Jesús no es un rey a la manera de la que estamos acostumbrados. En él no brilla el poder o la grandeza sino el servicio y la humildad. Jesús es rey desde la Cruz, que es una forma muy distinta de ejercer la realeza. Cristo crucificado perdona y acoge, invita a participar en el Reino. Jesús, el Mesías que llega como un bebé, alegra en su fragilidad y pequeñez el universo. Paradojas de la fe. Lo pequeño es lo que nos engrandece. Y el “Rey-pequeño” transforma los corazones del universo. Él tiene otra manera de reinar.
Al recordar la fiesta de Cristo Rey planteémonos para quién es nuestro tiempo, quién es de verdad el rey de nuestro corazón.
Al recordar la fiesta de Cristo Rey planteémonos para quién es nuestro tiempo, quién es de verdad el rey de nuestro corazón.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
Creemos en Jesús,
presente en la alegría y esperanza del pueblo
marcado por una historia de sufrimiento y pobreza.
Creemos en Jesús,
presente en las personas que atraviesan
situaciones críticas
a causas de las decisiones de otras personas.
Creemos en Jesús,
presente en los jóvenes marginados y sin trabajo
por causa de las estructuras que hemos creado.
Creemos en Jesús,
y reafirmamos nuestra esperanza en Él,
y en la fuerza sanadora y liberadora
de su amor derramado en nosotros y nosotras..
Creemos en Jesús, vivo y presente
en nuestro mundo e historia,
en nuestra sociedad e Iglesia,
y en nuestra vida, cada día.
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