde la total renuncia sobre sus riquezas y también desistir a la flamante posición de su familia, especialmente renunciar a las riquezas de su padre Bernardone, sintió en su corazón una gran liberación espiritual para dirigirse a Dios expresando: “Desde ahora ya no diré Padre mío Bernardone, desde ahora diré con libertad: Padre Nuestro que estás en el Cielo…

El elemento esencial de la vida de Francisco es el seguimiento de Jesús, el Crucificado y Resucitado. Y así como el punto central de la predicación de Jesús fue el anuncio de la venida del Reino de Dios, así también el centro de la oración de Francisco fue la petición de la venida del Reino de Dios, en el Padre Nuestro. En su Paráfrasis del Padrenuestro nos dejó una meditación sobre la oración del Señor, que nos permite descubrir en Francisco a un gran orante. En ella nos muestra de manera convincente que la oración no nos separa del mundo. Él, que había abandonado el mundo - «salí del siglo», nos dirá en su Testamento-, volvió al mundo de una manera diferente en la oración y gracias a la oración. Luego de orar con todas sus fuerzas el Padre Nuestro.



2025
Qué es un Jubileo y desde cuándo se celebra








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