Dios se hace hombre y viene a visitarnos, nace entre nosotros y se hace niño. Por eso el adviento es tiempo de preparación, tiempo de ilusionarnos con su llegada. Un encuentro especial que necesitamos preparar de forma también especial.
«Estad también vosotros preparados», les dice Jesús a sus discípulos. «Estad también vosotros preparados», nos dice hoy también a nosotros.
Sólo quien se prepara para su llegada, es capad de descubrir qué significa su venida y sólo quien está preparado es capaz de vivir con sentido su nacimiento.
Para reflexionar:
- ¿Estoy preparado para vivir de una forma especial el nacimiento de Dios entre nosotros?
- ¿Qué sentido tiene la Navidad en mí?
- ¿Cómo puedo preparar su llegada?
Oración:
Ven Señor a mi vida, ven y lléname:
de ilusión
de ternura
de amistad
de agradecimiento por lo que soy y tengo
de fortaleza para vencer los contratiempos.
Permite abrirte la puerta de mi «casa»
y a recibirte en mi vida
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