¡Buenos días, señor!
¡Qué bueno comenzar este nuevo día!
Sé que habrá nuevas tareas, nuevos compromisos, nuevos esfuerzos.
Y quiero comenzarlo con entusiasmo,
con alegría renovada, con ilusión nueva.
Sé que estás a mi lado:
en mi familia, en mis amigos, en la naturaleza, en mi propia persona.
¡Gracias por este nuevo amanecer!
¡Gracias por este nuevo empezar!
¡Gracias por ésta, tu presencia!
Ayúdame a sembrar paz, comprensión y amor
entre las personas a mí alrededor.
Sé, señor, que esta tarea la comienzan cada día muchas personas
desde todos los puntos de Tierra.
Te pido por ellos y con ellos te digo: ¡Buenos días, Señor!
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