viernes, 18 de diciembre de 2020

[PRIMARIA] VIERNES DE ADVIENTO: CUARTA SEMANA

María dijo sí y la luz llegó a ella, se hizo persona en el bebé de su vientre. ¡Alégrate tú también, porque Dios cuenta contigo! Sigue preparándote este Adviento para poder escuchar su voz y saber lo que te dice, conocer cuál es tu misión. Y esa vida con Dios es genial, es grande y llena de sorpresas. Llena de Amor. Vamos a leer en el Evangelio la gran noticia que anuncia el ángel Gabriel. ¿Te imaginas a quién?

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con hun hombre llamado Jossé, de la estirrpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando a su presencia, dijo: - Alégrate, llena de gracia, el Señor esta contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó antes estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: - No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará elt rono de David su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: - ¿Cómo será eso, pues no conozco varón? El ángel le contestó - El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: - Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. (Lc 1, 26-28)

María estaba prometida a José para casarse pronto con él. Vivía en un pueblecito llamado Nazaret. Y un día se vio sorprendida por una voz que en su corazón la saludó así: "¡Qué buena eres, María! ¿Quieres ser la madre de Dios? Tú le darás vida dentro de ti y le llamarás Jesús". Y ella dijo: "Sí, que se cumpla en mí lo que Dios, el Señor, desea".

El ángel saluda a María diciendo: “¡Alégrate!” María se alegra porque Dios se ha fijado en ella y cuenta con ella para una gran misión: que nazca Jesús, que se haga niño como nosotros.

Dios también cuenta contigo y tiene una misión para ti: que seas mensajero de esta gran alegría.

YO TE SALUDO, MARÍA
Yo te saludo, María,
porque el Señor está contigo,
porque concebiste y diste a luz
un hijo, Jesús, la vida;
y nos enseñaste cuánta vida
hay que gestar y cuidar
si queremos hacer a Dios presente en esta tierra.
Yo te saludo, María.
madre de Jesús y madre nuestra,
camina con nosotros,
llévanos junto a los otros
y mantén viva nuestra fe!

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