Me enfadé mucho y dije: "¿Cómo es posible, Señor, que habiendo tanta gente que vive con tanto dinero, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que no hagas nada?
Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba: "¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!"
Todos podemos aportar algo para mejorar el mundo y para ayudar a los que lo necesitan. En esta semana del DOMUND pensemos en tantas personas que no tienen lo necesario para vivir. ¿Qué podemos nosotros hacer por ellos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario