miércoles, 1 de abril de 2020

CREEMOS: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, distinta del Padre y del Hijo y que posee con ellos una misma naturaleza y esencia divina.
Es un regalo de Dios y su presencia en nuestras vidas nos identifica como miembros de su familia (la Iglesia).
Jesús dice a los discípulos que reciban al Espíritu Santo, después de saludarlos deseándoles la paz. El Espíritu Santo es una nueva presencia de Jesús en medio de su Iglesia, en medio de nosotros. El es quien nos da ánimos y fortaleza ante las dificultades, ante las tentaciones. El nos ayuda a buscar a Dios como lo más importante en nuestras vidas. El nos une en comunidad haciéndonos superar las enemistades, las envidias, las categorías entre unos y otros. El nos ilumina para entender la Palabra de Dios y comprender el por qué de los acontecimientos en nuestra vida y en la de los demás. El nos da sus dones y nos regala sus frutos: paz, alegría, amor, paciencia, bondad, comprensión, castidad, fidelidad, mansedumbre...

REZAMOS:
Espíritu Santo, Espíritu de Dios,
¡Qué sería nuestra fe, y nuestra vida sin ti!
En esta cuaresma te digo desde lo más profundo:
Ven Espíritu Santo, renueva toda mi vida. Creo en ti.

Espíritu Santo, dame la alegría y la fuerza para seguir
en la búsqueda de Jesucristo, el Señor de la Vida.
Ilumina las tinieblas de mi corazón, sé descanso, tregua, brisa y gozo;
riega, sana, lava, calienta, doma, guía y salva mi vida. Creo en ti.

Espíritu Santo, dame sabiduría para vivir según el evangelio,
fortaleza para comprometerme en la defensa de los más pobres,
de los que no tienen trabajo, ni cariño, ni horizonte alguno
y valor para decir la verdad siempre y en todo lugar. Creo en ti.

Espíritu Santo, ayúdame cada día a renacer de nuevo
para servir a Dios y para servir a los demás,
a quien me gustaría reconocer siempre como mis hermanos.
Ven Espíritu Santo, renueva toda mi vida. Creo en ti. Amén.

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