A veces no nos gustamos a nosotros mismos por cualquier defecto que tengamos: ser bajitos, gordos, flacos, altos, morenos... Pero, nuestra familia (y algunos amigos) siempre nos aceptaran tal y como somos.
Si pudiéramos cambiar algo de nosotros lo haríamos sin pensarlo dos veces, pero en realidad somos perfectos ya que si estamos en este mundo será por alguna razón en específico, somos únicos en este mundo y muy importantes para nuestra familia y varios amigos de confianza, somos perfectos y perfectas siendo como somos, nunca debemos cambiar por alguien.
REZAMOS:
Jesús amigo:
Gracias por todos los dones
que me regalaste.
Gracias por mi familia,
por mis amigos,
por las posibilidades que me das,
por conocerte y amarte.
Gracias, Jesús,
porque me mostras tu amor
en el cariño de los demás.
Te quiero pedir que me ayudes
a ser generoso
y a compartir toda mi vida
con los demás.
Ayudame a dar muchos frutos.
Porque todo lo que me diste
es para compartir
y ofrecer a los demás.
Jesús quiero ser cada día
un poco más parecido a TI.
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