GRACIAS, SEÑOR, POR ESTE CURSO QUE TERMINA

Buenos días, llegó el final y con él también nuestra última oración de este curso. Vamos a comenzar haciendo silencio y diciéndole a Jesús que este ratito es para él.

Llegó el fin de curso, un curso lleno de emociones, alegrías, amigos, cosas que hemos aprendido y también algunos enfados, tristezas, con días mejores y otros peores, pero siempre con la confianza de que Jesús, nuestro amigo, ha estado ahí acompañándonos. Por eso le decimos:

Gracias, Señor, por este curso que termina,
por todo lo que he vivido y compartido, por todo lo que he avanzado,
por ese poquito que he crecido como persona.
Gracias, Señor, por mis compañeros, por los buenos momentos que he pasado,
por los malos ratos en los que, sin pedirlo, he sentido la cercanía y el apoyo de ellos.
Gracias, Señor, por las personas que me han ayudado,
por todos los que han estado a mi lado.
Gracias, Señor, por nuestros compañeros y profesores:
por aquellos que nos hacen fácil la tarea diaria,
por los que nos exigen mayor empeño y dedicación.
Comenzamos las vacaciones con la intención de seguir siendo
signo de amor, de entrega y alegría en medio de mi familia y amigos.