Seguro que a veces tus padres o tus profesores te piden cosas que no te gusta mucho hacer y no entiendes para qué. En realidad lo hacen porque es lo mejor para ti y porque te quieren. Y es que, a veces, vivimos situaciones que no entendemos y es Jesús quien nos va a “encender” la luz cuando todo está un poco oscuro. Además, si Jesús es la Luz y lo llevamos dentro de nosotros, ninguna situación será tan difícil ni oscura.
Vamos a leer en el Evangelio quién contaba a la gente la gran noticia de Jesús.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: - ¿Tú quién eres? El confesó sin reservas: - Yo no soy el Mesías. Le preguntaron: - Entonces, ¿qué? ¿Eres Elías? El dijo: - No lo soy. - ¿Eres tú el Profeta? Respondió: - No. Y le dijeron: - ¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo? El contestó: - Yo soy "la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor" (como dijo el profeta Isaías=. Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: - Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta? Juan les respondió: - Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia. Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. (Jn 1, 6-8. 19-28)
Juan fue elegido para “dar testimonio” de Jesús. Jesús tiene que ser “anunciado” por alguien. Si no, tendría muy difícil llegar al corazón de las personas. Todos le preguntaban a Juan Bautista : "¿Quién eres?". Y él respondía: "Yo sólo soy una voz que os dice a gritos y con fuerza que preparéis el camino al Señor, que llega pronto. Estad atentos para recibirle, conocerle y amarle.
Se necesitan chicos y chicas que puedan contar a los demás que Jesús está entre nosotros y nos ama con locura. ¿A quién puedo yo anunciarle esta buena noticia? ¿Cómo puedo hacerlo? Proponte un compromiso.
de buenas obras, de amor, de paz, de justicia.
Sé nuestro guía en este proyecto.
Danos lo que necesitamos
para que alumbren el camino que lleva a otros a ti. Amén.
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