En el misterio de la Trinidad nos movemos, vivimos y existimos. Vivimos en el Padre del Amor y Creador. Podríamos definirlo con una imagen: la Trinidad como una cadena de palabras de Amor que nos liberan.
Somos movidos y alentados por el Espíritu, cada día, en los grandes y pequeños momentos, allá por donde andemos, con nuestras circunstancias, expectativas, sufrimientos, dolores y logros. ¡Él siempre saca lo mejor de nosotros y nos anima!
Contemplamos la entrega del Hijo, hasta el final, sin límites, modelo inspirador en nuestra vida.
El Espíritu nos guiará hasta la verdad plena, nos hará entrar en la comunión única del Padre y del Hijo, que nos llama a todos nosotros a la unidad.
Hagamos del misterio trinitario un canto inspirador para nuestra vida cotidiana.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero sscc
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