jueves, 22 de octubre de 2020

SEMANA DEL HERMANO: LOADO SEAS

LOADO SEAS SEÑOR POR LOS HERMANOS Y HERMANAS

Todos hemos escuchado, e incluso dicho, en muchas ocasiones que toda persona es hija de Dios y que por lo tanto somos hermanos. Pero una cosa es decirlo y otra cosa pasarlo por el corazón.

No existe realmente ese sentimiento de ser hermanos si dentro de nosotros no hay ternura, preocupación y amor por los demás. Un amor que se demuestre cada día mediante obras y actuaciones.

A finales de 2015, el 1% de la población mundial tenía tanta riqueza como el 99% restante de las personas. Una enorme brecha entre privilegiados y el resto de la humanidad que, lejos de cerrarse, se ha ampliado de gran manera desde el inicio de la Gran Recesión en 2008.

Una diferencia que además nos aleja como hermanos. No podemos llamarnos hermanos si unos siguen enriqueciéndose a mientras los empobrecidos cada vez tienen menos.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; que como yo os he amado, así también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos con los otros. (Jn 13, 34-35)

ORACIÓN

Padre bueno, gracias por el don de mis hermanos.
Son un signo de tu cariño.
Ayúdame a amarlos así como tú los amas.
Jesús, hermano mayor, ruega al Padre por ellos.
Consérvanos unidos.
No permitas que ninguno de nosotros pierda el tesoro de la fe.
Aleja de nosotros el peligro del odio, la indiferencia y el egoísmo.
Ayúdanos a construir una fraternidad que anticipe aquí en la tierra
la que perfeccionarás para siempre allá en el cielo.
María, Madre nuestra,
conserva tus hijos siempre unidos como hermanos.
Así sea.
 

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