quiero pedirte por todos mis compañeros de clase.
Tú los conoces a todos,
sabes sus cualidades y sus defectos,
entiendes mejor que nadie de qué pie cojean
y en qué cosas necesitan ayuda.
Tú Señor, que eres bondadoso y fiel,
Tú Señor, que eres bondadoso y fiel,
que nos quieres un montón,
y no porque seamos buenos chicos... no, no,
Tú nos amas "porque sí" y eso me hace sentir feliz.
Enséñame a quererles a todos,
Enséñame a quererles a todos,
no porque me caigan bien o tengan mis mismos gustos,
sino porque son hijos tuyos
y, por lo tanto, también hermanos míos.
Dame la valentía necesaria de acercarme a los más débiles,
Dame la valentía necesaria de acercarme a los más débiles,
a los que tienen menos capacidades,
a los que carecen de amigos,
a los que vienen de tierras lejanas...
Te doy gracias Padre,
Te doy gracias Padre,
porque me has dado compañeros y amigos,
cada uno de ellos es un regalo para mí.
Dame tu mirada para contemplarles,
Dame tu mirada para contemplarles,
tus manos para ayudarles,
tu sonrisa para divertirles,
tu inteligencia para enseñarles
y sobre todo Padre dame tu corazón,
y sobre todo Padre dame tu corazón,
sí, tu enorme corazón,
para no dejar nunca de amarlos. Amén.
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