viernes, 22 de octubre de 2021

EVANGELIO DEL DOMINGO: JESÚS CURA NUESTRAS CEGUERAS

Fueron a Jericó. Y al salir de Jericó con sus discípulos y mucha gente, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al oír que pasaba Jesús el nazareno comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». La gente le reprendía para que se callase, pero él gritaba con más fuerza: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se detuvo y dijo: «¡Llamadlo!». Y llamaron al ciego diciéndole: «¡Ánimo! Levántate, que te llama». Él, tirando su manto, saltó y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego respondió: «Maestro, que vuelva a ver». Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado». Inmediatamente recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. (Mc 10,46-52 )

Jesús recobró a Bartimeo para el camino del Reino. La meta del ciego no era caer por tantos precipicios escarpados que, con frecuencia, víctima de la oscuridad podía tener casi asegurados. Bartimeo está reservado para alcanzar el amor del Padre, gracias a la ayuda del Hijo y a la guía del Espíritu Santo.

Jesús volverá a enseñar a Bartimeo el camino. En la mejor compañía retoma la ruta de la existencia con más alegría y con la claridad del Corazón de Jesús, que transparenta ternura y misericordia.

Ojalá tengamos la humildad de presentarle nuestras cegueras a Jesús, para que Él las sane y nos haga, de verdad, seguidores, bienaventurados de su Luz. Recuerda: “Levántate, el Maestro te llama”. Él siempre está atento a nuestras cegueras.

Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.

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