Cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: Id a la aldea de enfrente y, nada más entrar, encontraréis un borrico atado, que aún nadie ha montado. Soltadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, le diréis que le hace falta al Señor y que se lo devolverá muy pronto. Fueron y encontraron el borrico atado junto a una puerta, por fuera, en la calle. Lo soltaron. Algunos de los allí presentes les dijeron: ¿Por qué soltáis al borrico? Contestaron como les había encargado Jesús, y les permitieron llevarlo. Llevaron el borrico a Jesús, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraban el camino con sus mantos, otros con ramos cortados en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban: ¡Hosana! Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino de nuestro padre David que llega. ¡Hosana al Altísimo! Marcos 11, 1.10
La gente se alegró al ver entrar a Jesús y le cantaban y
decían cosas hermosas a su paso para expresar su alegría. Pues en el Domingo
de Ramos también nosotros acompañamos a Jesús con mucha alegría. Queremos acompañarle
en estos días durante su PASIÓN, viviendo su muerte y sacrificio por todos
nosotros en la Cruz, pero sabiendo que después celebraremos su Resurrección. Esto es lo que nos dice esta preciosa canción de Luis Guitarra.
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