HAY SITIO PARA TODOS

En esta semana reflexionaremos sobre la importancia de darnos cuenta de que hay sitio para todos, de que la amistad se multiplica, no se gasta con el uso. Todos tenemos cabida y todos podemos ser amigos.

El símbolo de esta semana es la pala, que simboliza el hueco que le podemos hacer siempre a los demás, aquí cabemos todos.

Entrecavar la tierra es bueno. Ésta se oxigena y enriquece. Con ello ahuecamos el terreno para que otros elementos entren y realicen su función. Pero como todo trabajo sobre la tierra requiere un esfuerzo. A veces es duro, requiere de sacrificios y no resulta de nuestro agrado, pero es necesario si queremos vivir en un mundo el que todos cuenten, dejando a un lado todos nuestros prejuicios y transformándonos a una fraternidad global.

ORAMOS

Señor, enséñame a ver detrás de cada persona un hermano.
Una persona como yo, con sus sufrimientos y alegrías.
Alguien que tiene vergüenza, a veces, de mostrarse tal cual es
o que no le gusta mostrarse ante los demás por timidez.
Señor, hazme descubrir detrás de cada rostro,
en el fondo de cada mirada, un hermano, semejante a Ti
y, al mismo tiempo, completamente distinto de todos los otros.
Quiero empezar hoy mismo a comprender a cada uno en su mundo,
con sus ideales, con sus virtudes y debilidades,
también, ¿por qué no?... ¡con sus “manías”!
Ayúdame, Señor, a ver a todos como Tú los ves,
a valorarlos no sólo por su inteligencia, su éxito o sus talentos,
sino por la capacidad de amor y entrega que hay en ellos.
¡Que en el “Otro” te vea a Ti, Señor!
Señor, que te vea detrás de cada rostro.
Amén.