Jesús les dijo a sus apóstoles: Lo digo para todos, pequeños y mayores... ¡Estad atentos! ¡Velad!
Los Apóstoles veían lo imposible que era estar siempre atentos, sin distraerse. Veían que con frecuencia se descuidaban un poco de sus obligaciones.
Los Apóstoles veían lo imposible que era estar siempre atentos, sin distraerse. Veían que con frecuencia se descuidaban un poco de sus obligaciones.
Jesús les alertaba y decía: Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora llega el ladrón, vigilaría y no se dejaría robar. Así que ... ¡Vigilad!
Los Apóstoles vieron que Jesús hablaba bien en serio. Entendieron, que no tenían más remedio que hacer lo que el Maestro mandaba: ¡Vigilar, estar despiertos!
Los Apóstoles vieron que Jesús hablaba bien en serio. Entendieron, que no tenían más remedio que hacer lo que el Maestro mandaba: ¡Vigilar, estar despiertos!
Y Jesús les aclaró: Yo os digo que podéis cumplirlo, y que es la única manera para ser completamente felices.
En el fondo, no es tan mala cosa lo que les pedía. Hace que te mantengas despierto. Y así aprovechas bien cada instante de tu vida. Plenamente convencidos comenzaron a proclamar todos juntos, a una, con Jesús: ¡Mirad! ¡Vigilad! Pues no sabéis cuándo es el momento.
En el fondo, no es tan mala cosa lo que les pedía. Hace que te mantengas despierto. Y así aprovechas bien cada instante de tu vida. Plenamente convencidos comenzaron a proclamar todos juntos, a una, con Jesús: ¡Mirad! ¡Vigilad! Pues no sabéis cuándo es el momento.
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