jueves, 2 de marzo de 2023

COSAS DE CUARESMA: LA LIMOSNA

La práctica cristiana de la limosna no es solamente echar una moneda en el cepillo durante la misa, o la colaboración en la campaña solidaria del momento. Ni siquiera se identifica con el primer significado que te viene a la mente: dar dinero.

Aquí te ofrezco algunos ejemplos sobre cómo puedes dar limosna a Dios. Escoge alguno de ellos, o busca los tuyos propios, para el día de hoy, y conviértelo en hábito por la repetición en días sucesivos:
  • Saluda a todas las personas conocidas que hoy se crucen contigo, y hazlo con una sonrisa, y si lo ves conveniente, con un: ¿Qué tal?
  • Escucha. Dedica tiempo al menos a una persona que tiene que decirte algo, o que sientes que necesita compartir alguna situación personal.
  • Ten en casa un gesto de servicio a alguien o de algo, un gesto nuevo que consideras adecuado para ti y que ayude a los demás.
  • Si surge, hoy u otro día, una circunstancia en la que se pide ayuda, echar una mano, atender una necesidad, en el ámbito de tu vida que sea (estudio, trabajo, amistades, casa…), haz lo posible para prestarte voluntario a hacerlo ¡sin que se note mucho, que no se entere tu mano izquierda de lo que quiere hacer la derecha!
  • Busca una causa solidaria y calcula una cantidad apropiada a tu situación, para colaborar económicamente: puedes pensarlo hoy, y llevarlo a cabo otro día.
En Cuaresma es bueno analizar a quién le regalamos nuestro tiempo y decidir donarlo a personas que lo necesitan. A veces dar nuestro tiempo es más valioso que dar nuestro dinero. Esa es la limosna que vale.

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