A veces nos preguntamos por qué se fabrican armas. A veces también nos decimos por qué hay gente que cultiva en su corazón el odio y no el amor. A veces surgen enfados entre nosotros o en nuestra casa y con nuestra familia.
Si queremos educarnos para la paz, tenemos que pensar que es mucho más lo que nos une que aquello que nos separa. Tenemos que pensar que nunca hay razón suficiente para mirar al "otro" como alguien a quien hay que quitar de nuestro camino.
Sabemos que hay paz entre nosotros cuando hacemos todas las cosas con justicia, y cuando no somos egoístas y pensamos en los demás. En el mundo hay mucha gente violenta y a nosotros a veces también nos vienen las ganas de serlo.
Hay un poeta que dice: “Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú. Sé el que apartó del camino la piedra, el odio de los corazones y las dificultades del problema”.
Y es que nos gustan las cosas bien hechas y que todo esté en orden. Pero a veces pensamos que quienes tienen que hacer las cosas son los demás.
Es lo que les pasa a algunos con la paz. Somos nosotros los que tenemos que hacer la paz en nuestro colegio y en nuestra familia. Si te gusta la paz, edúcate para la paz. Si de mayor quieres ser una persona de paz, ensaya desde ahora a ser un niño de paz.
Por eso le pedimos a Dios su ayuda y su fuerza para crecer y educarnos como gente de buen corazón que quiere el amor y la paz.
miércoles, 3 de febrero de 2021
REFLEXIÓN: EDUCARNOS PARA LA PAZ
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