viernes, 9 de octubre de 2020

EVANGELIO DEL DOMINGO: PARÁBOLA DEL BANQUETE NUPCIAL

En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: - El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda". Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: - La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis convidadlos a la boda. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del baquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que no llevaba traje de fiesta, y le dijo: - Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta? El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: - Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos. (Mateo 22, 1-14)

PARA MEDITAR
El banquete de Dios está siempre preparado. Siempre quiere que cuantas más personas participen de su fi esta, mucho mejor. No hay unos elegidos, no es un club selecto. La fe en Dios es para todas las personas: las que ya son creyentes, las que no saben si creen, las personas de otras religiones, las personas que no creen en nada. Es para todos. Y nosotros debemos estar siempre animando a todo el mundo a que se una al banquete que Dios ha organizado para todos nosotros
 
PARA HACER VIDA EL EVANGELIO

  • Piensa en una persona que conozcas y que estaría muy bien que participara contigo en la vida de tu parroquia.
  • ¿Quiénes pueden participar en el banquete de Dios? ¿Qué podemos hacer para que muchas más personas se acerquen a nuestras parroquias?
  • Escribe un compromiso para que esa persona en la que has pensado pueda participar en tu parroquia.

ORACIÓN
Se nos pasa la vida, corre veloz el tiempo,
siempre tenemos algo que hacer, más importante que Tú.
Nuestro sentido de la eficacia nos hace ir pasando la vida sin disfrutarla,
encontrarnos los unos con los otros sin gozar y sin amar.
Hoy quiero responderte y dejarme invitar por Ti,
vivir el instante sin que se me escape.
Estate Tú a mi lado, enséñame a soñar,
ayúdame a disfrutar, impúlsame a luchar
y vamos, los dos juntos, a invitar a los demás.

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