a que cada día sea una fiesta.
Dame un alma, Señor,
que contagie la alegría
por donde pase.
Un alma que no conozca
el aburrimiento, ni el rumor,
ni el grito, ni la queja.
Dame Señor, el sentido del humor,
hazme capaz de reír de un chiste
para que sepa sacar algo de alegría
y contagiarla a los demás.
Hazme Señor, música
para que quienes están tristes
se levanten a bailarla.
Hazme Señor, serpentina y confeti
para vestir de mil colores
las caras-largas y aburridas.
Hazme Señor, farolillo
para dar luz y calor
a los de corazón solitario.
Señor, haz que mi corazón
salte y baile,
ría y cante,
en tu fiesta,
la fiesta del AMOR
entre todos los hombres y mujeres,
niños y niñas.
Dame un alma, Señor,
que contagie la alegría
por donde pase.
Un alma que no conozca
el aburrimiento, ni el rumor,
ni el grito, ni la queja.
Dame Señor, el sentido del humor,
hazme capaz de reír de un chiste
para que sepa sacar algo de alegría
y contagiarla a los demás.
Hazme Señor, música
para que quienes están tristes
se levanten a bailarla.
Hazme Señor, serpentina y confeti
para vestir de mil colores
las caras-largas y aburridas.
Hazme Señor, farolillo
para dar luz y calor
a los de corazón solitario.
Señor, haz que mi corazón
salte y baile,
ría y cante,
en tu fiesta,
la fiesta del AMOR
entre todos los hombres y mujeres,
niños y niñas.
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