miércoles, 4 de noviembre de 2020

REFLEXIÓN: TODOS PODEMOS SER SANTOS

Son muchos los santos no mencionados en los libros de la liturgia y de historia. Sus nombres sin embargo están escritos en el libro de la Vida y sus anhelos han sido acogidos en el amor infinito de Dios. Ellos son para nosotros un modelo y un ejemplo, y a la vez un estímulo y una garantía.

«Todos podemos ser santos», dice el Papa Francisco, con mucha fuerza, porque «la santidad, es un don, es el don que nos hace el Señor Jesús, cuando nos toma consigo y nos reviste de sí mismo, y nos hace como Él». «Y este don se ofrece a todos, nadie está excluido; se trata de vivir con amor y ofrecer el testimonio cristiano en las ocupaciones de todos los días; ahí estamos llamados a convertirnos en santos»

El domingo pasado celebramos la fiesta de Todos los Santos, y recordamos que lo más importante no es ser rico y poderoso, sino generoso y sencillo; así lo dijo Jesús.

Señor, muchos lo han entendido y son felices: los abuelos que siempre se alegran de verme, los padres que me quieren tanto; la compañera de clase que siempre me deja lo que necesito ... ¡Ayúdanos Señor a ser como todos ellos! Haz que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; y muriendo, como se resucita a la vida eterna.

 

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