Pequeña María,
ayúdanos a darnos cuenta
de las maravillas que Dios va haciendo en nosotros:
la vida, la familia, la educación, los amigos...
Ayúdanos a admirarnos con sencillez de lo bueno de cada día
y a ser sencillamente agradecidos.
Que no nos pueda el orgullo de ser más que los demás,
sino que sintamos el deber de poner lo que tenemos al servicio de los demás.
Ojalá aprendamos que ‘amor con amor se paga’
y hagamos de nuestra vida un acto de servicio a Dios y al prójimo.
¡Pequeña María, ruega por nosotros!
NOTA: En la página "Ofrenda a la Virgen" están publicados los resultados de la misma.
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