jueves, 15 de octubre de 2020

LOADO SEAS: EL HERMANO VIENTO

Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo, por el cual a tus criaturas das sustento.

Necesitamos el aire para vivir. Cuando el viento nos sopla en la cara nos hace sentir libres. Pero el viento a veces también es incómodo... Nos despeina, nos vuelta la sombrilla en la playa...

Más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a niveles de contaminación del aire que exceden los límites que se establecen como perjudiciales. 

La contaminación del aire es una de las principales causas de enfermedad y muerte. De hecho, causa tres millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año. Cuando el aire sucio llena nuestras ciudades, las poblaciones más vulnerables como los niños, los ancianos y los empobrecidos, son las más afectadas. 

ORACIÓN

El aire puro de la mañana anuncia su presencia
y proclama su derecho a entrar en cada casa.
Ábrele las puertas. Quítate las escamas.
Levanta tu frente. Rinde tu pecho.
Abrázalo con tus manos humanas.
Deja entrar el viento en tu casa,
y que Dios se sienta a gusto
Diciéndote su fresca palabra.
 

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