"Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche, y él es bello y alegre y robusto y fuerte."
¿Te atreverías a prenderle fuego a tu casa? Yo creo que mi pregunta suena a locura. Podríamos suponer que nadie en sus cinco sentidos se le pueda ocurrir tal barbaridad. Sin embargo, se ha comprobado que la mayor parte de los incendios forestales son provocados por personas que tienen algún interés económico en ello. Esta ambición los lleva a “quemar la casa que es de todos”, con sus bosques y sus selvas y toda la vida presente en ella. Tan solo los árboles son poderosas bombas de oxígeno, sin el cual no podríamos vivir nosotros ni tampoco los animales.
Greta Thunberg, adolescente activista a favor del clima, denunció: “Nuestra casa está en llamas”. Desde los ocho años ella veía y se enfadaba por los incendios forestales que ocurrían en su país, Suecia. Cuando cumplió 15 años decidió plantarse frente al parlamento y con un cartel exigió a las autoridades comprometerse en la lucha por el clima.
REZAMOS
Eterno Señor, y Creador de todas las cosas:
Seguiremos buscando fronteras,
para superarlas con tu Palabra
que tira muros, que ofrece puentes,
que forja encuentros.
Nuestra casa, el mundo, nuestro más, tu reino.
Pidiéndolo todo nos llamas de nuevo,
prometes hacer de nosotros fuego.
Así que arderemos, si Tú eres la lumbre
de hogueras que pongan calor en el frío,
fulgor en las brumas, de noche, sosiego.
Tras tu huella iremos,
dejando olvidados los malos amores,
intereses grises y quereres ciegos.
Por bandera, un todo, por causa los pobres, por fe, tu evangelio.
Con los pies de barro y la vida en juego
nos basta tu gracia para alzar el vuelo.
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