«Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mateo 28, 20). Dios nos recibe con los brazos abiertos, con su Sagrado Corazón lleno de amor y misericordia, solo espera que confiemos en Él.
La oración es necesaria en nuestras vidas, es el motor que nos ayuda a continuar sin desfallecer, aunque parezca que pasamos por valles oscuros, la luz de Cristo todo lo ilumina. Podemos conversar con Dios sobre nuestras experiencias diarias, pedirle por nosotros o los más cercanos.
La oración es un diálogo de amor entre dos personas. Para escuchar la voz de Dios primero es necesario permanecer en silencio, por que en el silencio Él nos escucha, Él habla a nuestros corazones. Hagamos silencio y escuchemos su voz que nos dice: «Te amo, y estoy contigo todos los días hasta el fin del mundo».
ORACIÓN
Amado Sagrado Corazón de Jesús,
te entrego mi corazón.
Ayúdame amar a Dios y al prójimo,
y permíteme amarme a mí mismo
como hijo que soy de Dios.
Junto mis manos en oración, Señor,
para que me des paz, sabiduría,
paciencia y luz en mi camino.
Gracias por conocerte y sentir tu amor.
Oh amado Sagrado Corazón de Jesús,
te entrego mi corazón.
Ayúdame a amar a Dios y al prójimo,
aquí estoy para amarte y servirte.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario