REFLEXIÓN: EL AMOR EN FAMILIA

¡Buenos días! No existe un amor más incondicional que el de unos padres a un hijo, un hermano a otro o una abuela o abuelo a su nieto. Hoy dedicamos estos Buenos Días a esas personas, que, hagamos lo que hagamos, nos continuarán amando hasta el extremo... ¡nuestra familia!

• Confiar en tu familia implica ser paciente y saber esperar.
• Amar a tu familia es buscar el bien integral de sus integrantes.
• El amor entre padres e hijos también debería incluir la amistad, cariño, afecto, y sobre todo la caridad.
• Es en la familia donde se hace posible el amor, el amor sin condiciones.
• El afecto en la familia estimula el aprendizaje y desarrolla la inteligencia gracias a la sensación de seguridad y confianza que otorga y que se desarrolla lentamente a través de la infancia, la niñez y la adolescencia.
• El amor auténtico es el más eficaz creador y promotor de la existencia.
• Evita descargar sobre tu pareja e hijos tu coraje, impaciencia o frustraciones, no les eches en cara sus torpezas, fallas y malas acciones.
• No le des a tu familia un ambiente de despego y egoísmo, mejor llénala de ternura, orden y sencillez.

Palabra de Dios: Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. (1Juan 4, 20)