viernes, 6 de noviembre de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: LLENA TU LÁMPARA

Entonces el reino de Dios será semejante a diez muchachas, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias llevaron sus lámparas, pero no se proveyeron de aceite, mientras que las sensatas llevaron las lámparas y aceiteras con aceite. Como tardara el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro. Entonces se despertaron todas las muchachas y se pusieron a aderezar sus lámparas. Las necias dijeron a las sensatas: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se apagan. Las sensatas respondieron: No sea que no baste para nosotras y vosotras, mejor es que vayáis a los vendedores y lo compréis. Mientras fueron a comprarlo, vino el esposo, y las que estaban dispuestas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras muchachas diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Y él respondió: Os aseguro que no os conozco. Por tanto, estad en guardia, porque no sabéis el día ni la hora». (Mateo 25, 1-13)

PARA MEDITAR

No debemos estar pensando que Dios va a venir y nos va a pedir que rindamos cuenta de como es nuestra fe. No somos cristianos por miedo, somo cristianos por alegría, porque nos gusta vivir como creyentes.

La fe es una pasión, es lo que más nos gusta ser y vivir. Debemos ser personas siempre disponibles, que los demás sepan que pueden contar con nosotros. Eso es lo importante de la fe. Jesús no quiere cristianos que hagan las cosas por cumplir o por obligación. Esto es lo más importante del mensaje del Evangelio de hoy.

PARA HACER VIDA EL EVANGELIO

  • ¿Vives la fe como algo que te ilusiona o como algo que hay que hacer, como una rutina?
  • ¿Qué quiere decir Jesús conque estemos alerta? ¿Cómo podemos vivir la fe hoy en día?
  • La fe debemos vivirla con alegría y con ilusión. Piensa en alguien a quien le puedas transmitir alegría o ilusión esta semana.

PARA ORAR

Si en este momento llegaras a buscarnos,
¿nos encontrarías viviendo sensata o neciamente?
Si ahora mismo vinieras a buscarme,
quizá me encontrarías preocupado,
con temas que no son los principales,
o haciendo números con mis planes.
Si llamaras a mi puerta en este instante,
podrías sorprenderte con gesto triste,
agobiado por ayer o por mañana,
en vez de disfrutando del momento presente.
 

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