miércoles, 28 de septiembre de 2022

REFLEXIÓN: DIOS TE QUIERE A TI

Si observas, a las personas a las que llamamos “buenas personas” son personas:

Que necesitan pocas cosas y las cosas no son su centro;

Que no van por la vida quejándose de todo; aman su vida;

Que aceptan lo que son y tienen y no se comparan con otros/as;

Que no viven para sí, sino que están abiertas a los otros; tanto es así que llegamos a decir que “no piensan en sí”, sino en los demás;

Que no pasan la vida chismorreando de los otros…

Convertirse no es ser como tal persona. Convertirse es ser tú: tú, con tu originalidad, con tu personalidad, con todo eso que puedes ser, si de verdad te decides a serlo.

Los modelos que se nos presentan no son para compararnos, son para animarnos a ser como ellos y ellas se animaron a ser.

Recuerda que lo que Dios quiere de ti es que seas tú mismo. Te quiere en toda la originalidad que eres. Sin añadidos, sin imitaciones.


Padre que nos amas tanto,
sé que muchas veces no soy como quisiera ser,
muchas veces pienso las cosas de una manera
y luego obro de un modo contrario.
Danos fuerzas, Padre bueno,
para ser capaces de tener presente cada día
lo que queremos ser,
cómo queremos relacionarnos con los demás,
quién nos importa tanto como
para no estar enfadados con él.
Ayúdanos a estar alertas, Padre nuestro,
que no nos olvidemos de afrontar cada día
con una sonrisa en la cara
y haciendo de nuestro entorno
un sitio donde nos guste vivir.

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