La situación de los niños y niñas en Siria es especialmente preocupante. Según UNICEF, más de 2,1 millones de menores en edad escolar no están asistiendo a la escuela, con el riesgo de caer en redes de trata de personas.
En febrero su situación se ha visto agravada por un terremoto que ha causado daños graves en los edificios y estructuras dejando a miles de personas sin hogar. Los niños y niñas que ya estaban en situación de vulnerabilidad tras años de conflicto ahora se enfrentan a la dificultad añadida de la falta de vivienda y la exposición a las inclemencias del tiempo.
En el Día Mundial de la Educación Católica queremos visibilizar estas situaciones tan límites, presentar a tantas personas que conviven con realidades tan duras y, sobre todo, agradecer a tanta gente de fe que se desvive con una entrega generosa y radical, apuntando siempre a la justicia, frente al sufrimiento; a la solidaridad, frente a la desigualdad; y a la esperanza, frente al pánico, al miedo.
Desde Escuelas Católicas nos facilitan un vídeo con el Padrenuestro rezado con personas de diferentes lugares e idiomas, para que, unidos a ellos con el corazón, lo recemos juntos.
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