Jesús: En esta cuaresma quieres estar con nosotros y que sintamos la alegría de tenerte. Nos invitas a orar, hablar contigo, gozar de tu amistad. Quieres que nos acerquemos a ti muchas veces para alabarte, pedirte perdón, agradecerte lo que haces por nosotros o pedirte ayuda.
Jesús, qué importante es orar para cargar las pilas de la fe, para crecer en intimidad contigo, para tener luz y fuerza en la vida. Sabemos que tú también orabas muchas veces a lo largo del día. Ayúdanos a escuchar tu Palabra, a rezar solos y en silencio, en familia o en comunidad, con el Padre Nuestro o la Eucaristía o contándote lo que nos pasa.
Enséñanos a crecer en tiempo y en calidad nuestra oración. Pero que el estar contigo nos comprometa a ser mejores amigos, mejores compañeros, mejores cristianos; más alegres y más solidarios.
Señor, enséñanos a orar, porque ¡qué bien se está contigo!
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