viernes, 17 de febrero de 2023

EVANGELIO DEL DOMINGO: AMAR A LOS ENEMIGOS

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿Qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publícanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto
. (Mateo 5, 38-48)

 
En el Evangelio de este domingo Jesús nos dice que cuando alguien se mete con nosotros, cuando nos insulta o nos falta al respeto o nos agrede, no le hagamos no debemos responder de la misma manera. Yo creo que más o menos en esto todos podemos estar de acuerdo. Nos puede costar más o menos, pero todos entendemos que la violencia no se debe responder con violencia, que la solución no es hacerles a los demás lo que no quieren que nos hagan a nosotros.

Pero Jesús nos dice mucho más, nos pide cosas que a veces nos cuesta bastante asumir, pero que, si lo pensamos bien, Jesús tiene toda la razón. Nos pide que amemos a nuestros enemigos, que si alguien nos da una bofetada que le ofrezcamos el otro lado de la cara. Es un paso mucho mayor que seguro que nos puede costar mucho más.

La vida creyente tiene estas cosas, y es que Jesús a veces nos pide cosas que en un primer momento nos puede costar asumir. Pero si buscamos un poco la tranquilidad, si rezamos las cosas y las meditamos con tranquilidad, lo que nos propone Jesús es lo que debe hacer una persona creyente.

Aprovechemos esta semana para que, tanto en nuestra oración diaria como en nuestra vida, podamos intentar acercarnos a lo que nos dice Jesús sobre amar a nuestros enemigos, por muy muy enemigos que nos parezcan.

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